El subcomandante se congratula por el
proyecto de fundación de un Aguascalientes en España
Vaticina Marcos un crecimiento "geométrico"
de los globalifóbicos
El juez Baltasar Garzón, un "payaso grotesco"
al servicio de la clase política gobernante
Critica el sometimiento del País Vasco y reivindica
como legítima su lucha política
12 de octubre de 2002.
EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MEXICO
Para: Angel Luis Lara, alias El Ruso. De: Sup Marcos.
Ruso, hermano: Lo primero, un abrazo. Lo segundo,
un consejo: creo que harías bien en cambiarte el seudónimo,
no vaya a ser que te confundan los chechenios y, entonces, sí, adiós
Aguascalientes
y adiós a uno de los mejores roqueros de la actualidad.
La fecha (12 de octubre) en la que empiezo a escribirte
estas líneas no es accidental (nada es accidental en los zapatistas),
ni tampoco lo es el absurdo puente que, en este día, trato de tender
hasta donde ustedes trabajan para preparar la inauguración del Aguascalientes
en Madrid.
Estoy seguro de que les va a ir muy bien y que la ausencia
del imbécil de Aznar (al que, su nombre lo indica, sólo le
falta rebuznar) y del estreñido del reyecito Juan Carlos pasará
desapercibida hasta para la revista ¡Hola!
Pero dile a todos y a todas las que están contigo
en ese heroico proyecto que no se apenen. Está por salir (deportada,
es seguro) una revista que se llama Rebeldía que, a no dudarlo,
tendrá una sección de "sociales" donde podréis insertar
una reseña que deje a las de la boda de la infanta en la categoría
de "fiestas infantiles".
Por lo demás, la mentada revista Rebeldía
seguramente será consecuente y lo primero que hará será
rebelarse contra la ortografía, así que no inviertan mucho
en la inserción pagada. Por cierto, si lleva fotos es más
cara (a menos que sean porno) y el precio, lamento informarte, no es en
euros, sino en marcos, por aquello de que se prefiera una moneda fuerte.
Así que nada de lloriqueos si no asiste la realeza.
En cambio, creo, abundarán hombres, mujeres, niños y ancianos,
no sólo de la península ibérica, pero sobre todo de
ella. Si están ellos y ellas todo será un éxito. Pero
debo advertirte que detrás del éxito de los de abajo siempre
aparece la policía. Porque los de abajo sólo deben llorar
y resignarse, lo dice el bando no sé qué número que
la corona expidió no se cuándo, pero al ritmo de los garrotes
de la Guardia Civil se marchan todos con su Aguascalientes a la
cárcel, o al cementerio, que es el lugar que la "democracia" española
tiene para los rebeldes ibéricos.
Sé bien que no sólo del Estado español
serán quienes asistan a esa fiesta de la rebeldía que significa
un Aguascalientes, pero serán la mayoría.
Cayucos trasatlánticos
Nosotros
no podremos asistir, pues planeamos invadir Europa en fecha próxima
y, como te imaginarás, todo el mundo acá ya tiene su equipaje
listo (claro, si equipaje se le puede llamar a dos bultos de tostadas,
un platito de frijoles rancios, dos botellas de pozol no transgénico
y chile a discreción) y, sin embargo, nadie tiene a la mano un salvavidas.
Los más precavidos cargan algunas pastillas para
el mareo y preguntan, ingenuos, si va a haber "paradas sanitarias".
Pero lo peor no es eso, resulta que no los puedo convencer
de que con cayucos (canoas hechas ahuecando un tronco de árbol)
no vamos a llegar muy lejos.
Claro que no hay que pasar por alto el detalle de que
Chiapas no tiene salida para el océano Atlántico y que, puesto
que no tenemos para pagar el peaje del canal de Panamá, tendremos
que dar la vuelta por el Pacífico, bordear las Filipinas, la India,
Africa y remontar hasta las Islas Canarias.
