Hay que hacer frente a la migración interna, dice
Urgen programas para el desarrollo indígena: BM
ALMA E. MUÑOZ
El Banco Mundial alertó sobre la falta de programas oficiales para impulsar en México el desarrollo de las comunidades indígenas y así evitar la migración de sus pobladores hacia las ciudades, en donde también se evidencia la carencia de políticas gubernamentales para hacer frente a la migración interna del país.
En un análisis sobre los pueblos indígenas y la pobreza en México, elaborado a partir de encuestas aplicadas a grupos de otomíes, triquis, mayas, zapotecos y mazahuas de Coatzacoalcos, Veracruz; Cancún, Quintana Roo; y ciudad de México, el organismo internacional resalta que la creciente migración histórica crea graves problemas a las urbes, mismas que no se dan abasto para satisfacer las demandas que esta población exige, después de conformar sus propios asentamientos irregulares.
Para el Banco Mundial es preocupante que "ni las ciudades ni los servicios de salud y educación estén diseñados para atender a los indios" y que incluso el propio Instituto Nacional Indigenista carezca de programas especiales para proporcionarles auxilio en las áreas urbanas. Esto lo exhibe en su informe de 44 puntos, después de constatar que en ninguna de las tres ciudades analizadas "se conocen apoyos gubernamentales para la planeación o inversión de infraestructura social".
Con ello deja en claro que no obstante la movilización de sus lugares de origen, los indígenas mantienen la mayor parte de su vida condiciones extremas de pobreza y desempleo al arribar a las metrópolis pues, de acuerdo con el organismo, "las oportunidades en estas áreas son más limitadas mientras haya mayores desplazamientos", sobre todo porque la perspectiva del desarrollo urbano no considera la necesidad de atender los requerimientos sociales de los migrantes.
Después de su análisis, el Banco Mundial propone al gobierno mexicano evaluar los impactos de la creciente movilización de indígenas extremadamente pobres porque "mientras su número se incrementa, aumenta la presión en las grandes ciudades para crearles empleos acordes con su situación de desventaja -en relación con el resto de los mexicanos- por la carencia de educación y capacitación".
Por eso establece como una salida el generar oportunidades de desarrollo en los lugares rurales de expulsión y para ello propone contar con una "estrategia a nivel nacional y estatal para evaluar los flujos migratorios y crear centros de desarrollo alternativos con mejor capacidad para absorber la migración indígena".
Esto incluiría, entre otras cosas, el reconocimiento oficial sobre la existencia de núcleos indígenas urbanos para dar paso a la adaptación de programas públicos y servicios acordes con la identidad, cultura y necesidades de las mismas etnias.