PEMEXGATE
El desvío en Petróleos es un asunto
legal y así se tratará, diría a Madrazo en reunión
del jueves
Rechaza el Presidente trato igual a Pemexgate
y Amigos de Fox
El dirigente priísta habría intentado
convencer al Ejecutivo de limitar el caso al terreno laboral
El tabasqueño advirtió de la gravedad
de que estalle la huelga en la paraestatal; ofrece mediar
RENATO DAVALOS Y JUAN MANUEL VENEGAS
"¡No, no lo acepto!", casi estalló el presidente
Vicente Fox Quesada frente al dirigente priísta Roberto Madrazo
Pintado, cuando éste presentó su propuesta para darle salida
al Pemexgate. Que se mida con la misma vara, que la aplicación
de la ley sea pareja y entonces se esclarezca lo de Amigos de Fox y el
origen de sus recursos, habría exigido Madrazo en la reunión
que tuvieron el jueves por la noche en Los Pinos.
Ahí terminó el encuentro, revelaron fuentes
priístas, que dejaron entrever que sólo habrá una
nueva entrevista si se presenta un viraje en la actitud de la Presidencia
de la República. Sin embargo, funcionarios del gobierno confiaron
que si bien no hubo ningún acuerdo, quedó el compromiso de
mantener abierto el diálogo con el ánimo, incluso, de evitar
que las pesquisas por el Pemexgate "contaminen" las negociaciones
salariales con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República
Mexicana (STPRM), que vencen el 30 de septiembre.
Del lado del Presidente estaba el secretario de Gobernación,
Santiago Creel Miranda; junto a Madrazo se sentó la secretaria general
del CEN tricolor, Elba Esther Gordillo Morales. Al pendiente de
las negociaciones -llevadas a cabo en el despacho de la casa Miguel Alemán
de Los Pinos- estuvieron también los voceros presidencial, Rodolfo
Elizondo Torres, y del PRI, Carlos Jiménez Macías.
En el transcurso de la conversación -apuntaron
los funcionarios consultados-, los priístas presentaron al mandatario
una serie de argumentos para hacerle ver "lo endeble" de la acusación
contra el dirigente del STPRM, Carlos Romero Deschamps, y lo "peligroso"
que es para el país una confrontación a estas alturas.
Con la información que les proporcionó el
gremio, incluyendo el convenio 9399, que sustenta el préstamo que
Petróleos Mexicanos concedió a la parte sindical, Madrazo
y Gordillo intentaron convencer a Fox y Creel que llevar el caso hasta
el extremo de la demanda penal contra Romero Deschamps y otros dirigentes
(todos militantes del PRI) terminaría por complicar cualquier negociación
en el futuro, por el malestar que la decisión del gobierno está
provocando en el Revolucionario Institucional.
Madrazo, quien habría llevado el control de la
posición priísta, no se movió de ahí: que el
asunto se resuelva en el ámbito estrictamente laboral, con el compromiso
de que el sindicato liquidaría el préstamo de 640 millones
de pesos que le hizo Pemex, e incluso presentó un programa para
amortizar los pagos. Insistió en que la Secretaría del Trabajo
regula ese tipo de convenios entre empresas y gremios, y que la existencia
del acuerdo -aceptado y firmado por las partes- es garantía de legalidad
en la operación.
Hizo énfasis en que la acción penal contra
Romero Deschamps -iniciada por el secretario de la Contraloría,
Francisco Barrio, y continuada por el procurador de la República,
Rafael Macedo- está "prendida por alfileres", y que sólo
ha venido a "enturbiar" las relaciones de la Presidencia con el partido
y, "lo más grave", las negociaciones salariales con el sindicato
petrolero.
El dirigente partidista fue preciso: en el PRI se empieza
a percibir un "ánimo revanchista y de venganza" en la investigación
del llamado Pemexgate, y advirtió a Fox y a Creel sobre el
riesgo de llevar la relación "en el filo de la navaja".
Y si Madrazo no se movió de su propuesta, tampoco
lo hizo Fox. Para el Presidente no hay de otra: el asunto es de carácter
penal y ahí seguirá, reviró al dirigente del tricolor.
El mandatario advirtió que la actuación
de su gobierno se ceñirá a la ley, y que se actuará
con estricto apego a lo que establece el derecho.
La conversación ya se había prolongado casi
tres horas, y cuando el jefe del Ejecutivo empezó a hablar en términos
de la estricta aplicación de la ley, Madrazo aprovechó para
meter al debate el caso de la asociación Amigos de Fox, que en 2000
financió buena parte de la campaña del jefe del Ejecutivo,
y cuyos responsables se ampararon una vez que el Instituto Federal Electoral
(IFE) determinó investigar el origen de sus recursos.
Madrazo habría ido al grano: se debe dejar de proteger
a gente que se ha amparado en el caso de los Amigos de Fox y evitar así
que, con "artilugios legales", pretendan evitar una investigación
y la acción de la justicia.
El dirigente priísta se refería concretamente
a Lino Korrodi, amigo y asesor del mandatario y responsable del financiamiento
de la mencionada asociación.
Si existe ese "espíritu" de aplicar con rigor la
ley y un estricto respeto a lo que establece, entonces que "esa aplicación
sea pareja" y se esclarezca todo lo relacionado con los Amigos de Fox,
puntualizó Madrazo.
Ahí terminó la conversación. El presidente
Fox la habría cortado con un "no, no lo acepto".
La intención de informar conjuntamente a la prensa
sobre lo acordado en la reunión se vino abajo. Incluso, el equipo
de comunicación del PRI se había movilizado para tales fines.
Sin acuerdos, terminada así la reunión, no había nada
qué decir a los medios.
La polarización "empieza a generar resultados
negativos"
Después de la fracasada reunión, el CEN
del PRI anunció que este mismo viernes, su coordinador jurídico
fijaría la postura del partido. No obstante, poco antes del mediodía
se informó que sería el propio Roberto Madrazo el responsable
de hacer el posicionamiento.
En Ciudad Acuña, Coahuila, donde se encontraba
de gira con motivo de los cierres de campaña para los comicios locales,
el líder priísta dijo que su partido no propone impunidad,
pero tampoco aceptará que los asuntos laborales se lleven a los
juzgados penales.
Hizo un llamado público al gobierno federal para
que encauce con estricto apego al estado de derecho la solución
del problema que enfrenta con los dirigentes y los trabajadores petroleros,
para lo cual "es necesario que convoque a la mesa de negociación
y solucione cuanto antes el problema salarial, que el PRI apoya de manera
contundente".
Primero está México "y después los
partidos políticos", pero "la falta de acuerdos y la polarización
empiezan a generar resultados negativos", advirtió.
Ofreció mediación entre el gobierno y los
petroleros, y pidió que un juez laboral dirima quién tiene
la razón. Ambos deberán acatar esa resolución, y si
el sindicato actúa indebidamente tendrá que responder ante
esos tribunales laborales, dijo.