En la cámara no se sabe a quién
compraron los terrenos
Diego Fernández favorecería a amigos
en nueva sede del Senado
Corral Avila manda a reporteros al registro de la propiedad
ANDREA BECERRIL
La construcción de la nueva sede del Senado de
la República provocó dudas y molestia entre los legisladores
de todos los partidos, ya que en el viejo recinto de Xicoténcatl
ha circulado la versión de que los terrenos, ubicados en Reforma
e Insurgentes, son propiedad de socios, amigos o gente ligada a Diego Fernández
de Cevallos.
Los integrantes de la Comisión de Administración
del Senado ofrecieron ayer una conferencia de prensa para intentar acallar
esas versiones, pero sólo dejaron más dudas y sacaron a relucir
contradicciones sobre el costo del edificio y de los propietarios del área
de 27 mil metros cuadrados donde se edificará el inmueble.
El
perredista Antonio Soto Sánchez, secretario de dicha comisión,
reconoció que desconoce quiénes son los propietarios de los
terrenos, ya que su trato ha sido exclusivamente con tres inmobiliarias:
Home Propietarios, SA de CV; Inmobiliaria Reforma el Roble y Operadora
Paseo de la Reforma.
Pero a otros integrantes del organismo senatorial se les
ha informado que los dueños son la sociedad Meliá y las familias
Vigil y Cué, y el panista Ramón Corral Avila, presidente
de la comisión y quien pronto dejará la senaduría
para ir a su campaña por la gubernatura de Sonora, aseguró
desconocer la identidad de los socios de las inmobiliarias; como los reporteros
insistían en el tema, los mandó a que investiguen en el Registro
Público de la Propiedad.
-¿Puede precisarnos si los dueños de esos
terrenos son clientes, amigos, familiares o socios de Fernández
de Cevallos?
-No tengo conocimiento de ello, y creo que no es cierto.
Yo no los conozco, pero pueden ir al Registro Público de la Propiedad,
respondió ya muy molesto.
Aunque hace dos semanas, cuando se dio a conocer el proyecto,
se informó que los tres terrenos donde se ubicará la sede
del Senado costarían 270 millones de pesos, ayer Corral Avila trató
de evadir también el tema. "Ahorita no tengo el precio, pero sí
les digo que está dentro de las normas y del presupuesto".
También se había mencionado que la nueva
sede, ya construida, tendría un costo de mil 400 millones de pesos,
pero ayer Corral Avila dijo desconocer de dónde ha salido tal cifra.
Ante la insistencia de los comunicadores, el senador panista
sostuvo que "los precios pueden variar de acuerdo con la eficiencia de
la empresa y del proyecto ganador. Además, nosotros les vamos a
entregar lo que son las necesidades. Por lo tanto, el precio no existe,
es lo que se tiene que entender, no hay valor fijo, puede ser de 500 hasta
600 y 700, por eso se da en metros cuadrados. Ustedes hagan sus cuentas".
En la conferencia, Corral Avila y Soto Sánchez
estuvieron acompañados por los arquitectos de la UNAM que elaboraron
el proyecto, quienes aludieron a las ventajas de éste, que habrá
de conjuntar en una sola edificación la sede senatorial, actualmente
repartida en nueve inmuebles, por los que se pagan 60 millones mensuales
de renta.
Respecto a las críticas surgidas por el elevado
costo de la obra y porque que se hizo a un lado el espacio en San Lázaro,
Corral Avila respondió que esa opción no existe. "Es una
ilusión, ya no hay espacio ni edificios ahí para el Senado".
Sin embargo, los cuestionamientos se centraron en la operación
de compra-venta de los terrenos de Reforma. Corral Avila señaló
que la adquisición no la hará Fernández de Cevallos,
sino un fideicomiso del que forman parte los secretarios y el presidente
de la Comisión de Administración.
Soto Sánchez sostuvo que tiene la instrucción
del PRD de salir del fideicomiso en el momento en que vea irregularidades
en el proyecto y de no firmar ningún documento que pudiera respaldar
alguna anomalía. "Si Fernández de Cevallos quisiera llevar
a cabo la compra-venta, que es lo que ha generado suspicacias, inmediatamente
lo denunciaríamos".