MEXICO, S.A.
Carlos Fernández-Vega
Estados Unidos, un año después
Mientras Bush aceita su aparato guerrero, complica más
la recuperación mundial
NUNCA COMO ANTES EL país ''más seguro''
del mundo se había sentido más desprotegido que ahora. Inmerso
en un estado de histeria colectiva, Estados Unidos conmemora el primer
aniversario de los ataques del 11 de septiembre.
EN ESE PERIODO, MILES de millones de dólares,
adicionales a los que tradicionalmente destina el gobierno estadunidenses
a esos menesteres, han reforzado un aparato de ''seguridad'' que no convence
ni ofrece garantías a una sociedad hundida en el pánico,
circunstancia reforzada ante la posibilidad, dice el Departamento de Estado,
de nuevos atentados.
UN
AÑO DESPUÉS, Estados Unidos no ha podido levantar la
cabeza y sólo ha intentado responder a la afrenta como históricamente
lo ha hecho: con balas y amenazas, destrozando países y soberanías,
y chantajeando a la comunidad de naciones en esta nueva ''guerra santa'':
quien no esté conmigo, está contra mí.
UN AÑO DESPUÉS, paralelamente, la
economía estadunidense no ha podido salir del hoyo ni mucho menos
superar la crisis de credibilidad generada a raíz de los escandalosos
fraudes contables y financieros de un grupo de grandes consorcios que hundieron,
mucho más allá de los efectos del 11 de septiembre de 2001,
al mercado más grande y ''seguro'' del mundo.
MIENTRAS LA SOCIEDAD estadunidense se apresta para
recordar a las víctimas civiles de los atentados, el presidente
George W. Bush -con los ojos puestos en las elecciones de noviembre próximo-
aceita su aparato guerrero en contra de una de las naciones del ''eje del
mal'', aunque hasta ahora los resultados políticos, diplomáticos
y económicos no le favorecen, salvo en el caso -hasta ahora- de
su mascota Tony Blair.
ENTRE OTROS EFECTOS inmediatos, la amenaza guerrera
del mandatario estadunidense ha fortalecido la tendencia alcista de los
precios internacionales del petróleo, que se aproximan a los 30
dólares por barril, situación que, de mantenerse, complicará
aún más la tan anunciada como inexistente recuperación
económica de Estados Unidos y, por tanto, su efecto ''expansivo''
entre las economías satélite como la mexicana, aunque ésta
se ha visto beneficiada por el aumento en el precio de su mezcla de exportación,
que ayer se fijó en 25.53 dólares por barril.
UN ANALISIS DEL sensible mercado petrolero internacional,
divulgado por la agencia Petrolatin y fechado en Londres, señala
que los petroprecios mantienen su tendencia al alza, después de
que George W. Bush incrementó sus esfuerzos diplomáticos
para obtener el respaldo a su campaña militar para derrocar al líder
iraquí Saddam Hussein. En el pasado fin de semana, los gobiernos
de Estados Unidos y Gran Bretaña expresaron su preocupación
de que Hussein esté desarrollando armas nucleares y dijeron que
hay suficientes evidencias como para tomar medidas de represalia.
AYER, EL PRECIO DE LOS contratos para octubre del
petróleo intermedio de Texas, el de referencia en Estados Unidos,
se fijó en 30.04 dólares por barril, luego de un incremento
de 31 centavos respecto de la sesión anterior. Los contratos petroleros
para el crudo Brent del Mar del Norte que se negociaron en Nueva
York, también con entrega prevista para el próximo mes, aumentaron
37 centavos de dólar, para situarse en 28.86 dólares por
barril.
EL PRECIO DEL CRUDO Brent ha subido 40 por
ciento en lo que va de 2002, en medio de crecientes temores de una guerra
en la zona del Golfo Pérsico, región que bombea diariamente
una cuarta parte de los 76 millones de barriles de petróleo que
abastecen al mercado mundial. Los países occidentales importadores
de petróleo dicen que precios del crudo cerca de 30 dólares
por barril podrían poner en peligro la frágil recuperación
de la economía global, al incrementarse los costos de la energía.
Los consumidores están presionando a la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) para que incremente la oferta de
crudo a los mercados mundiales en su próxima reunión el 19
de septiembre y lograr, con ello, revertir la tendencia alcista.
LA LLAMADA ''PRIMA -petrolera- de guerra'' por
la incertidumbre guerrera generada por Estados Unidos ha añadido
entre 4 y 6 dólares por barril al precio del crudo, que según
algunos analistas dará a los países miembros de la OPEP,
que buscan un precio más alto, suficientes razones para oponerse
a un incremento de la oferta en el cuarto trimestre.
BUSH TIENE PREVISTO dirigirse el jueves a las Naciones
Unidas y algunos expertos prevén que dará un ultimátum
al mandatario iraquí para que acepte la presencia de inspectores
de armas o enfrente una guerra. La producción de petróleo
de la OPEP está en su nivel mínimo en una década,
como consecuencia de cuatro recortes sucesivos desde comienzos de 2001,
cuando la economía mundial comenzó a debilitarse. Los países
del bloque productor que buscan precios más altos (Kuwait, Irán,
Indonesia y Venezuela) quieren que las actuales restricciones a la oferta
se extiendan, a menos que los precios suban más. Sin embargo, los
analistas creen que Arabia Saudita, el mayor productor del mundo, quiere
un aumento en la oferta de crudo para evitar un alza en los precios este
invierno.
LA REACCION SAUDITA, sin embargo, es de pronóstico
reservado, toda vez que su gobierno aún no ha dado muestras de su
tradicional cercanía con los gobiernos de Estados Unidos, sin olvidar
que la ''guerra santa'' tiene dos participantes. De hecho, ayer el vicepresidente
de Irak, Tareq Aziz, hizo un llamado a los países árabes
para que emprendan represalias contra los intereses estadunidenses en la
región si Washington emprende un ataque militar contra Bagdad.
PARA REFORZAR EL optimismo belicista de George
W. Bush, las reservas estadunidenses de hidrocarburos reportan una tendencia
a la baja, al tiempo que el director gerente del Fondo Monetario Internacional,
Horst Köehler, adelantó ayer que el organismo que preside reducirá,
una vez más, sus ya de por sí disminuidos pronósticos
de crecimiento económico para Estados Unidos en 2002.
Las rebanadas del pastel:
DESDE YALE, ERNESTO Zedillo agradeció la
exoneración que la Auditoría Superior de la Federación
le concedió en el caso de los fideicomisos electorales instituidos
en Banco Unión, mediante los cuales financió parte de su
campaña como candidato tricolor a la Presidencia de la República....
En breve, Carlos Cabal hará lo propio.