Informe de AI acusa al ejército de Tel
Aviv de crímenes de guerra en Nablus y Jenin
Netanyahu acepta con condiciones ser ministro de Exteriores
de Israel
Prosiguen las operaciones militares en territorios palestinos;
ultiman a cuatro personas
DPA, REUTERS Y AFP
Jerusalen, 3 de noviembre. El ex primer ministro
de Israel Benjamin Netanyahu aceptó hoy formar parte del gabinete
de Ariel Sharon como ministro de Relaciones Exteriores, pero bajo la condición
de que se convoque a elecciones anticipadas.
Entre tanto, un informe de la organización de defensa
de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), que será
divulgado este lunes, acusó al ejército de Israel de haber
cometido "crímenes de guerra" durante las operaciones efectuadas
este año en las ciudades cisjordanas de Nablus y Jenín.
Según medios de prensa israelíes, Netanyahu
dejó hoy en claro durante una reunión con Sharon, la segunda
en 48 horas, que no quiere ser un "segundón" en el gabinete del
actual jefe de gobierno, que además del Ministerio de Exterior le
ofreció la cartera de Finanzas.
Sharon
debe, igualmente, garantizar a su rival en el partido Likud, que la cooperación
entre ambos políticos continuará independientemente del resultado
de las elecciones internas dentro de la formación para designar
al próximo candidato a primer ministro, señaló la
prensa.
El primer ministro examinará las condiciones presentadas
por Netanyahu concernientes a las elecciones y otras cuestiones políticas
y luego dará su respuesta, señaló a su vez la oficina
de Sharon.
Medios israelíes prevén que Sharon abandonará
sus esfuerzos por formar una nueva coalición, tras la salida de
los laboristas la semana pasada, y pedirá al presidente del Parlamento
su disolución. Las elecciones anticipadas tendrían que realizarse
entonces en un plazo de 90 días.
Netanyahu, de 53 años, pretende asumir de nuevo
el liderazgo del partido derechista Likud, así como ejercer como
primer ministro, cargo que ya desempeñó entre 1996 y 1999.
Mofaz, confirmado en Defensa
Entre tanto, Sharon confirmó al ex jefe del estado
mayor Shaul Mofaz, como ministro de Defensa, pero deberá someter
mañana, ante el Parlamento, la aprobación del ex jefe del
ejército.
Representantes de Sharon se reunieron hoy por primera
vez con miembros del ultraderechista Bloque Unión Nacional, para
tratar sobre la ampliación del gobierno. Si consiguiera el apoyo
de ese bloque, dispondría de una mayoría de 62 diputados
de un total de 120.
Las dos partes acordaron proseguir las consultas mañana
tras la votación de las mociones de censura al gobierno que presentarán
al Parlamento el partido Meretz, el Shinui y las formaciones árabes.
Los representantes de Sharon exhortaron a los diputados
del Bloque de Unión Nacional a votar contras esas mociones y respaldar
el nombramiento de Mofaz, que sustituye a Benjamin Ben Eliezer, uno de
los siete ministros laboristas que salieron del gobierno en rechazo al
plan de presupuesto para 2003, que destina cuantiosas subvenciones a los
asentamientos judíos en los territorios palestinos.
En tanto, las operaciones militares del ejército
israelí continuaron en los territorios palestinos. En Burkin, cerca
de la ciudad cisjordana de Jenin, los soldados destruyeron esta madrugada
las casas de las familias de dos presuntos extremistas palestinos. Por
la noche, tres trabajadores palestinos que se acercaban a la frontera con
Israel, cerca del kibutz de Nahal Ozz, en Gaza, fueron abatidos bajo la
acusación de que intentaron colocar un artefacto explosivo. Otro
palestino fue muerto cerca de Rafah por "comportamiento sospechoso".
En este contexto, AI difundió un informe titulado
Una muralla contra una investigación: las violaciones del ejército
israelí en Jenin y Nablus, en el que pidió a Israel y
a la comunidad internacional que inicien una investigación para
identificar a los responsables de los "crímenes de guerra" cometidos
en esos territorios palestinos.
Durante la operación Muralla desarrollada
entre abril y junio pasados, el ejército israelí mató
a civiles, torturó a prisioneros, usó a civiles como escudos
humanos, destruyó casas e impidió la llegada de ayuda humanitaria
y médica a los palestinos, sostuvo AI.
"Amnistía Internacional cree que algunos actos
del ejército israelí descritos en el informe constituyen
graves violaciones de la Cuarta Convención de Ginebra y son considerados
crímenes de guerra."
El director de estrategia regional de AI, Javier Zúñiga,
estimó que Israel debe asumir la responsabilidad de sus actos y
cooperar para abrir una investigación sobre el comportamiento del
ejército durante esa operación, lanzada en represalia por
una oleada de atentados suicidas antisraelíes.
"La culpabilidad es compartida por el soldado que mató
a alguien sin motivo, por quienes dentro de las estructuras de mando le
dieron la orden de actuar, o los que toleraron o disimularon tales actos,
e incluso por los más altos cargos del Estado, ya que son políticamente
responsables, incluido el primer ministro" Ariel Sharon, juzgó.
AI criticó además el informe de Naciones
Unidas sobre lo ocurrido en Jenin, al subrayar que sus autores no visitaron
ese campo de refugiados ni ninguna otra ciudad palestina, luego de que
"Israel no respondió a ninguna de las peticiones" hechas por la
ONU para poder realizar la investigación en el terreno.
De acuerdo con el organismo humanitario, el balance de
muertos en la ofensiva al campo de refugiados de Jenin, incluye a "siete
mujeres, cuatro niños y seis hombres mayores de 55 años mientras
que otras seis personas murieron en sus casas, que se desplomaron".
El informe de la ONU publicado en agosto sostuvo que 52
palestinos, más de la mitad de ellos civiles, y 23 soldados israelíes
murieron durante los 10 días de intensos combates del 3 al 12 abril,
pero no reconoció las acusaciones de "matanzas" lanzadas por responsables
palestinos.
En cuanto a Nablus, AI señaló que en abril
habrían muerto al menos 80 personas, incluidas siete mujeres y nueve
niños menores de 15 años. "En Nablus, el ejército
israelí maltrató y en ocasiones torturó a los prisioneros
de 15 a 45 años detenidos en redadas", agregó.
El informe pone de relieve el caso de un joven palestino
de 25 años enfermo, en silla de ruedas, que fue golpeado, encarcelado
y tirado por unas escaleras.