La estación festejó sus 72 años de vida
Construir una radio moderna sin olvidar lo tradicional, el reto de la XEW
JAIME WHALEY
Volver a colocar a la XEW en el gusto del público radioescucha es el reto que encara la nueva dirección de la radiodifusora, que el miércoles festejó su septuagésimo segundo aniversario.
Rubén Alvarez Mendiola, quien tiene escasos cuatro meses al frente de la dirección de programación hablada de la emisora, que con el paso del tiempo sería la piedra fundamental de todo un emporio de la comunicación, señaló que se pretende recuperar esa parte de la tradición que se generó con la W y a la vez construir una radio más moderna enfocada al público joven.
El aniversario de la estación se celebró, como es costumbre, desde los viejos estudios de la calle de Ayuntamiento, lugar que Alvarez Mendiola pretende revivir con programas en vivo y, desde luego, con asistencia del público, aunque sin recurrir a programas de corte antiguo, modalidad que, explicó, está agotada.
La fiesta del cumpleaños comenzó a temprana hora, cuando ya se alineaban sobre la banqueta poco más de un centenar de los fieles escuchas con la esperanza de entrar al estudio Azul y Plata, también llamado Agustín Lara, para disfrutar de 12 horas de programas que dieron comienzo con el de Maria Victoria Llamas y concluyeron con el de Juan Calderón, quien a los 14 años, en 1949, participaría en la emisión de Los niños catedráticos, que conducían Milissa Sierra y el finado Bachiller Gálvez y Fuentes.
Las viejas voces que dieron fama a la estación que se fijó en los 900 kilociclos fueron recordadas en todas las emisiones. El programa de Llamas tuvo huéspedes de prosapia como las pianistas Consuelo Velázquez y Teté Cuevas, además del locutor Pedro Ferriz Santacruz y el escritor Germán Dehesa, quienes revivieron algunos de los momentos estelares de la monumental historia de la W, y sus personajes, aquellos que, según Dehesa, crearon mundos con la voz, y uno de tantos, el ocurrente Humberto G. Tamayo, influyó en su adicción literaria por lo que se recordaron varios tamayogramas como ese que dice: el caso de Leticia, honrada señorita, fue un caso de obstetricia.
En la actualidad, la W es una propiedad compartida, a partes iguales, entre Televisa y la sociedad española Prisa.