Piden explique acusación de que Gordillo
mató a Misael Núñez
Exigen maestros comparezca Jonguitud ante fiscalía
especial
Con ataúdes, disidentes recuerdan a mentores
asesinados
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Maestros de la sección 36 del valle de México
exigieron ayer a la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos
y Sociales del Pasado que llame a comparecer a Carlos Jonguitud, ex dirigente
magisterial, por haber señalado a Elba Esther Gordillo como culpable
de la ejecución del profesor Misael Núñez Acosta.
Mientras, decenas de mentores disidentes llevaron por
las calles del Centro Histórico cinco ataúdes grises con
los nombres de maestros presuntamente asesinados, como Misael Núñez
Acosta, Pedro Palma y Cenobio Fito López. Fue un cortejo fúnebre
simbólico que concluyó con una lluvia de huevos contra la
sede del sindicato magisterial.
Así, un centenar de docentes dio inicio a su "campaña
de denuncia" contra el "cacicazgo" de Elba Esther Gordillo, secretaria
general del PRI. Con esta movilización, señalaron los militantes
de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE),
prepararon el camino para el juicio político contra Gordillo, que
se llevará a cabo el 12 de octubre próximo en el Zócalo
capitalino.
Coreando la consigna "Elba Esther, Elba Esther, tú
también vas a caer", unos 50 maestros iniciaron su caminata al mediodía
de la sección 9 del Distrito Federal, en la calle de Belisario Domínguez,
y avanzaron por República de Cuba.
Al
frente del grupo, integrado en su mayoría por maestros del Distrito
Federal, el estado de México, Michoacán y Oaxaca, iba una
camioneta con un monigote de cartón, en alusión a Gordillo
Morales.
Los ataúdes llevaban letreros con los nombres de
los mentores que, según los docentes, han muerto por sus luchas
políticas, y también de aquellos como Lucio Cabañas
y Arturo Gamiz, que fueron asesinados por encabezar grupos armados en los
60 y 70
Recordaron al oaxaqueño Modesto Patolzin, desaparecido
desde 1986, y quien -según el recuento que hizo Claudio Flores-
tuvo enfrentamientos con supervisores de la Secretaría de Educación
Pública del ala institucional.
En recuerdo de la represión contra el magisterio
hidalguense figuraba el nombre de Pedro Palma, quien murió en 1982
en Pachuca, producto de un tiroteo contra disidentes.
También se refirieron a Saturnina Ramírez,
ex dirigente de la Asamblea de Representantes de Maestros de Puebla, quien
fue asesinada en noviembre de 1993, presuntamente por caciques magisteriales.
Socorro Bohorquez, líder de profesores indígenas
en el municipio de Miahuatlán, Oaxaca, en 1992 "fue interceptada
por pistoleros, quienes le dispararon a mansalva", en Ocotlán de
Morelos. Cenobio Fito López, también profesor de dicha entidad,
murió en una "emboscada" que orquestaron caciques sindicales contra
disidentes de San Agustín Atenango. "Su escuela fue tomada
y en el tiroteo resultó muerto".
Hicieron un homenaje a Rubisel Ruiz Gamboa, quien fuera
secretario de vivienda de la sección 7 de Chiapas, quien fue asesinado
en los 90. También recordaron a los profesores michoacanos Sergio
Martínez, Mariela Saucedo y Javier Acuña Hernández,
quienes murieron en accidentes automovilísticos, pero "en circunstancias
sospechosas", según el magisterio de la entidad.
Con un llamado a "derrotar al charrismo sindical",
los disidentes llegaron al edificio del Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación (SNTE) media hora después de iniciar su marcha,
y colocaron los ataúdes frente a las puertas del inmueble, que estaba
cerrado desde temprano.
En medio del mitin, el monigote con cuerpo de dinosaurio
fue incendiado. Mientras tanto arreciaban los gritos: "Yo la vi, yo la
vi, se acostó con los del PRI. Y ahora está acostada con
los del PAN".
Vecinos de Tulpetlac, lugar donde fue asesinado Núñez
Acosta, colocaron una manta exigiendo el esclarecimiento del crimen y castigo
a los culpables; recordaron que este profesor se destacó por haber
organizado a colonos y sindicalistas para demandar el servicio de agua
potable y luchar contra las organizaciones "charriles".
En improvisada conferencia de prensa, aclararon que si
había pocos maestros en la movilización era porque en ese
momento se estaban realizando otras protestas en los estados de Oaxaca,
Michoacán, Baja California, Durango, Chiapas y Guerrero.
En torno al conflicto en la sección 18 de Michoacán,
Roberto Reyes advirtió que no van a aceptar que el cambio de comité
seccional se haga mediante voto directo, universal y secreto, porque se
violentan los estatutos y se está "orquestando un fraude".
De pronto, una lluvia de huevos cayó sobre la sede
sindical. Al grito de "Elba Esther asesina", los profesores repitieron
la historia del martes pasado en Morelia, cuando a Sanjuana Cerda Franco,
enviada del SNTE, le arrojaron huevos y harina, sólo que ahora descargaron
su enojo sobre el edificio de la calle de Venezuela.
Por la mañana, trabajadores de la sección
36 del valle de México acudieron a la fiscalía especial que
encabeza Ignacio Carrillo Prieto, donde ratificaron su denuncia del 27
de agosto pasado contra Jonguitud y Gordillo, quienes en la época
del asesinato de Núñez Acosta tenían el control del
gremio.
Además de ampliar sus declaraciones, pidieron que
Jonguitud comparezca y que la fiscalía reabra la investigación
y atraiga el caso para que se esclarezca quiénes fueron los autores
intelectuales del asesinato.
Pedro Ramírez Vázquez, quien fuera compañero
del maestro Núñez Acosta y ahora es representante del magisterio
del valle de México ante la CNTE, señalaba que es fundamental
reabrir el caso, porque Rufino Vences Peña, Joel Vences Hernández
y Jorge Mejía Pizaña, las tres personas que fueron sentenciadas
como autores materiales del homicidio, se fugaron del penal del Bordo de
Xochiaca desde 1982, y hasta ahora no se sabe nada de ellos.
Luego de más de tres horas de estar en la fiscalía,
los maestros salieron con la promesa de que "se dará atención
con celeridad" a todas las denuncias que presenten los profesores de la
CNTE, explicó González Figueroa.