Porque sería de mal gusto llegar por tierra. Tendríamos
que atravesar Mongolia, los escombros de la URSS -donde tendríamos
cuidado de decir que vamos a ver al "ruso" y que ellos se las arreglen-,
Europa Oriental, pasar por Francia a surtirnos de "Chateau Neuf Du Pape,
cosecha del 69", (ya albureo hasta con los vinos), dar la vuelta por Italia
y retacarnos de pasta, y después cruzar los Pirineos. No es que
nos arredre la caminata, pero con tanto ajetreo se maltrata el uniforme.
Mientras tanto el entusiasmo cunde entre la futura tripulación
casi tanto como el vómito (por cierto, veo a un compa "gomitando"
y le pregunto por qué vomita si todavía no nos embarcamos.
"Es que me estoy entrenando", me dice con esa lógica inapelable
que campea en las montañas del sureste mexicano).
¿Qué te estaba diciendo? ¡Ah, sí!
Que no vamos a poder ir a la inauguración del Aguascalientes porque
estamos "entrenándonos", como dijo el compa, para la expedición.
Claro que tú no le digas a nadie que vamos a invadir
la península ibérica (previo paso por Lanzarote, donde nos
echaremos un cafecito con el Saramago y la Pilar) porque ya sabes como
es la monarquía, que luego luego empieza a ponerse nerviosa y le
da por irse de vacaciones con las infantas y los bufones (o sea que me
refiero a Felipillo González y a Pepillo Aznar, que, repito, en
el nombre lleva la penitencia).
Además, hablar mal de la monarquía te puede
costar, lo mínimo, que te desalojen del local, porque clavado que
se les ha ocurrido hacer el Aguascalientes en un lugar de okupás,
porque
la sede debe ser de gente digna, y, que nadie lo dude, hay más nobleza
en cualquier casa de okupás que en El Escorial.
¡Chin! Ya me metí otra vez con la realeza
y no debo hacerlo, porque cuando uno se mete en el bote de la basura acaba
oliendo a mierda, y ese olor no se quita ni con esas botellas de perfume
adulterado que venden en El Corte Inglés.
Bueno, diga sí a la piratería pero no a
la dispersión, así que retomo el hilo de este monólogo
que tiene la gran ventaja de que tú no puedes decir ni pío,
como cuando estés frente a la benemérita Guardia Civil que,
si me lo permites, ni es guardia ni es civil, pero ya se sabe que el mundo
del poder está lleno de incoherencias.
¿Qué? ¿Que ya me salí por
la tangente? Tienes razón, joder, es que la sola perspectiva de
perderme el caldo gallego recalentado que estarán repartiendo porque
no les quedó ni una pela para algo más, me pone, digamos,
inquieto.
Conquistadores y neoliberales
Te decía que la fecha de esta carta no es accidental,
que si inicio este escrito el 12 de octubre para saludar el proyecto del
Aguascalientes
es
por algo.
En algunos sectores se tiene la idea errónea de
que la situación de los pueblos indios de México se debe
a la conquista española. Y no es que Hernán Cortés
y demás rufianes de armadura y de sotana que lo acompañaron
hayan sido benévolos, pero es que, comparados con los gobernantes
neoliberales actuales, son unas hermanas de la caridad.
De los hombres y mujeres de la España digna sólo
hemos recibido la palabra hermana, la solidaridad sin condiciones, el oído
atento, la mano que ayuda, que saluda, que abraza.
Así que me perdone el padre Hidalgo, pero los zapatistas
gritamos: "¡Abajo los neoliberales! ¡Arriba los gachupines!"
