Fiscal solicita igual condena para asesino de un español

Piden pena de muerte para ex policía cubano acusado de asesinato múltiple

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 17 de octubre. La fiscalía pidió hoy la pena de muerte para un ex policía por el asesinato múltiple de una familia y el de un empresario español, en dos casos distintos en los cuales el móvil aparente fue el robo.

Pedro Giovani Céspedes, de 27 años, ex integrante de la Policía Nacional Revolucionaria, fue inculpado de los crímenes junto con otras cinco personas, todos confesos, según informes parciales de testigos que asistieron al juicio, al que no tuvo acceso la prensa.

Céspedes había sido expulsado de la corporación antes de los homicidios. No hubo información oficial sobre el caso.

La fiscalía pidió pena de muerte o cadena perpetua para Reynaldo Mosquera, de 33 años, identificado como el cómplice principal de Céspedes, así como penas de entre 10 y 30 años de prisión para el resto.

El cónsul español en La Habana, Carlos Pérez-Desoy, y familiares de la víctima de esa nacionalidad, Josep Coll Serrat, asistieron a las audiencias.

Algunas de las víctimas fueron degolladas. Los homicidios ocurrieron con crueldad extrema, un fenómeno insólito en Cu-ba, por lo cual el caso ha provocado conmoción, a pesar de que no ha sido reportado por la prensa local.

Dramáticas fotografías tomadas al grupo familiar circularon en Internet.

Dos de las víctimas residían en la Florida. La Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos informó en enero pasado que colaboraba con la investigación, a petición de Cuba.

También en enero el presidente Fidel Castro anunció en la televisión la captura de los responsables, aunque omitió detalles.

El juicio, que comenzó el pasado lunes en el Tribunal Popular Municipal de 10 de Octubre (uno de los municipios de la ciudad de La Habana), concluyó este jueves y quedó listo para sentencia.

Según el reciente informe de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Hu-manos y Reconciliación Nacional, la pena de muerte no se aplica en Cuba desde el verano de 2000, y en las cárceles hay entre 50 y cien condenados por ese castigo.

Coll, quien había venido a Cuba para participar en la feria comercial anual, fue ultimado en octubre de 2001.

Al salir del aeropuerto internacional José Martí, el empresario abordó un taxi privado, en el que iban Céspedes y el chofer Oslei Rondón, quien enfiló por su cuenta hacia la carretera a Pinar del Río, según la información disponible.

En un lugar despoblado, Céspedes amenazó a Coll con una pistola, para robarlo. El empresario se resistió, pero el arma se trabó. El español fue ultimado a puñaladas.

Los atacantes se llevaron su dinero y equipaje. El cadáver fue abandonado sin identificaciones en una zona rural.

Dos meses más tarde, el 18 de diciembre, fueron asesinados los esposos Celedonio Placencia, de 60 años de edad, y Ada Lorenzo, de 52, la hija de ambos, Yailén Placencia, de 28, y el menor Daniel Osmani Placencia, de ocho, nieto y sobrino, respectivamente, de los anteriores.

También fue victimado Domingo Delgado, amigo de la familia, quien conducía el automóvil en el que viajaban todos.

El asesinato se produjo de madrugada, en el kilómetro 114 de la autopista nacional, en el tramo La Habana-Matanzas.

Los esposos Placencia vivían en Hialeah Gardens, Florida, y habían venido a visitar a su familia, en la ciudad de Santa Clara, 300 kilómetros al este de aquí. Su hija y su nieto fueron a recibirlos al aeropuerto.

Según las versiones, los asaltantes acechaban en el aeropuerto, en busca de víctimas para robarles. Siguieron el auto de la familia y en la carretera fingieron pedir auxilio para hacer que se detuviera.

Los cadáveres fueron encontrados cerca del vehículo, ejecutados a balazos y con cortaduras de puñal en manos y cuello.