La medida responde a recomendaciones del FMI sobre política monetaria, afirma
El corto será cambiado por fijación de tasas de interés, anuncia Ortiz
La intención es equiparar la actuación del BdeM con la de otros bancos centrales como la Fed
DAVID ZUÑIGA Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, anunció este jueves que el mecanismo de corto, empleado por la institución desde marzo de 1998 para contener el crecimiento de la inflación, será cambiado a partir del próximo año por un esquema de fijación de tasas de interés, como ocurre en la mayor parte del mundo.
La decisión anunciada por el gobernador Ortiz coincide con la apreciación hecha hace una semana por el directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su revisión anual sobre la economía mexicana consideró ''conveniente'' estudiar ''el remplazo'' de la estrategia de fijar cortos por metas directas para las tasas de interés.
En una conferencia dictada en la Universidad Iberoamericana, Ortiz Martínez anticipó que la junta de gobierno del banco central ''ha estado considerando la posibilidad de cambiar el instrumento de política monetaria conocido como corto'' por la fijación de tasas de interés.
Desde 1998 el Banco de México desarrolla una política monetaria restrictiva orientada a reducir las expectativas de inflación que prevalecen entre los inversionistas y analistas privados, para alinearlas con la meta de crecimiento de los precios establecida al inicio de cada año por el banco central.
El instrumento empleado para llevar a cabo la política restrictiva es conocido como corto, diseñado enteramente por los especialistas del Banco de México, y consiste básicamente en que a fin de mes los saldos de las cuentas de la banca privada con el banco central son dejadas "cortas" respecto de la demanda de dinero, en una cantidad que ahora es de 400 millones de pesos.
Esta medida, más que ser efectiva sobre la demanda diaria de dinero, envía a los mercados la señal de que el banco central no permitirá un repunte inflacionario. Analistas consideran que la medida es restrictiva de la actividad económica, pues provoca un incremento, así sea temporal, de las tasas de interés, lo que inhibe el consumo y, por tanto, reduce la expectativa de inflación.
Entrevistado luego de participar en una videoconferencia vía satélite con el presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, Michael Moskow, Ortiz Martínez dijo que México estudia la posibilidad de cambiar sus instrumentos de política monetaria, como lo ha recomendado el FMI, que además han sugerido incrementar las reservas internacionales, que al 27 de septiembre ascendían a 44 mil 981 millones de dólares.
Ortiz Martínez informó que a partir del próximo año el banco central buscará modificar el esquema actual de cortos por la determinación de tasas de interés interbancarias de referencia, que serían fijadas por un comité especializado del banco central. Además, el organismo va a anunciar deliberaciones de política monetaria en lo que, dijo, constituye ''un tránsito a la consolidación de objetivos de inflación''.
Tal como fue esbozada ayer por el gobernador Ortiz, quien declinó ofrecer más detalles, la nueva política monetaria del banco central seguiría manteniendo la tendencia restrictiva de ahora, pero la fijación de tasas de interés de referencia y las deliberaciones de política monetaria serían un paso para equiparar la actuación del Banco de México con la forma en que actúan otros bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos.
En México, el corto actúa de algún modo sobre el consumo, dado el efecto que tiene sobre las tasas de interés. En Estados Unidos, por ejemplo, la Reserva Federal emplea la fijación de tasas de referencia para inducir un mayor o menor consumo.
Considerar una política menos restrictiva, planteó el FMI
El 26 de septiembre, el FMI dio a conocer el resultado de la revisión anual que la junta de directores del organismo hizo sobre la economía mexicana. En uno de sus puntos, el organismo internacional señaló que el directorio ejecutivo apoyó ''la orientación dada por el Banco de México a la política monetaria, incluida la postura restrictiva que tiene actualmente, por considerar que es apropiada para lograr niveles de inflación bajos. En una etapa posterior podría considerarse la aplicación de una política menos restrictiva si se debilitaran las perspectivas de recuperación económica''.
El FMI añadió que ''la mayoría (de los directores) estuvo de acuerdo en que el corto sigue siendo un instrumento de política monetaria flexible y eficiente, que permite ajustes adecuados en las tasas de interés. Algunos directores consideraron que podría ser conveniente estudiar el remplazo de esta estrategia por metas directas para las tasas de interés a corto plazo, como medio para aumentar la transparencia de la política monetaria y de reducir la volatilidad de las tasas de interés, mientras otros señalaron que dicha política podría incrementar la volatilidad del tipo de cambio''.
En su ponencia de ayer, Guillermo Ortiz señaló que la inflación anual a septiembre se ubicó en 4.9 por ciento y la subyacente (aquella que excluye los precios de los bienes agropecuarios y de los energéticos) en 3.8 por ciento; asimismo, confió en que para el próximo año se logre reducirla a ''alrededor de 3 por ciento'' y negó que la devaluación ''ordenada'' del peso -que desde abril ha perdido entre 12 y 13 por ciento de su valor frente al dólar- se haya reflejado en los precios.
La meta oficial de inflación para este año es de 4.5 por ciento, pero los analistas esperan que el incremento sea mayor.