ENTREVISTA /ARNALDO
OTEGI, EX VOCERO DE BATASUNA
El País Vasco va a ser el Estalingrado de España
LA REPRESION DE AZNAR NO VA A ABORTAR EL PROCESO DE
EMANCIPACION
Considerado uno de los interlocutores válidos
de la izquierda independentista de Euskadi, ahora debe responder este cuestionario
como legislador y no como líder partidario, debido a la decisión
de Baltasar Garzón de prohibir la formación política
F. FERNANDEZ/DIARIO GARA
Hasta hace dos semanas, Arnaldo Otegi actuaba como portavoz
de la Mesa Nacional de Batasuna (Unidad), pero ahora debe responder a las
preguntas de esta entrevista a título personal y como parlamentario
en la Cámara vascongada. Ello no obedece a un desdoblamiento de
personalidad ni a un criterio periodístico, sino a la decisión
de un juez, Baltasar Garzón, de la Audiencia Nacional de España,
que ha venido acompañada del impulso del Congreso español
pa-ra ilegalizar a la formación abertzale (patriota).
No obstante Otegi aclara que la ofensiva del Estado español,
"probablemente el último salto que van a dar", no se dirige contra
la izquierda independentista, sino contra Euskal Herria. También
está seguro de que "el pueblo vasco sabrá responder con dignidad
nacional".
-En apenas unas horas las cortes españolas aprobaron
la suspensión de las actividades políticas de Batasuna, e
instaron a su ilegalización. Estos hechos son reflejo de que el
conflicto tiene carácter po-lítico. ¿Qué alcance
real va a tener esa ofensiva?
-No se pueden leer estos acontecimientos sin tener en
cuenta el diseño del Estado español que hizo la reforma posfranquista.
Esa reforma, dirigida por los poderes que apoyaron la dictadura, buscaba
tres grandes objetivos: darle una fachada democrática al régimen
para homologarlo con el contexto europeo, incluir a la economía
española en la cadena internacional y acabar con el proceso hacia
la independencia nacional del pueblo vasco. Está claro el fracaso
estrepitoso de ese tercer gran objetivo estratégico.
El fracaso de la asimilacion
"El
Estado español hizo un di-seño, a través de una autonomía
pactada con el gobernante Partido Nacionalista Vasco, que pretendía
plantear a nuestro pueblo una dicotomía que perseguía su
asimilación, y pretendía desactivar la izquierda independentista
de Euskadi porque entendía que ese mismo mecanismo estatutario iba
a impedir que se desarrollara un sector popular fuerte en torno a sus reivindicaciones.
"Veinticinco años después y, como afirman
sus propios portavoces, una vez que ese Estado ha usado todo contra el
movimiento independentista cuando dicen to-do quieren decir eso, y desde
la guerra sucia a la dispersión, desde la tortura a la autonomía,
se sienten obligados a dar un salto más, probablemente el último,
que es el intento de borrar del mapa político a ese sector popular
que es el motor del proceso de emancipación nacional del pueblo
vasco. Hoy las máscaras han caído, porque ese ciclo, que
se abrió con la transición y el Estatuto, está ya
acabado".
-¿Quiere decir que la suspensión de las
actividades de Batasuna ha hecho saltar ese marco?
-Es la última prueba gráfica. En virtud
de esa aceleración de la emancipación nacional que se le
escapa de las manos, el Estado decide intentar aniquilar al motor de ese
proceso. Lo realmente preocupante para el Estado es que el conflicto está
ya situado entre el pueblo vasco y el Estado.
"Lo que no cabe en la democracia española no es
Batasuna. Lo que no cabe en la democracia española es el pueblo
vasco. Esa es la gran victoria popular de la izquierda independentista.
Y eso sólo se resuelve de una manera, con soberanía para
el pueblo del País Vasco".
-¿La mayoría social de Euskal Herria comprende
hoy menos que se respete la legalidad española? ¿Ya está
madura para apostar por la soberanía? ¿No se estará
acabando el tiempo?
-Hay masa crítica suficiente en este país
para hacer un proceso soberanista. No me cabe la menor duda. Además,
a la vista de los últimos acontecimientos, estoy convencido de que
esa amplia base social que apostó electoralmente por el PNV-EA frente
al gobierno de José María Aznar, hoy ya tiene claras dos
conclusiones: que se equivocó profundamente y que aquí sigue
mandando el Estado español.
-¿Cómo cree que están recibiendo
esos mensajes las generaciones más jóvenes, que no vivieron
la dictadura franquista?
-Este pueblo no ha perdido la memoria histórica.
Existe caudal humano suficiente, en la juventud, en el movimiento cultural,
obrero, internacionalista... como para ha-cer frente a la actual situación.
Unas circunstancias duras como las que está imponiendo el régimen
fascista español en Euskal Herria no van a abortar el proceso de
emancipación nacional, ni van a impedir que miles de hombres y mujeres
defiendan el proyecto político de la izquierda independentista.
Y el tiempo será testigo.
"Cuando aseguro que Euskal Herria va a ser el Estalingrado
político de los fascistas españoles, lo digo con absoluta
seguridad. No van a someter al chantaje ni al miedo al sector popular que
busca la liberación nacional y social. Al contrario, van a fortalecer
la necesidad del cambio político".
-¿Qué mensaje les dirige a quienes han elegido
una opción política ahora ilegalizada de facto, quienes
pueden pensar que se les va a arrebatar lo que han logrado con sacrificios
personales?
-Siempre ha sido muy duro pelear por Euskal Herria. Tenemos
ejemplos en el pasado y en el presente. Siempre ha habido quienes, por
encima de intereses personales, han sabido anteponer los intereses de este
pueblo. Yo lo único que les digo es que merece la pena luchar, merece
la pena el sacrificio, porque la mayor irresponsabilidad sería legar
este conflicto a la siguiente generación".
-La repercusión internacional de lo que está
sucediendo en Euskal Herria está siendo grande, al menos en los
medios de comunicación del mundo.
-Siempre ha sido una labor prioritaria de la izquierda
independentista situar el conflicto en el terreno internacional. El señor
Aznar ha hecho una gran contribución en ese sentido. El pueblo vasco
está en las portadas de todos los periódicos de todo el planeta,
y percibo que en muchos la medida ha sido criticada. El último dato
evidente es que iban a presentar una moción en el Parlamento Europeo
a favor de la ilegalización y la han tenido que retirar.
"El Estado busca cercar a Euskal Herria en su actividad
política dentro de sus propios límites geográficos,
y lo que tienen que hacer los independentistas de izquierda es situar el
conflicto con el Estado francés y el Estado español en el
mapa europeo. Hay que aprovechar ese eco mediático para poner encima
de la mesa las soluciones en clave de paz, democracia y soberanía
para el pueblo vasco".