Se convertiría en el primer obrero que
consigue llegar al gobierno de Brasil
Lula, una vida de perseverancia que lo tiene con un
pie en la presidencia
La satanización en los medios informativos, su
enemigo en las tres contiendas anteriores
STELLA CALLONI ENVIADA
Sao Paulo, 26 de octubre. Si algo ha demostrado
Luiz Inacio Lula da Silva es una perseverancia que lo acompaña desde
su infancia, que le permitiría convertirse en el primer trabajador
-obrero metalúrgico- que llega al gobierno de Brasil, un continente
dentro del continente americano.
Para muchos analistas, este será un acontecimiento
tan importante como la proclamación de la república en 1889,
cuando el territorio brasileño estaba bajo el dominio de Portugal.
Luliña, el niño que vendía
naranjas en las calles para ayudar a su madre; el mecánico tornero
que en 1975 fue elegido presidente del Sindicato de Metalúrgicos
de San Bernardo Do Campo y Diadema, que estuvo al frente de las huelgas
que se sucedieron a finales de los años 70 y en 1980, moviendo el
piso a la dictadura militar que ordenó su detención, fue
fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
En 1980 a este partido se integraron intelectuales de
izquierda, abogados, periodistas, sindicalistas, cristianos de base y representantes
de la Iglesia católica, que desde Brasil ha dado al mundo a prominentes
obispos progresistas. Y también atrajo a los ex guerrilleros que
lucharon contra la dictadura, que se convirtió en un movimiento
fundamental para lograr el retorno a la democracia en 1985.
Curiosamente, también desde su fundación
el PT tuvo en sus filas a pequeños y medianos empresarios progresistas.
La decisión de intervenir en las elecciones desde 1989 permitió
al partido crecer y multiplicarse "como los panes", dijo alguna vez Lula
a La Jornada.
Pero en meses recientes el partido conoció de cerca
un tipo de terrorismo, el económico, montado para torpedear su camino
a la presidencia. Antes, en las tres ocasiones en que se presentó
como candidato, el enemigo de Lula había sido la satanización
en los medios informativos.
En relación con lo anterior, Lula dijo recientemente
a este diario que los "poderosos especuladores no tenían límite
en su insensatez y su desesperada carrera por ganar dinero fácilmente
y sin importar lo que suceda con la gente", después de que provocaron
que el dólar se disparara, llevando a la incertidumbre a Brasil.
Un camino difícil
La
campaña del miedo no fue el mejor plan de José Serra, su
contendiente en esta carrera presidencial y ex ministro de Fernando Henrique
Cardoso, quien si bien no creó problemas a Lula, alimentó
las campañas de algunos especuladores.
"No es fácil el camino, nunca dije que fuera fácil.
Ninguno de nosotros lo cree fácil y los militantes lo saben. Yo
no vendo optimismo falso, hablo de esperanza y de lo que podemos hacer,
que no es todo lo que quisiéramos hacer.
"Estamos en una coyuntura económica que no depende
sólo del país, sino del mundo, y vemos los problemas que
afligen a las grandes naciones, problemas que muestran los fracasos de
modelos tan duros; vemos grandes y publicitadas corporaciones sospechosas
de corrupción; vemos los problemas en la economía de Estados
Unidos y también nos preocupa la amenaza de comenzar esa guerra
que crece en estos días. Pero nosotros estamos dispuestos a una
relación de respeto mutuo. Tenemos muchos problemas y entendemos
que Brasil tiene una dependencia, lamentablemente, de ese capital volátil,
pero eso no puede inmovilizarnos", ha dicho Lula, al que acompaña
ahora un partido con experiencia en gobernar estados y en el Congreso.
Del lado de los empresarios, muchos de los más
poderosos de este país no están dispuesto a perderlo todo
a manos del neoliberalismo, como tampoco otros sectores, lo que quedó
demostrado en 70 por ciento de los votos hacia la izquierda y la centroizquierda
en la primera vuelta del 6 de octubre pasado.
Inclaudicables
Para llegar a este momento, Lula y su gente han trabajado
sin descanso, "nunca dejamos de hacerlo, de aprender, de crecer, y nuestras
experiencias fueron buenas". Ahora "queremos que nuestro país siga
siendo lo que es, una potencia, pero también un país para
su gente. Hemos salido de crisis peores".
