PEMEXGATE
El país se colapsaría y registraría pérdidas por mil 783 millones de dólares diarios
La huelga en Pemex pondría en riesgo la seguridad nacional: especialistas
Las actividades industriales y el transporte, entre los rubros más afectados, alertan
JUAN ANTONIO ZUÑIGA E ISRAEL RODRIGUEZ
Ubicada en el máximo nivel de la seguridad nacional de México, la paralización de la industria petrolera implicaría la pérdida de mil 783 millones de dólares diarios por el colapso de todas y cada una de las actividades económicas que se llevan a cabo en el país.
''Sin petróleo no hay nada'', comentaron a La Jornada fuentes de primer nivel relacionadas con la seguridad nacional, quienes solicitaron el más riguroso anonimato.
Las actividades industriales, el transporte en sus diferentes modalidades, los servicios financieros y de todo tipo quedarían colapsados por falta de energía fósil y eléctrica. Alrededor de 85 por ciento de la generación de electricidad tiene como sustento el petróleo. ''Hasta el campo sería afectado por la naturaleza perecedera de su producción, que quedaría sin salir al mercado por falta de transporte.''
Prioridad vital
La industria petrolera ''es la más vital de las prioridades de seguridad nacional en México'', sintetizaron estos estudiosos de los más diversos fenómenos, para identificar las áreas de riesgo de todo tipo para la sociedad mexicana. Pero también grave es el hecho de que no exista todavía una ley de seguridad nacional que defina qué hacer frente a una situación como ésta, en la que un conflicto laboral amenaza con colapsar a la sociedad mexicana, apuntaron.
Así identifican las particularidades de la industria petrolera nacional. En promedio, la producción diaria de petróleo crudo (sin considerar los condensados y líquidos del gas) es de aproximadamente 3 millones 200 mil barriles, extraídos de 404 pozos en activo diseminados en cuatro regiones. De ese volumen, un millón 670 mil barriles se exportan, de los cuales casi 90 por ciento tiene como destino Estados Unidos, país del cual México se ha convertido en el principal proveedor de crudo.
Hacia el mercado interno se destinan un millón 530 mil barriles en promedio diario. En el primer caso, además del incumplimiento de contratos, la pérdida sería de 45 millones 750 mil dólares diarios. Pero en el segundo, más que la afectación monetaria, el impacto sería directo sobre la industria, comercio y servicios, con muy bajas posibilidades de almacenamiento.
A este respecto, los expertos comentaron: ''La capacidad de almacenamiento de petróleo crudo en el país es muy limitada''. El centro más importante son los domos salinos, ''ubicados en algún lugar de la República''.
Según el director de análisis de la consultora Bursamétrica Management, Eduardo Olmedo, el costo de una eventual huelga en Pemex sería de casi 100 millones de dólares diarios, sólo por la suspensión de las ventas externas e internas de crudo y otros derivados.
Por su parte, los especialistas en seguridad nacional consideran que la afectación económica sería ''total'', pero no ubican el costo monetario de una eventual paralización petrolera como el principal problema, sino en los efectos sociales y políticos colaterales que esto acarrearía.
Ejemplificaron: las seis refinerías que operan en el país reciben diariamente un millón 252 mil barriles de petróleo crudo en cuatro variedades (pesado, ligero, superligero y reconstituido), con los cuales además de almacenar una parte producen un millón 322 mil barriles de refinados, entre los que sobresalen las gasolinas, con 434 mil barriles; diesel, 292 mil y 436 mil barriles de combustóleo, indispensable para abastecer las plantas termoeléctricas del país.
Es altamente probable, dicen, que ante la inminencia de una huelga todo tipo de automovilistas reaccionarán desfavorablemente con compras de pánico, que generarían desabasto con muchísima rapidez. Los convenios de las aerolíneas para el abastecimiento de turbosina quedarían trastocados, puesto que establecen un intercambio casi de uno a uno para las aeronaves que llegan a los aeropuertos nacionales y los aviones mexicanos que se abastecen en los puertos aéreos extranjeros. El transporte colectivo doméstico podría crear situaciones de ansiedad extrema e incluso una burbuja inflacionaria por la especulación en las tarifas establecidas.
Sin embargo, precisamente por su efecto ''catastrófico'', una huelga petrolera es desestimada por otros analistas, como Gilberto Ortiz Muñiz, presidente del Comité Directivo de Energéticos de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), quien afirma que habrá solución en el problema laboral a pesar del giro político que la dirigencia sindical pretende darle.
Consideró que ''hay un pacto político en el que no hemos trabajado, y por lo tanto la transición está haciendo agua''. Pero confió ''en que las instituciones lograrán llegar a un buen acuerdo para evitar esta derrota que afectaría al país, al gobierno y a los trabajadores".
Vacíos legales
Gabriel Reyes Orona, ex procurador fiscal de la Federación y actual presidente del Instituto Mexicano de Estudios Legislativos, abordó desde otro ángulo el conflicto laboral en Pemex y sus consecuencias.
Desde una perspectiva jurídica explicó que existen vacíos legales, debido a lo inusitado de una posible huelga en la paraestatal. Opinó que la figura administrativa aplicable para garantizar el suministro de energéticos sería la de ''ocupación'', la cual tendría que realizar la cabeza de sector, en este caso la Secretaría de Energía.
Las repercusiones del caso no sólo serían domésticas sino internacionales, porque -argumentó- México se encuentra dentro de la esfera estratégica y de seguridad nacional de Estados Unidos.
Reyes Orona sintetizó la situación inmediata del fenómeno: ''Hay una lamentable mezcla de asuntos sociales, políticos y laborales. Es un tema que no debía ser politizado, se tiene que solucionar a través de los cauces legales, pero no con una persecución''.