REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
El reality show nacional
Noticias de la secretaría de espectáculos públicos
Los dislates de una gira presidencial
EN LA CALLE de Génova, en la Zona Rosa capitalina, una larga fila de jóvenes representaban a la nueva ola de expectativas sociales y aspiraciones fugaces. Eran más de 150. No eran aspirantes a ingresar a la UNAM y mucho menos se trataba de tomarse la foto del IFE para votar en 2003. Eran los aspirantes a participar en una próxima producción de Televisa-Endemol, el Big Brother II. Según la propia empresa, se espera levantar en el país más de 1 millón de inscripciones por medio de los módulos de Sky. El año pasado se inscribieron 152 mil jóvenes para la primera emisión. A cuatro días de que se lanzó la nueva convocatoria, a principios de noviembre, ya se habían recibido 150 mil solicitudes y se contabilizaron más de 8 millones de accesos a la página web del reality show. La promesa de aparecer en el espectáculo desplazó por primera vez a las largas filas de la máxima casa de estudios, que año con año selecciona a sus aspirantes a bachillerato y licenciatura.
ESTA ES LA FIEBRE de la fama efímera que se ha expandido como epidemia en la nueva generación del cambio sin rumbo. Coincide este brote con el final de los reality musicales -así les llaman- Operación Triunfo y La Academia, la producción de Tv Azteca que desplazó a Televisa en términos de rating. Según Ibope, ésta alcanzó entre 25 y 27 puntos en promedio, mientras que la de Televisa se mantuvo entre 11 y 15. Por más palabras de "alentamiento", que no de aliento, que lanzó el conductor Jaime Camil en la final de Operación Triunfo, con el padrino generacional, Alejandro Fernández, no pudo remontar el éxito en audiencia de la producción de la competencia. Los creadores de La Academia tuvieron el tino de hacerla más "realista", con personajes más cercanos al común de los adolescentes, con dosis de morbo y de picardía que rebasaron a la predecible Operación Triunfo. Yahir, uno de los concursantes, tiene un hijo, se encontraba desempleado y gracias a su paso por la televisión "su autoestima creció". La oaxaqueña Nadia dijo haberse transformado de niña a mujer en poco más de 110 días. El irascible Miguel Angel se ganó al público con gestos de arrepentimiento hormonal.
AMBOS PROGRAMAS configuraron ensayos de "capacitación artística" promovidos por las televisoras para descubrir nuevos valores y relanzar sus alicaídas industrias disqueras. La creatividad de cada uno de los participantes llegó hasta donde la producción impuso sus límites. Los ingredientes de estos programas eran claros: por un lado, la recreación ficticia de un internado, con proyecciones espectaculares de los festivales de fin de curso de la secundaria y la preparatoria, en formato de Siempre en Domingo, y con la presencia infaltable de los padres de familia, emocionados por "lo lejos" que han llegado sus hijos; más la dosis de culebrón escolar que genera rating en la fábrica de emociones exprés. Ambos concursos constituyeron el surgimiento de un nuevo ministerio: la secretaría de espectáculos públicos (SEP) del duopolio televisivo.
LOS GANADORES pronto quedarán en el rincón de las estrellas desechables, a pesar del talento o la disposición de varios de ellos, pero las televisoras lograron su cometido: fabricaron audiencia entre los sectores juveniles, demostraron que la tele-basura dará para más en los próximos meses y que el desempleo bien se puede remediar con píldoras virtuales. Pronto habrá una emisión similar para niños, y quizá hasta para los adultos en edad plena. Antes de estos reality musicales, el Big Brother demostró que el voyeurismo había sido subexplotado comercialmente y que su contraparte, el exhibicionismo de los jóvenes "comunes y corrientes", puede ser un gran filón de negocio. La nueva demagogia televisiva presenta todas estas producciones como concursos de autosuperación personal que garantizan los warholianos "cinco minutos de fama". Constituye el final de la era de los divos y las divas para que el aspirante a estrella pueda, por lo menos, tener el certificado de inscripción a alguno de estos concursos.
SE PRESENTAN como espectáculos de la realidad, pero, en términos estrictos, son producciones con un guión prefabricado, muchas veces modificado sobre la marcha, a partir de la reacción de "la audiencia", una entelequia que siempre vota con sus llamadas telefónicas y que ha generado una nueva fuente de ingresos para las televisoras.
