Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 17 de noviembre de 2002
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Espectáculos
El grupo reunió a 10 mil personas en el primero de sus dos conciertos

Recorrido acústico-eléctrico de Jaguares por 14 años de historia

CHAVA ROCK ESPECIAL

No fue un concierto más. La noche del viernes acogió a una manada de roqueros que poco a poco poblaron el Auditorio Nacional de esta ciudad. Hileras de clones formaban la fila para entrar, todos se parecen, se visten de negro y en sus playeras se leen los logos de Jaguares, de Caifanes, de Saúl; se saben todas las canciones y dentro de su ser llevan un jaguar.

Aún no han ingresado todos al recinto, y ya El Chato entona Quisiera ser alcohol, rola sentida y etílica que el espigado cantante toca sólo con su guitarra. De entrada ya es un espectáculo distinto. Ahora Jaguares armó una presentación dividida en dos episodios, una primera parte acústica y el segundo acto más eléctrico. Conceptos pobres que se dan en el mundillo rocanrolero, pues la verdad es que esta música es tanto acústica como eléctrica.

En Nubes cada músico toma su posición: Saúl en medio de la batería de Alfonso André y las percusiones de Leonardo Muñoz; Vampiro a su lado; al frente, como alfiles del tablero, se colocan los eurytmhicos Chucho Merchán al bajo y contrabajo, y Jimmy Z en sax, maracas, flauta y armónica.

Diez mil Saúlas/es entonan a una sola voz Detrás de los cerros, Perdí mi ojo de venado, Viento. Saúl hace una escala política, dedica Imagíname a Digna Ochoa, Lucio Cabañas, Emiliano Zapata. "Hay que hacer algo, raza, para que cuando estemos muertos, la muerte nos reciba con los brazos abiertos". Empiezan los choros de Saúl, que en miles de fans cobran sentido de unidad. Aplauden todo y gritan en cada tema. "El enemigo de un mexicano es otro mexicano", reflexiona el cantante, mientras que entonces sus dos amigos Chucho Merchán y Jimmy Z (ambos extranjeros) entonan Arriésgate, tema nuevo que se incluye en el más reciente y acústico álbum de Jaguares, Primer instinto.

Las dos enormes pantallas colocadas a los lados del escenario nos acercan más a los músicos. Así se ve claramente la emoción de Saúl al compartir con la banda el comentario que le hiciera David Hidalgo (de Los Lobos, quien participó en un tema del nuevo disco) respecto al tema La Llorona, en el sentido de que la rola era el primer blues mexicano que escuchaba. Obviamente el buen Hidalgo no conoce a Real de Catorce ni a Follaje, por citar dos ejemplos.

Jaguares crece y se transforma, Merchán y Leonardo Muñoz están bien compactados con el trío jaguaresco, el sax, la flauta y la armónica de Jimmy Z no sólo adornan las rolas, sino que les dan otra dimensión; así llegan una tras otra Antes de que nos olviden, No importa, Contigo, Parpadea, Miedo, La vida no es igual, No dejes que y, el clásico, La célula que explota.

Arrabal roquero

Casi una hora de concierto ha transcurrido y aparece el invitado especial: La Internacional Sonora Santanera, o lo que queda de ella. De inmediato se escuchan los inconfundibles metales de esta popular agrupación que es recibida en medio de ensordecedores aplausos. Como tú le da el sabor cabaretero/arrabalero a la noche, así se siente y los diez mil asistentes piden otra y otra y otra... así desfilan Luces de Nueva York, La boa y Bómboro quiñá quiñá. Aunque hay algunos que todavía claman otra, el arrabal de esta lluviosa noche es roquero. Jaguares y Santaneros se marchan.

El regreso es incesante. Abren el segundo acto con el cover a Juan Gabriel, Te lo pido por favor. De inmediato la gente corea otra vez todo, Chucho gira sobre el escenario; Vampiro se comporta más serio tras sus seis cuerdas; Alfonso y Leonardo comparten percusiones, Jimmy combina su fino sax con la armónica, ha dejado ya la flauta. Saúl recorre todo el escenario tocando su guitarra y en cada movimiento provoca los ya tradicionales gritos femeninos.

Jaguares-Caifanes revive viejas glorias: Nunca te doblarás, El negro cósmico, Aviéntame. Como es costumbre, Saúl alude a la situación política del país. En esta ocasión concluye que en México la libertad de expresión no existe, y refiere que un indicador de ello es que el programa televisivo Círculo rojo, ideado por los periodistas Javier Solórzano y Carmen Aristegui, ya no esté al aire; obviamente Hernández no está al tanto de que el programa salió del aire porque el contrato entre Grupo Imagen y Grupo Televisa concluyó y no se refrendó por los problemas que los periodistas tuvieron con su otrora jefe Pedro Ferriz de Con.

''Se solicita la presencia de Alejandro Marcovich...''

André abandona por un momento la bataca para cantar al lado de Saúl las primeras estrofas de Miércoles de ceniza; una anónima voz grita: "Se solicita la presencia de Alejandro Marcovich para que suene bien la rola". El final está cerca y después de Afuera se da el primer encore. Dime jaguar marca el retorno. Como es común cuando llega la rola Cuéntame tu vida, Saúl simula inhalar algo por sus fosas nasales: No sé cuanto tiempo llevo hundido aquí / ya no sé ni cómo usar mis pies. / Ya no sé qué es lo que corre por mis venas, / todo el cuerpo se me entume (snif, snif) al inhalar. La misma voz de la sección de prensa ahora menciona: "Se solicita la presencia de Charly García para que lo haga de verdad sobre el escenario o la de Manu Chao"; en referencia al argentino, quien el fin de semana pasado en pleno concierto no simuló meterse algo por la nariz, y al clandestino, quien durante su presentación en el teatro Metropólitan aceptó el cigarro de mariguana que un seguidor le invitó.

Finalmente, después de casi dos horas de concierto tocan la del estribo, Voy a volar. Cerró así una de las mejores noches de Jaguares, grupo en teoría sumamente extraño. Se formó apenas hace seis años (pues antes fue Caifanes durante casi 8 años), ha tenido tres cambios notorios de músicos, ha grabado cuatro álbumes: dos en estudio, otro doble (en estudio y en directo) y uno acústico (sólo le falta uno de éxitos y el de rarezas). Es el grupo mexicano con más clubes de fans, incluso existe uno en España (aunque dice su presidenta que por el momento sólo tiene cinco afiliados). Es la banda que más discos en vivo piratas tiene en el mercado. El grupo que más veces ha estado nominado al Grammy Latino y que siempre asiste a las entregas aunque nunca ha ganado este trofeo. No obstante, Jaguares sigue siendo uno de los grupos más populares de rock en México y parece que lo seguirá siendo por otro buen rato, por fortuna.

"Dios los bendiga. Gracias, raza", fue lo último que dijo El Jaguar Mayor en el primero de los dos conciertos que ofreció en el Auditorio Nacional.

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