Aseguran tener derecho a percibir $170 mil más
prestaciones; reciben actualmente $64 mil
Exigen 18 jubilados de la Corte se homologue su pensión
mensual con el sueldo de ministros en activo
De rechazo, la respuesta inicial de Góngora,
trasciende; preocupación en el Poder Judicial
JESUS ARANDA
En retiro forzoso desde la reforma constitucional de 1994,
18 ex ministros de la Suprema Corte enviaron al presidente del máximo
tribunal una carta en la que demandan homologar su pensión mensual
de 64 mil pesos, más prestaciones (chofer, secretaria, gastos médicos
y auxiliar a su servicio que paga el Poder Judicial Federal), con los 170
mil pesos "libres" que perciben los actuales ministros.
Actualmente los pensionados reciben una remuneración
casi 58 veces mayor al monto que percibe un trabajador no calificado después
de 30 años de servicio, que es de mil 100 pesos mensuales. Incluso,
esa pensión es cinco veces superior a la máxima cantidad
que otorga el ISSSTE a los trabajadores con salarios más elevados
que llegaron a la edad de jubilación.
La pensión fue pareja para todos, incluso para
personajes como el ex diputado federal priísta y ex fiscal del caso
Colosio, Miguel Montes García, que duraron tan sólo unos
meses en la Suprema Corte, después de ser premiados por el ex presidente
Carlos Salinas de Gortari, hasta ministros de carrera judicial que habían
llegado al máximo tribunal por sus méritos judiciales.
Ese fue el "premio" para los ministros que aceptaron su
renuncia; incluso en ese entonces decían algunos especialistas que
la reforma constitucional impulsada por el presidente Ernesto Zedillo era
en sí un "golpe de Estado", porque mediante decreto eliminó
un poder (el Judicial) y estableció las reglas para designar nuevos
ministros.
Encabezados
por Irma Cué y Noé Castañón, los ex ministros
argumentan en su carta que su pensión debe incrementarse al mismo
ritmo que los sueldos de los ministros en activo, ya que los 64 mil pesos
que perciben equivalen al monto que recibían en diciembre de 1994,
cuando el Congreso aprobó la iniciativa presidencial de reducir
de 21 a 11 los ministros de la Corte.
En la exposición de motivos de la reforma constitucional
se planteó el "retiro forzoso" de los ministros de la Suprema Corte
para que sus sustitutos siguieran siendo "personas con reconocido prestigio
profesional y altas virtudes morales, dedicadas en exclusiva al conocimiento
y resolución de las más importantes controversias jurídicas
del país".
De la anterior integración sólo continuaron
en la nueva Corte los ministros Juan Díaz Romero y Mariano Azuela
Güitrón, mientras que sus ex colegas pasaron a retiro con los
64 mil pesos "líquidos" -es decir, libres de impuestos- que recibían
en aquel entonces, además de que en caso de fallecimiento su viuda
tiene derecho vitalicio a la pensión completa, salvo que contraiga
nuevas nupcias.
De acuerdo con fuentes judiciales que confirmaron la existencia
de la misiva, los 26 ex ministros -21 que integraban el pleno y 5 más
supernumerarios o auxiliares- pasarán al retiro con su mismo sueldo,
pero además el Poder Judicial Federal absorbió el pago mensual
de chofer (11 mil pesos), secretaria particular (10 mil pesos), auxiliar
oficinista judicial (8 mil 500 pesos), así como de un seguro de
gastos médicos mayores.
Los ex ministros, quienes únicamente tuvieron la
prohibición durante los dos años inmediatos a su cese de
trabajar en la administración pública federal o como abogados
litigantes -como lo contempla la Constitución en su artículo
101-, aceptaron sin mayores problemas su pensión durante casi ocho
meses.
Sin embargo, a unos meses de que el ministro Genaro Góngora
Pimentel deje la presidencia del máximo tribunal, 18 ex ministros
le hicieron llegar la misiva en la que aseguran tener derecho a percibir
170 mil pesos más prestaciones, como los 11 miembros actuales del
máximo tribunal.
Aun cuando trascendió que la respuesta inicial
de Góngora fue de rechazo, se sabe que hay molestia y preocupación
en el Poder Judicial federal, de que sean aceptadas las presiones de los
ex juzgadores, no sólo por pedir una suma no autorizada en la ley,
sino porque el monto que pretenden es "insultante" cuando los niveles de
pobreza en el país aumentan cada día.
Además, tienen derecho a su pensión del
ISSSTE (cuyo monto máximo es de alrededor de 12 mil pesos mensuales)
y muchos continúan como funcionarios públicos o bien, litigan
o siguen coyoteando en juzgados y tribunales federales, se dijo.
Pese a la reserva con que se ha mantenido el tema, fuentes
judiciales confiaron en que del número de ministros pensionados,
al menos dos no estarían involucrados en la demanda de aumento,
ya que Juan Díaz Romero y Mariano Azuela Güitrón fueron
ratificados en el cargo, luego de que el Senado los seleccionó en
enero de 1995 para integrarse a la nueva Corte.
Según la información obtenida, queda-rían
24 ex ministros, entre quienes se encuentran los 18 inconformes.
En 1994 el presidente de la Corte era Ulises Schmill Ordóñez.
En ese tiempo la Corte también se había
convertido en refugio de políticos priístas como Luis Montes
García, ex diputado federal y ex fiscal en el caso Colosio; José
Trinidad Lanz Cárdenas, quien se distinguió junto con Montes
por su cercanía con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari,
siendo ambos diputados de 1988 a 1991; Irma Cué Sarquís,
quien fue secretaria general del PRI; Martha Chávez Padrón,
ex senadora priísta, y Diego Valadés, quien además
de ser diputado tricolor ocupó la Procuraduría General
de la República, para después pasar al Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM.
También hubo personajes como Victoria Adato Green,
quien había sido procuradora del Distrito Federal, cuya labor fue
particularmente cuestionada en 1985.