Cuarto retiro de autonomía
Irlanda del Norte, de nuevo bajo el mando de Gran Bretaña
REUTERS Y DPA
Hillsborough, 14 de octubre. Irlanda del Norte volvió hoy a la administración directa de Gran Bretaña, luego que su gobierno de poder compartido fue suspendido después de que un escándalo de presunto espionaje hundió el proceso de paz en su peor crisis desde la firma en 1998 del acuerdo de paz del Viernes Santo.
Aunque el ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, dijo a los periodistas que esperaba que esta suspensión, la cuarta en tres años, fuera un "impasse efímero", existe un sentimiento generalizado de que en esta ocasión se tardará más tiempo en reunir de nuevo a las facciones en disputa.
Con todo, Reid indicó que las elecciones previstas para mayo próximo seguirán adelante a pesar de la crisis. La oficina del ministro se encargará a partir de este día de los asuntos regulares de la pequeña provincia, de 1.6 millones de habitantes, mientras el primer ministro británico, Tony Blair, tratará de restaurar la confianza entre los partidos políticos. Dos diputados laboristas británicos -Ian Person y Angela Smith- fueron nombrados para hacerse cargo de las instituciones.
Con la suspensión de la autonomía, Reid y Blair se adelantaron a la ruptura de la coalición de gobierno entre unionistas protestantes y republicanos católicos, ya que el primer ministro norirlandés, David Trimble, había anunciado su renuncia para este martes.
Red de espionaje
La crisis estalló tras las denuncias de que una red de espionaje del Ejército Republicano Irlandes (ERI) penetró en las jefaturas de los ministros británicos en la provincia, y cuatro miembros del partido Sinn Fein, brazo político de ese grupo armado, fueron acusados de poseer documentos "que podrían ser utilizados por terroristas".
Los protestantes exigieron entonces la expulsión del Sinn Fein del gobierno, mientras los republicanos rechazaron las acusaciones alegando que fueron un montaje de los unionistas de línea dura para torpedear los acuerdos de paz.
Los medios británicos especulaban hoy con que podría pasar un año o más hasta que Irlanda del Norte vuelva a recuperar la autonomía, ya que nada indica un compromiso entre unionistas y el Sinn Fein.
Trimble dejó este lunes en claro nuevamente que está dispuesto a trabajar con el Sinn Fein sólo cuando se disuelva el ERI, que mantiene un alto el fuego desde 1996.
Gerry Adams, presidente del partido republicano, acusó a su vez a Trimble de estar interesado únicamente en boicotear la participación del Sinn Fein en el gobierno. Además, el Sinn Fein recuerda que también hay grupos armados protestantes que siguen activos.
En Irlanda del Norte "seguimos con nuestra vida regular", aseguró Jane Fitzpatrick, en el centro de Belfast. "En realidad no nos ha afectado mucho todavía. Los políticos seguirán discutiendo, supongo, pero todos saben que no podemos volver atrás", sostuvo la mujer.
El estancamiento político podría paralizar reformas a la educación y al sistema de atención de salud, que estaban en manos de la Asamblea de poderes compartidos entre probritánicos y republicanos, la primera de la que gozaba el territorio en su historia.