La decisión de Hussein fue bienvenida en el mundo
Rechaza Bush la oferta iraquí y advierte que "es tiempo de actuar"
AFP Y REUTERS
Nashville, 17 de septiembre. "Es tiempo de actuar contra Saddam Hussein", insistió hoy el presidente George W. Bush, luego que la Casa Blanca rechazó la oferta de Irak de autorizar el retorno incondicional de los inspectores de desarme de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la cual fue bien recibida en el resto del mundo, especialmente en Rusia y China.
En Nueva York, en tanto, el jefe de inspectores de la ONU, el belga Hans Blix, comenzó conversaciones preliminares con funcionarios iraquíes sobre detalles prácticos del reinicio del control de armamento ofrecido por Bagad, informó el vocero de la ONU, Fred Eckhard.
El Consejo de Seguridad solicitó a Blix, director ejecutivo de la comisión de control, verificación e inspecciones de Naciones Unidas, un informe a la brevedad sobre esta reunión.
Pero Estados Unidos parece decidido a atacar. Durante una visita a Nashville, Bush afirmó también que el "Consejo de Seguridad debe actuar y que Naciones Unidas no debe dejarse engañar" por Irak.
"Saddam ya se demoró, negó y decepcionó" a la comunidad internacional, estimó el mandatario republicano.
"No debemos permitir a los peores líderes del mundo que amenacen a Estados Unidos, a nuestros amigos y aliados", continuó, aunque no comentó directamente la oferta iraquí y tampoco estableció un nexo directo entre Bagdad y la red Al Qaeda, como hicieron sus funcionarios el fin de semana.
Incluso el secretario del Tesoro estadunidense, Paul O'Neill, aprovechó para recordar que Bush "dijo repetida y consistentemente que Saddam Hussein tiene que irse, pues debe haber un cambio de régimen".
Washington insiste en la necesidad de que el Consejo de Seguridad adopte una nueva resolución dando un ultimátum a Bagdad sobre el desarme que deje a Estados Unidos la posibilidad de decidir si es necesario un ataque militar. Por lo pronto, el organismo de Naciones Unidas se reunirá el jueves o viernes para discutir la carta de Bagdad en la que acepta el regreso de los inspectores.
"No podemos considerar una carta de cuartilla y cuarto como el fin del problema", sostuvo hoy el secretario de Estado, Colin Powell, para quien la misiva no reconoció "el error de su actitud en los pasados 12 años".
También desde la oposición, el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, afirmó que el anuncio de Irak no debe "debilitar la voluntad y los esfuerzos de la ONU". Y señaló que los demócratas "siempre fueron favorables a un cambio de régimen en Irak", aunque varios senadores y dirigentes de su partido han manifestado en los días recientes sus reservas ante un eventual ataque militar a Irak, considerando que podría debilitar la lucha antiterrorista.
En el ámbito internacional, Gran Bretaña, el más firme aliado de Washington, estimó necesaria una nueva resolución de la ONU pese a la oferta de Bagadad, porque ésta llegó "cuatro días después de que el viceprimier ministro iraquí, Tarek Aziz, dijo que no aceptaría un regreso incondiconal de los inspectores".
El secretario del Relaciones Exteriores, Jack Straw, hizo un llamado a la comunidad internacional a acoger la oferta iraquí con "mucho escepticismo". Más lejos fue Israel, que estimó por medio de su ministro de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, que Estados Unidos se verá obligado a intervenir militarmente en Irak.
En cambio, Moscú y Pekín expresaron su satisfacción por la decisión iraquí, al igual que Pakistán, Tailandia, Vietnam y Malasia. Con Colin Powell a su lado, el canciller ruso, Igor Ivanov, mencionó en Nueva York que "desde nuestro punto de vista no necesitamos ninguna resolución especial" del Consejo de Seguridad, tras la oferta iraquí.
Junto a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, y China, Rusia tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad.
Según Ivanov, "hay que solucionar en los próximos días el tema del regreso de los inspectores. Para ello no son necesarias nuevas decisiones, puesto que el retorno es un objetivo clave para tranquilizar a la comunidad internacional".
China destacó, por su parte, que "la decisión iraquí corresponde a lo que la comunidad internacional siempre esperó". Japón también expresó su satisafcción, pero se mostró prudente, al considerar que aún falta ver si Irak cumplirá su oferta "de forma sincera".
Las reacciones en Europa fueron positivas. Bélgica encontró la actitud de Irak "alentadora"; España expresó su satisfacción y Alemania saludó la oferta de Bagdad como una "oportunidad" para una solución política y ofreció expertos alemanes para el equipo de inspectores. Francia llamó a la comunidad internacional a "tomarle la palabra a Saddam".
La Comisión Europea dijo esperar que la iniciativa sea "un primer paso en la buena dirección", y en igual sentido, la Organización del Tratado del Atlántico Norte dio la bienvenida a la oferta iraquí, pero señaló que "con Saddam Hussein, lo que realmente importa es lo que hace y no lo que dice".
En Viena, la Agencia Internacional de Energía Atómica se declaró dispuesta a reanudar "desde mañana mismo" sus inspecciones en Irak, una vez que el Consejo de Seguridad les dé el visto bueno.
Por su lado, Richard Butler, quien dirigió el equipo de inspectores de la ONU que tuvo que abandonar Bagdad en 1998, indicó que Irak dio un paso "en la buena dirección", pero advirtió que "si no deja a los inspectores hacer su trabajo sin condicoines, que Dios los ayude".
También hubo críticas a la postura estadunidense. El ex presidente sudafricano y Nobel de la Paz Nelson Mandela se preguntó: "Ƒcon qué derecho decide Bush que este ofrecimiento no es sincero?
A su vez, la Nobel de la Paz Rigoberta Menchú advirtió en Bruselas que una intervención unilateral de Estados Unidos en Irak sería "un precedente negativo" para América Latina, ya que Washington podría intervenir en Colombia "con cualquier justificación". Y añadió: "sabemos que los estadunidenses han mantenido sus amenazas contra Cuba".