Imagino que por ahí deberá estar la banda
de Cataluña que toca mal las rancheras, pero en la chamba no hay
quien les lleve el ritmo. Y también deben llegar los de Galicia,
de Asturias, de Cantabria, de Andalucía, de Murcia, de Extremadura,
de Valencia, de Aragón, de La Rioja, de Castilla y León,
de Castilla-La Mancha, de Navarra, de las Islas Baleares, de las Islas
Canarias y de Madrid. A todos ellos y ellas dales un gran abrazo de parte
nuestra, que hay para todos y todas. Porque con tantos hermanos y hermanas,
y tan grandes todos ellos, nos han crecido los brazos a fuerza del cariño
que les tenemos.
¿Qué? ¿Que he dejado fuera a los
del País Vasco? No, quiero pedirte que me permitas que haga una
mención especial de estos hermanos y hermanas.
Bien sé que ese payaso grotesco que es el autodenominado
juez Garzón, de la mano de la clase política española
(que es tan ridícula como la corte, pero sin ese discreto encanto
que da el ¿cómo ha estado duquesa? -Bien, barón, no
extraño para nada al bufón de Felipillo porque el Pepillo
es tan gracioso como aquél. Por cierto, haría bien subirse
la bragueta, barón, no vaya a ser que coja usted un resfriado, que
es lo único que se puede coger en la corte -etcétera), está
llevando adelante un verdadero terrorismo de Estado que ningún hombre
y mujer honestos puede ver sin indignarse.
Sí, el clown Garzón ha declarado
ilegal la lucha política del País Vasco. Después de
hacer el ridículo con ese cuento engañabobos de agarrar a
Pinochet (que lo único que hizo es darle vacaciones con los gastos
pagados), demuestra su verdadera vocación fascista al negarle al
pueblo vasco el derecho de luchar políticamente por una causa que
es legítima.
Y no lo digo nada más porque sí. Sino porque
acá hemos visto a muchos hermanos y hermanas vascos. Estuvieron
en los campamentos de paz. No vinieron a decirnos qué hacer, ni
nos enseñaron a hacer bombas ni a planear atentados.
Porque acá las únicas bombas son las chiapanecas
que, a diferencia de las yucatecas, nunca riman.
Porque
ahí tienes que el Olivio llega y me dice que si le regalo unos chocolates
de nuez que me dieron porque, se rumora, estoy muuuy enfermito, entonces
me recita una bomba.
"Sale", le digo al ver que los chocolates ya están
hongueados. Y el Olivio engola la voz cuando recita: "Bomba, bomba: en
el patio de mi casa hay una mata de naranjo, qué chula está
tu hermana".
Yo no me ofendo tanto por lo de mi hermana, sino por la
falta de rima y, sin embargo, le doy al Olivio los chocolates... pero en
la cabeza, porque se los aviento mientras lo persigo hasta el cansancio,
o sea hasta los primeros pasos.
Además, acá los únicos atentados
son contra el buen gusto musical cuando agarro la guitarra y entono, con
mi inigualable voz de barítono, aquella que dice "siempre que me
emborracho, palabra que algo me pasa, voy derechito a verte y me equivoco
de hamaca".
Seguro que si me escucha el Manu Chao me contrata. Claro,
todo con tal de no pagar las dos cuerdas de guitarra que reventó
cuando, en un mano a mano con los insurgentes cantaba aquella de la Vaca
Esquizofrénica. ¿O era Vaca Loca? Bueno, si anda
por ahí dale una mano a Manu y dile nomás que le perdonaremos
lo de las cuerdas cuando nos encontremos en la próxima estación
que, es sabido, se llama "Esperanza".
Y si no me contrata el Manu, entonces me voy al grupo
de la Amparo. Aunque tal vez tenga que cambiar el nombre, y en lugar de
"Amparonoia" le pondrá "Amparofobia", por aquello de que mis críticos
también se globalizan.
En fin, que para terroristas más que nada lo que
nos falta es vocación y no medios.
Pero, bueno, resulta que acá han estado los hermanos
del País Vasco y se han portado con dignidad, que es como de por
sí se portan los vascos.
