Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 29 de septiembre de 2002
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Capital

Angeles González Gamio

Fiesta de tradición

Estos días, al pasar por el tramo de avenida Chapultepec que conserva el nombre de Arcos de Belén nos encontramos con un ambiente de fiesta con carácter provinciano: puestos de buñuelos y antojitos y juegos de feria. El motivo es celebrar, como cada año desde hace siglos, la fiesta de Nuestra Señora de La Merced, patrona del lindo templo que ahí se encuentra. La vía recibió el nombre, al igual que la garita que existió durante el virreinato, por el templo y convento de Belén de los Mercenarios y por el espléndido acueducto que por ahí pasaba, compuesto por más de 300 arcos, que llevaba el agua desde los manantiales de Chapultepec, desembocando en la fuente del Salto del Agua.

Del acueducto ya hemos comentado que sólo existe un pequeño tramo; el convento fue destruido y la iglesia, para nuestra buena fortuna, está en pie y conserva dos altares laterales barrocos que son una maravilla, al igual que la imagen principal, que es la original Virgen de La Merced, que tiene una hermosa leyenda; un buen día, en el siglo XVI, llegó solito un burro a la capital, con un bulto amarrado y una nota que decía: "esta virgen llegó a Veracruz y va a la ciudad de México, al convento de La Merced; por favor, ayúdela a llegar a su destino". Y llegó.

Continuando con el templo, los estofados de uno de los altares son piezas de museo por su finura y belleza. El patrón arquitectónico es muy peculiar, ya que tiene adosada una enorme capilla, dedicada a las ánimas, casi del tamaño del templo. Fue establecido por los padres mercedarios, orden fundada en Barcelona, en 1218, por don Jaime I rey de España y de Aragón, y por don Pedro Nolasco, como orden militar de Nuestra Señora de La Merced y Redención de los Cautivos. Estaba construida por caballeros militares y su objetivo era rescatar a los cristianos que caían en poder de los moros. Al correr de los años se tornaron en frailes, "trocando la espada por la cruz".

A Nueva España llegaron en 1589, procedentes de Guatemala, estableciéndose en un principio en un modesto mesón cerca de la Alameda, para después construir por los rumbos de San Lázaro un magnífico convento, con el claustro más bello de América, bautizando el barrio, que hasta la fecha se conoce como La Merced. Por cierto que dicho claustro fue lo único que se salvó y está esperando una buena restauración y un uso digno, ya que ahora se usa para bodas.

En 1626, varios de estos religiosos, que se dedicaban a convertir indios al cristianismo, fundaron un pequeño convento en un predio que les donó una generosa india llamada María Clara, en la parte occidental de la ciudad, en una zona todavía cercada por las aguas; unos años más tarde, doña Isabel Picazo les dio un sustancioso donativo, con el cual construyeron un convento más amplio y la iglesia que hoy conocemos. A finales del siglo XVII decidieron crear un colegio que sirviera para los religiosos de la orden, lo que se hizo en 1686, bajo la advocación de San Pedro Pascual.

Este era el camino para ir a Chapultepec, antes que Maximiliano construyera el Paseo de la Reforma, entonces llamado Del Emperador, en su honor. Cuando cruzaban la garita los virreyes para ir a pasear al añejo bosque, la engalanaban y llevaban música. También era sitio de reunión de los que iban de día de campo a Tacubaya o Chapultepec y por allí se cruzaba para ir a los panteones de Dolores, Francés y de la Piedad.

Otro atractivo, cercano al convento de Belén, era el famoso paseo de Bucareli, muy popular, entre otras cosas, porque allí se encontraba la plaza de toros, en la que cabían -según Manuel Rivera Cambas- 10 mil espectadores "cómodamente", y añade: "para los pobres había lado de sol y para los ricos el de sombra; pero ambas clases estaban unidas por los mismos instintos".

Casi enfrente del templo de Belén, en la esquina con la calle de Luis Moya, se encuentra la cantina El Rincón de Castilla, que a la manera tradicional ofrece botana y se puede jugar cubilete o dominó; la especialidad son los chamorros y el cabrito.

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