Si el Consejo de Seguridad no actúa,
lo haremos EU y "algunos amigos": Bush
Despliega el Pentágono tropas en Kuwait y Africa
oriental para la ofensiva contra Irak
El mandatario, muy cerca de obtener autorización
del Congreso para lanzar el ataque
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 19 de septiembre. El presidente
George W. Bush solicitó hoy formalmente al Congreso autorización
para utilizar la fuerza y derrocar a Saddam Hussein, pero aun antes de
que su propuesta llegara al Capitolio, el Pentágono ya ha estado
trasladando fuerzas militares estadunidenses a la zona, en preparación
para el conflicto bélico que parece aproximarse.
"Si el Consejo de Seguridad de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) no va a manejar el problema, lo haremos Estados
Unidos y algunos de nuestros amigos", afirmó Bush hoy a los reporteros
al anunciar que solicitó al Congreso le autorice proceder contra
Irak.
La
resolución redactada por el presidente, que ahora está en
el Congreso, le autoriza usar "todos los medios que él determine
necesarios, incluyendo la fuerza" para desarmar a Irak.
Al preguntarle si esa resolución incluye el permiso
para derrocar al régimen iraquí, Bush respondió: "esa
es la política del gobierno". Añadió que los líderes
legislativos de ambos partidos le han asegurado que actuarán sobre
su solicitud antes de que el Congreso concluya esta sesión, en octubre.
Pero los militares estadunidenses no están esperando
al Congreso ni a la ONU para iniciar sus preparativos de guerra. El Pentágono
ya está enviando armamento y equipo militar a Kuwait y Africa oriental
y, por primera vez, solicitó autorización para desplegar
aeronaves stealth en la isla Diego García, lo que reduciría
la duración de vuelos a Irak a la mitad de lo que sería si
las misiones de ataque comenzaran desde territorio estadunidense. Al mismo
tiempo, el Pentágono ha cambiado sus patrullajes aéreos sobre
Irak, autorizados por la ONU, para dedicarse a la destrucción de
las defensas aéreas de ese país y preparar así el
camino para un ataque masivo contra Irak.
Recientemente, el Wall Street Journal reportó
que el Pentágono ya ha colocado suficientes tanques y vehículos
de transporte de tropas artillados en Kuwait como para apoyar a un contingente
de 25 mil soldados. Además, Estados Unidos ha enviado 800 tropas
a Djibouti, en Africa oriental, que estarán listas para lanzar ataques
militares clandestinos si se requiere.
"El Pentágono quiere asegurar que no va a tardar
otros seis meses para juntar todo, como sucedió en 1990 antes de
la Guerra del Golfo", explicó el coronel retirado Dan Smith en entrevista.
Smith señaló que durante las dos semanas anteriores el Pentágono
ha fletado varios buques capaces de transportar equipo armado, y también
ha buscado que Boeing Company acelere la producción de bombas de
precisión JDAM guiadas por sistemas de posicionamiento global.
En otro esfuerzo por acelerar el despliegue de fuerza
militar en la región, el Pentágono ha solicitado permiso
a Gran Bretaña para utilizar sus bases en la isla Diego García
para los bombarderos B-2, la columna vertebral de las campañas
de bombardeo aéreo de Estados Unidos en el pasado. Estos aparatos
siempre habían despegado y retornado a la base Whiteman de la Fuerza
Aérea en Missouri, utilizando aviones-tanque para reabastecer su
combustible en vuelos largos. Al contar con la base en Diego García,
se podrían lanzar más misiones de bombardeo que antes.
Además, el Pentágono ya está transportando
equipo militar desde Estados Unidos a Diego García y a Qatar, en
el golfo Pérsico, donde al parecer se establecerá el centro
de comando militar de Estados Unidos en caso de guerra. Estados Unidos
ya había construido un centro de comando de alta tecnología
en Qatar después de que el gobierno de Arabia Saudita mostró
renuencia a servir como sede del lanzamiento de guerras estadunidenses
en Medio Oriente. Aunque recientemente los sauditas indicaron que podrían
apoyar una guerra contra Irak, este apoyo fue condicionado a que toda acción
bélica tendría que contar con la autorización de la
ONU, y Bush ha dejado claro que desea tener la capacidad de atacar Irak
con o sin la aprobación del organismo mundial.
Es precisamente por esto que la Casa Blanca solicitó
hoy al Congreso aprobar una resolución que autorice específicamente
un ataque militar contra Irak. Aunque Bush aseguró a los legisladores
que su resolución no es una declaración de guerra, el texto
propuesto por la Casa Blanca está muy cerca de serlo. La mayoría
del liderazgo legislativo ha apoyado la idea de aprobar una resolución
respaldando al presidente, aunque hoy algunos indicaron que tal vez se
tendrían que afinar ciertos aspectos de la resolución propuesta
por la presidencia.
Al mismo tiempo, pocos legisladores anunciaron su oposición
a la guerra y a los deseos de Bush. El representante demócrata por
Ohio, Dennis Kucinich, consideró que la propuesta de la Casa Blanca
es "injustificada, sin mérito e ilegal", mientras que su colega
por California, Barbara Lee, se unirá a 20 de sus colegas esta semana
para presentar una resolución a la Cámara pidiendo que Bush
trabaje con la ONU para asegurar el retorno de los inspectores de armas
a Irak.