El reality político
EN LA VARIEDAD de subgéneros que crearán los reality: el musical, el del confesionario, el infantil, etcétera, se encuentra el "reality político", que involuntariamente ha trasminado a la esfera de lo público. Gracias a los medios, transitamos del régimen de derecho al régimen del espectáculo, del discurso político, elaborado para generar nominaciones imprevistas. Algunos se burlan de esta lógica y la utilizan para sus peculiares fines proselitistas, como es el caso del diputado perredista Félix Salgado Macedonio, quien además de carrera legislativa, está dispuesto a hacer carrera musical, sin necesidad de pasar por La Academia. Hasta Lin May, de voluptuosidades idas, le hace una involuntaria promoción a su nuevo disco Al corazón le vale, al acusar de "plagio" al guerrerense.
OTROS POLITICOS, como nuestro Presidente, involuntariamente convierten sus giras internacionales en un espectáculo de deslices y mensajes equívocos, sin necesidad de que Cristina Salaregui le ponga la provocación o que Brozo le gane en logorrea.
EN MENOS DE una semana, el mandatario se sacó de la manga opiniones y posiciones tan peculiares que generaron una espectacular sobrerreacción en los distintos participantes del "reality político". Ante la agencia española Efe, Fox desestimó con tres frases el esfuerzo de la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado y consideró que los responsables de la guerra sucia no serán sentenciados. Ante el auditorio de Oxford, en Gran Bretaña, lanzó el buscapiés de la relección legislativa. Curiosamente, se trató de un reproche a los miembros del actual Congreso de la Unión. La ocurrencia se le revirtió. En París tuvo que aclarar sus dichos sobre la relección, después de su encendido discurso que llamaba a acotar internacionalmente al big brother americano (éste sí real y con capacidad de destrucción masiva). El Presidente declaró a los reporteros que él se va a ir "muy contento al rancho, allá a la casa de ustedes, una vez que termine con estos seis años, que son suficientes para hacer un trabajo y para tener ganas ya de cambiar a otra cosa" (nota de Juan Manuel Venegas, La Jornada, 15-11-02). Fox demostró que estaba en condiciones de interpretar aquella vieja canción de Tata Nacho: "adiós mi chaparrita/ no llores por tu Pancho/ que si se va del rancho/ muy pronto volverá". Y uno que pensaba que no había sido mandatario por accidente bucólico, sino por la disposición de transformar "ya" el sistema político mexicano.
DESGRACIAS DE LA improvisación forzosa, al Presidente ni siquiera le agradó en esta semana el palomeo del gran maestro de la operación triunfo neoliberal, el señor Alan Greenspan, quien declaró que México "no está nominado" para recibir la mala calificación internacional. Por el contrario, es un modelo para los inversionistas extranjeros. No acababa de afirmar esto el banquero mayor estadunidense cuando Fox desestimaba los halagos y explicaba algo inédito para justificar la cancelación del proyecto del aeropuerto de Texcoco: después de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, la industria aérea internacional vive una severa crisis y se ha reducido el flujo de vuelos, por tanto, el aeropuerto capitalino' ya no está saturado.
EN EL MUNDO VIRTUAL de los "reality políticos" basta con palabras para ahuyentar la realidad. En la misma gira, pero de paso por Dublín, el jefe del Ejecutivo consideró que la paz ya está dada en Chiapas. Quizá sólo le faltó aquella triste y célebre frase de "ni los veo ni los oigo", pronunciada por otro mexicano, quien fue hasta las tierras de James Joyce en busca del sexenio perdido.
Segundo Congreso de Imagen y Pedagogía
MIENTRAS LOS REALITY televisivos y políticos destruyen lo que el aula pretende construir, en la ciudad de Mazatlán, más de 500 profesores y especialistas se dieron cita en el segundo Congreso de Imagen y Pedagogía, patrocinado por la SEP (la de Educación Pública) y el gobierno de Sinaloa. La constante preocupación de los maestros reunidos es el efecto pernicioso que ha generado la televisión comercial mexicana en la enseñanza.
EN UNA DE LAS conferencias magistrales, el pedagogo argentino Daniel Prieto Castillo afirmó: "el niño es parte de una cadena de abandonos, y uno de esos es abandonarlo a la televisión; es un error dejarlo solo en lugar de guiarlo para que se apropie de las reglas del juego". Prieto Castillo coincidió con otros especialistas en la necesidad de hacer un ejercicio de "aprendizaje y desaprendizaje frente a la televisión".
EL PRODUCTOR BRITANICO Simon Fuller, de Canal 4, el "canal para aprender", demostró que sí existen otras formas y modelos de televisión que impulsen la creatividad y la enseñanza con programas de muy buena factura, divertidos y que reconcilien el uso de la tecnología con el educador.
[email protected]