El destinado al consumo es de 0.8% del PIB, cuando en Brasil es de 5.2: CNBV
En México, el crédito bancario está más restringido que en otros países
Exitosas experiencias de la banca para clases populares, destaca consultora McKinsey
ISRAEL RODRIGUEZ
La penetración de los servicios financieros en México es menor a la de países latinoamericanos con un nivel similar de desarrollo económico, lo que ocasiona que pocas personas físicas y morales puedan acceder al crédito. Sin embargo, en algunos países la banca para clases populares ha tenido éxito, basándose en bajos costos transaccionales.
De acuerdo con un estudio del World Competitiveness Yearbook 2001, en México los activos del sector bancario como proporción del producto interno bruto (PIB) son de 28 por ciento y se ubican por abajo de países como Argentina (40 por ciento), Colombia (41), Brasil (51) y Chile (102 por ciento).
Información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) detalla que el crédito al consumo, como las tarjetas de crédito, financiamiento para automóviles y otros, sólo llega en México a 0.8 por ciento como porcentaje del PIB, mientras en Argentina alcanza 4.3 por ciento, y en Brasil y Chile se ubica en 5.2 por ciento, en cada uno.
Con relación a los créditos hipotecarios la situación es similar, ya que en México el financiamiento a este sector representa como porcentaje del PIB sólo 2.5 por ciento, en tanto que en Brasil llega a 4.8; en Argentina a 6.2 y en Chile es de 10.9 por ciento.
Standard and Poor's, principal calificadora de valores en el mundo, destaca en su reciente análisis sobre los bancos en América Latina que pese al lento ritmo en la actividad crediticia, los bancos mexicanos continúan mostrando buen desempeño.
Señala que algunas instituciones mexicanas han registrado utilidades ligeramente menores como resultado de la caída en sus ingresos financieros netos y de un entorno de menores tasas de interés locales, el aumento en la volatilidad en los resultados de intermediación y un mayor aprovisionamiento debido a la desaceleración económica.
Sin embargo, en este difícil contexto se prevé que los bancos chilenos y mexicanos continúen mostrando un desempeño significativamente mejor.
La consultoría internacional McKinsey, por su parte, destaca las exitosas experiencias en los modelos de negocio para servir a los hogares de bajos recursos en otros países. Por ejemplo, en Sudáfrica el Standard Bank mantiene un enfoque en personas con ingresos mensuales inferiores a 500 dólares. Con una base de 2.6 millones de clientes observa un crecimiento mensual de casi 50 mil nuevos clientes. El saldo promedio por cuenta es de 94 dólares y realiza un uso extensivo de canales automatizados como cajeros automáticos e interfases electrónicas de servicio.
Otra institución con positivas experiencias atendiendo a microempresas y productos de captación para segmentos de bajos recursos es el Bank Rakyat de Indonesia, con 3 mil 600 oficinas en servicio, 2.5 millones de acreditados y 21.7 millones de ahorradores.
El Grameen Bank de Bangladesh dirige una parte de su cartera crediticia a la asignación de microcréditos sin garantías para construcción de vivienda y con pagos semanales. Esta institución cuenta con 2.3 millones de acreditados.
En consecuencia, según los análisis, es necesario que la banca mexicana redoble sus esfuerzos en la mayor asignación de créditos a las microempresas y a las personas de menores ingresos, porque la mayoría de las instituciones financieras se enfoca al segmento de mercado de mayores ingresos, como lo demuestran los montos mínimos que solicitan para la apertura de una cuenta de ahorro, el saldo mínimo promedio mensual que se debe de mantener, así como el saldo mínimo para pago de intereses y los elevados costos que se cobran por la utilización de los servicios bancarios.