Y no sé si por ahí anda el Fermín
Muguruza, pero yo me acuerdo que una vez que estuvo por acá le preguntaron
de dónde era y él dijo que "vasco", y que le vuelven a preguntar:
"¿vasco de España o vasco de Francia?" Y el Fermín
ni se inmutó cuando respondió "Vasco del País Vasco".
Y yo estaba buscando algo en vasco para mandarles como
saludo a los hermanos y hermanas de ese país, y no encontré
mucho, pero no sé si mi diccionario está bien porque busque
cómo se dice "dignidad" en vasco, y el diccionario zapatista dice
que "Euskal Herria". Ahí les preguntas si voy bien o mejor me regreso.
En fin, que lo que no saben ni Garzón ni sus patiños
es que hay veces que la dignidad se convierte en erizo, y ¡ay! de
aquel que pretenda aplastarla.
Fiesta de la rebeldía
Bueno, dije antes que el Aguascalientes debe ser
una fiesta de rebeldía, cosa que no les gusta nada a los partidos
políticos...
-¡Son un fraude! -me interrumpe Durito.
-Pero... espera Durito, aún no hablo de
los partidos políticos mexicanos.
-No es de esos fraudes de los que hablo, sino de las páginas
porno de Internet.
-Pero, Durito, en la selva no tenemos Internet.
-¿No tenemos? Me suena a Unión Europea.
Yo sí tengo. Con un poco de ingenio y otra cosita he convertido
una de mis antenas en un poderoso modem satelital.
-¿Y se puede saber, caballero andante posmoderno,
por qué las páginas porno de Internet son un fraude?
-Pues porque ni hay ni una sola con escarabajas, ya no
digas desnudos, vaya, ni siquiera con una de esas bragas de "hilo dental",
que les dicen.
-¿Bragas?
-¡Claro! ¡Joder! ¿No le estás
escribiendo a los españolistas? -dice y pregunta Durito mientras
se cala una boina.
-¿Braga? -repito yo tratando de evitar lo inevitable,
es decir, que Durito le meta mano a lo que escribo, que para eso
le sobran manos e impertinencia.
-Veamos, mmh, mmh -murmura Durito montado ya sobre
mi hombro.
-¿Ruso? ¿Le estás escribiendo a Putin?
Yo no te lo recomendaría, no vaya a ser que te aviente uno de esos
gases que ni los que tú te echas cuando comes demasiados frijoles.
Yo protesto:
-Mira,
Durito,
no empecemos a revelar intimidades,
porque ahí tengo la carta que te envió el Pentágono
pidiéndote la fórmula para la elaboración de gases
ultratóxicos.
-¡Ah! Pero yo me negué. Porque mi gas, como
mi amor, no es comprao ni vendío, sino que lo regalo, porque yo
soy desprendío y doy las cosas sin ver si se las han merecío
-dice Durito con un acento andaluz que hay que joderse.
Después
de una pausa, agrega:
-¿Y cuál es el tema de tu escrito, chaval?
-Y nada, tío, de qué va ser, de la rebeldía
y de un Aguascalientes que van abrir en los Madrides -respondo yo, contagiado
del flamenco que cunde en la champa.
-¿Madrid? ¿Cuál Madrid? ¿El
de Aznar y la Benemérita? ¿O el Madrid irreverente?
-El irreverente, claro. Aunque no sería extraño
que el Aznar quiera meter las pezuñas.
-¡Magnífico! -aplaude y baila Durito de
una forma tal que ya Federico Gar-cía Lorca resucita y le compone
la desconocida e inédita Soleá del Escarabajo Epiléptico.
Cuando termina su danza, Durito ordena:
-¡Escribe! Te voy a dictar mi ponencia.
-Pero Durito, no estás en el programa. Vamos,
ni siquiera te han invitado.
-Claro, de por sí los rusos no me quieren. Pero
no le aunque. Anda, escribe. El título es "La Rebeldía y
Las Sillas".
-¿"Las Sillas"? Durito, no vayas a salir
con otra de tus...
