Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 15 de octubre de 2002
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Búsqueda desesperada

"ƑHa visto a este muchacho?", dice la nota que acompaña la foto pegada en una de las paredes del hospital Sanglah, en Bali. Añade, como si fueran necesarias las explicaciones: "Desaparecido en el Club Sari", el centro nocturno de Kuta Beach frente al cual estalló el presunto coche bomba. Danny tiene 19 años, es australiano y es uno de los tantos jóvenes turistas que la noche del pasado sábado salieron a bailar en la popular zona turística de la isla indonesia, para no regresar. En las paredes no sólo hay una lista de desaparecidos; también están las de desalojados, las de dados de alta, y las de muertos, aunque resulta difícil la identificación de restos, pues la mayoría de cuerpos quedaron calcinados. Otros son identificables pero no han sido reclamados, como el de la "mujer caucásica, Ƒ17-19 años?, ojos verdes-azules, tez blanca, argolla en el ombligo, cabello rubio por debajo de los hombros, teñido caoba".

Fuera del hospital, jóvenes balineses recolectan dinero entre los automovilistas para comprar material médico. En el aeropuerto siguen agolpándose los turistas que buscan abandonar la isla. Entre los que salieron está Sarah McAllister, sobreviviente de la tragedia. "Fue horrible, había sangre en todas partes, pero lo que jamás podré olvidar serán los gritos", dice a su llegada a Gran Bretaña.

Pero no todos se van, también están quienes llegan a Bali a buscar a sus familiares en los hospitales y en la morgue, que sólo tiene ocho gabinetes refrigerados, por lo que la mayoría de los cuerpos están empacados en bolsas colocadas sobre barras de hielo.

A una pareja que llegó desde Sydney se le comunica que su hijo se encuentra en la lista de muertos. Michael Ross, un hombre de negocios inglés que vive en Australia, sostiene una lista con ocho nombres. Ross tenía previsto volar a Bali el sábado para encontrarse con un grupo de amigos, pero decidió atrasar el viaje un día. Sus amigos fueron al Club Sari, y ocho siguen desaparecidos. Hace apenas un par de meses Ross recuerda haberle dicho a una de estas amigas "qué gran lugar era éste, y lo seguro que era". THE INDEPENDENT

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