CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

La lista negra de Luege

EL SANTO OFICIO panista, revivido por la conciencia democrática del dirigente de esa organización en el Distrito Federal, José Luis Luege Tamargo, está elaborando una lista negra para deshacerse de sus correligionarios incómodos.

Y NO SE trata de buscar un orden que permita el control de quienes no cumplen con las reglas de la moral y la decencia que marca ese partido, sino más bien, de someter a los militantes a situaciones de abyección.

ILUMINADO POR EL rayo divino, el presidente de Acción Nacional en la ciudad de México decidió quitarse de encima a un diputado que más que pensador duro, ideólogo de su partido, es un gordo travieso e insolente cuyo mayor pecado fue ir en contra de las posturas de Luege.

FRANCISCO SOLIS PEON quiso, desde los actos publicitados de sus aficiones privadas, restar un poco de santidad a ese PAN cada vez más cercano a las acciones de ultraderecha, como el mismo diputado local ha denunciado.

PERO ADEMAS, EN el Partido Acción Nacional capitalino se ha conformado un ambiente de rasgos dictatoriales en el que se destituyen funcionarios, se imponen personas y se sancionan militantes al gusto, únicamente, del presidente de ese instituto político.

SI BIEN ES cierto que para los proyectos de Luege el PAN conservador, y en algunos momentos de su historia inmóvil, ya no sirve para la política del pragmatismo de estos días; también cuenta la esencia del ala ultraderechista tan de moda, por ejemplo, en España.

WALTER WIDMER, EL compañero de francachelas de Solís Peón, no fue sancionado, ni mucho menos, por su partido. Por el contrario, se le ha protegido.

LAS DIFERENCIAS SE hallan en el proceder frente a Luege de cada uno de estos diputados locales aficionados al pecado. Widmer ha sido uno de los instrumentos de Luege para golpear al gobierno de López Obrador y Solís no siempre ha estado de acuerdo en las actitudes de su dirigente.

ENTONCES EL PRETEXTO fue la moral y las buenas costumbres. Como siempre se antepusieron los preceptos religiosos utilizados con fines políticos para combatir incluso al del mismo signo, si de lo que se trata es de someter.

POR ESO DEBEN estar tranquilos los panistas afines a los excesos de la vida. Pero aquellos que están en contra del democrático Luege... tiemblen, que no quedará títere con cabeza.

QUIENES SE HALLAN dentro del eje del mal señalado por el presidente del PAN en el DF sostienen que en ese partido se está elaborando una lista negra de los enemigos de Luege para someterlos a un proceso de congelamiento, y si se van, mejor.

ASI LAS COSAS, es de esperarse que para los comicios de 2003 el PAN en la capital atienda sólo a la visión del partido que sueña José Luis Luege Tamargo, en el que exista nada más un pensamiento: el suyo.

šVIVA LA DEMOCRACIA!