-¡A callar! La idea viene de un escrito que Saramago
y yo escribimos a finales del siglo pasado y se llama "Silla".
-¿Saramago? ¿Quieres decir José Saramago,
el escritor? -pregunto perplejo.
-¡Claro! O qué, ¿hay otro? Bueno,
pues resulta que ese día tomamos hasta caernos de la reiterada silla,
y ya en el suelo, con esa perspectiva y lucidez de los de abajo, le digo:
Pepe, ese vinillo pega más que la mula de Aznar -y él no
dijo nada porque estaba buscando sus lentes.
Y entonces yo le digo: -Se me está ocurriendo algo,
rápido José, que las ideas son como las alubias con chorizo,
si te descuidas, llega otro y se los almuerza.
El Saramago encontró por fin sus lentes y, juntos,
le dimos forma a ese relato, si mal no recuerdo, a principios de los ochenta.
Claro que en el crédito sólo aparece su nombre, porque los
escarabajos batallamos mucho con los derechos de autor.
Yo quiero abreviar las anécdotas de Durito y
lo apremio: -Ya está el título, que más.
-Bueno, se trata de que la actitud que un ser humano asuma
ante las sillas es la que lo define políticamente. El Revolucionario
(así, con mayúsculas) mira con desprecio las sillas comunes
y dice y se dice: "no tengo tiempo para sentarme, la pesada misión
que la Historia (así, con mayúsculas) me ha encomendado me
impide distraerme en pavadas". Así se pasa la vida hasta que llega
frente a la silla del Poder, tumba de un tiro al que esté sentado
en ella, se sienta con el ceño fruncido, como si estuviera estreñido,
y dice y se dice: "la Historia (así, con mayúsculas), se
ha cumplido. Todo, absolutamente todo, adquiere sentido. Yo estoy en La
Silla (así, con mayúsculas) y soy la culminación de
los tiempos". Ahí sigue hasta que otro Revolucionario (así,
con mayúsculas) llega, lo tumba y la historia (así, con minúsculas)
se repite.
-El rebelde (así, con minúsculas), en cambio,
cuando mira una silla común y corriente, la analiza detenidamente,
después va y acerca otra silla, y otra y otra, y, en poco tiempo,
eso ya parece una tertulia porque han llegado más rebeldes (así,
con minúsculas) y empiezan a pulular el café, el tabaco y
la palabra, y entonces, precisamente cuando todos empiezan a sentirse cómodos,
se ponen inquietos, como si tuvieran gusanos en la coliflor, y no se sabe
si fue por el efecto del café o del tabaco o de la palabra, pero
se levantan todos y siguen su camino. Así hasta que encuentran otra
silla común y corriente y la historia se repite.
-Sólo hay una variación, cuando el rebelde
topa con la Silla del Poder (así, con mayúsculas), la mira
detenidamente, la analiza, pero en lugar de sentarse va por una lima de
esas para las uñas y, con heroica paciencia, le va limando las patas
hasta que, a su entender, quedan tan frágiles que se rompan cuando
alguien se siente, cosa que ocurre casi inmediatamente. Tan, tan.
-¿Tan, tan? Pero Durito...
-Nada, nada. Ya sé que es demasiado árido
y que la teoría debe ser aterciopelada, pero lo mío es la
metateoría. Puede ser que me acusen de anarquista, pero valga mi
ponencia como humilde homenaje a los viejos anarquistas españoles,
que hay quienes callan su heroísmo y no por eso brillan menos.
Se va Durito, aunque estoy seguro que él
preferiría venirse.
Bueno, dejemos a un lado los albures. ¿En qué
estaba yo cuando esa impertinencia acorazada me interrumpió?
¡Ah!, en que el Aguascalientes es una fiesta
de rebeldía.
Y, entonces, mi querido chechenio, faltaría por
definir lo que es rebeldía.