Recientemente se le preguntó a Lula si América
Latina ha sido el principal campo de prueba de las políticas neoliberales.
Respondió: "debemos ver lo que sucedió en América
Latina en los 10 años anteriores. Los más importantes representantes
del neoliberalismo, Fernando Collor de Mello, en Brasil; Carlos Menem,
en Argentina; Carlos Salinas de Gortari, en México; todos fueron
dejando la estela de la corrupción y a sus países en crisis
graves. Por eso para nosotros es importante asumir la responsabilidad de
demostrar que tanto en Brasil como en otros países las relaciones
internacionales y comerciales no dependen del origen del presidente. Igualmente
algunos grupos van a intentar imponer sobre nosotros todo aquello que ha
sido ya equivocado en el mundo.
"Creemos que con un triunfo del PT tendremos fuerzas para
implantar las medidas económico-sociales de nuestro programa. De
todos modos hemos estado más preocupados en confeccionar las políticas
públicas que puedan realizarse en beneficio del pueblo que en enfrentar
las presiones. Estas caen por sí solas ante la decisión y
voluntad de la gente". Las cifras electorales muestran que tiene una gran
base de apoyo que podrá aprovechar.
Durante su campaña dijo a la revista Istoé
que su partido resolvió hacer una "campaña que en lugar de
hablar mal de los otros hablábamos bien de lo que pensábamos
hacer, del PT, de nuestra gente". Lo otro fue entender que "estamos viviendo
una crisis en el mundo, un momento de excepcionalidad. La crisis no es
sólo brasileña, es mundial; vemos a los estadunidenses pasando
por una situación complicada. Lamentablemente en Estados Unidos
el presidente sólo piensa en la guerra".
El dirigente sindical, que ahora logró seducir
con esta campaña de "Luliña paz y amor" a sectores empresarios,
espera que si gana las elecciones pueda trabajar con el presidente Cardoso,
sociólogo con amplios reconocimientos académicos e internacionales
que tras gobernar desde 1995 pasará la estafeta a un hombre que
apenas pudo ir a la escuela, pero que siempre recuerda que su partido administra
ya la vida de 50 millones de personas en varios estados y alcaldías.
Sobre la transición, ha comentado: "Si uno analiza
ahora lo sucedido hace tres meses, hubo razón para fugas de capitales,
ya que los títulos vencían en agosto, septiembre, octubre
o noviembre. Por lo tanto, en el gobierno de Cardoso, de Pedro Malán
(Hacienda), de Arminio Fraga (Banco Central)... Si eso sucediera el primero
de enero (cuando asuma el próximo presidente) dirían que
es por Lula".
Sin etiquetas
Istoé le preguntó si era un hombre
de izquierda. Lula respondió que nunca se preocupó por eso.
"Lo que me da más placer en la vida es no andar con un rótulo
en la cabeza. Recuerdo que la primera cosa que me preguntaban en el inicio
de mi vida política era que si yo era comunista. Respondía:
soy tornero mecánico. Desde el punto de vista filosófico
soy mucho más socialista. Creo que la riqueza en el mundo debe ser
distribuida de forma más ecuánime para toda la sociedad.
Si venzo tendré cuatro años para ejecutar un programa pensado
para hacer justicia social, un mínimo de distribución de
renta, por hacer el cambio que se necesita".
Lula y su equipo han trabajado con otros sectores para
buscar opciones. Rechazan que "no haya otra alternativa que aceptar masivamente
que no podemos hacer nada, cuando millones mueren por la pobreza (...)
Ningún niño debería ser víctima del hambre
ni estar solo en las calles. Es inmoral aquí y donde eso suceda",
ha dicho el candidato a este periódico.
Sabe que para estos cambios "el tiempo que tengo es corto
y sé la expectativa que hay en la gente, lo que está en la
cabeza de millones de brasileños", cuando unos 40 millones votaron
por él en el primer turno, y si se cumplen los sondeos ahora podrían
ser 60 o 70 millones.
"Los empresarios y los sindicalistas aún no tienen
la dimensión de las tareas que les voy a dar -ha declarado-; lo
que hay que hacer es mucho más que un sueño. Es hacer reales
lo sueños Y nosotros podemos. Nos hemos preparado para eso y lo
estamos demostrando."