Pudiera bastar con que echaras una mirada a todos los
hombres y mujeres que pusieron empeño en levantar ese Aguascalientes,
y
a los que asistirán a su inauguración (a la clausura no,
porque seguro eso lo hará la policía) para que obtuvieras
una definición, pero como ésta es una carta, debo intentar
hacerlo con palabras que, por muy elocuentes que sean, nunca serán
tan contundentes como las miradas.
Así que, buscando un texto que me sirviera para
eso, encontré un libro que me prestó el Javier Elorriaga.
El
librito se llama Nueva Etiopía, y es de un poeta vasco que
se llama Bernardo Atxaga. Hay ahí un poema que se llama "Reggae
de las Mariposas", que habla de las mariposas que vuelan mar adentro y
que no tendrán un lugar donde posarse porque el mar no tiene islas
ni rocas.
Bueno, que me perdone don Bernardo si la síntesis
no es tan afortunada como su reggae, pero me sirve para lo que quiero decirte:
La Rebeldía es como esa mariposa que dirige su
vuelo hacia ese mar sin islas ni rocas.
Sabe que no habrá donde posarse y, sin embargo,
su vuelo no titubea.
Y no, ni la mariposa ni la rebeldía son tontas
ni suicidas, lo que pasa es que saben que tendrán donde posarse,
que hay por ahí un islote que ningún satélite ha detectado.
Y ese islote es una rebeldía hermana que, es seguro,
saldrá a flote justo cuando la mariposa, es decir, la rebeldía
voladora, empiece a desfallecer.
Entonces la rebeldía voladora, es decir, la mariposa
marina, pasará a formar parte de ese islote emergente, y será
así el punto de apoyo para otra mariposa que ya emprende su vuelo
decidido rumbo al mar.
La cosa no pasaría más allá de una
curiosidad en los libros de biología, pero, como dijo no sé
quién, el aletear de una mariposa suele ser el origen de los grandes
huracanes.
Con su vuelo, la rebeldía voladora, es decir, la
mariposa, está diciendo ¡NO!
No a la lógica.
No a la prudencia.
No a la inmovilidad.
No al conformismo.
Y nada, absolutamente nada, será tan maravilloso
como ver la osadía de ese vuelo, apreciar el desafío que
representa, sentir cómo se empieza a agitar el viento y ver cómo,
con esos aires, no son las hojas de los árboles las que tiemblan,
sino las piernas de los poderosos que hasta ese entonces pensaban, ingenuos,
que las mariposas morían mar adentro.
Pues sí, mi apreciado moscovita, es sabido que
las mariposas, como la rebeldía, son contagiosas.
Y hay mariposas, como rebeldías, de todos los colores.
Las hay azules, que se pintan así para que el cielo
y el mar se las disputen.
Y las hay amarillas, para que el sol las abrace.
Las hay rojas, pintadas así por sangre rebelde.
Las hay marrones, que llevan así en las olas el
color de la tierra.
Las hay verdes, que es como suele pintarse la esperanza.
Y todas son piel, piel que brilla sin importar el color
que las pinte.
Y hay vuelos de todos los colores.
Y hay veces que se juntan mariposas de todas partes y
entonces hay arcoiris.
Y la tarea de las mariposas, lo dice cualquier enciclopedia
que se respete, es traer el arcoiris más abajo de modo que los niños
puedan aprender a volar.
Y, hablando de mariposas y rebeldías, se me ocurre
que, cuando estén todos ustedes en el circo, o sea en el juzgado,
frente al payaso Garzón, y les pregunten que qué hacían
en el Aguascalientes, ustedes respondan: volando.
Aunque te manden volando deportado a Chechenia, la risa
se va a escuchar hasta las montañas del Sureste Mexicano.
Y una risa, hermano, se agradece tanto como la música.
Y hablando de música, según sé el
baile del cangrejo se ha puesto de moda en los gobiernos de México,
España, Italia y Francia, y consiste, grosso modo, en mover
las caderas y los brazos en sentido inverso a las manecillas del reloj.
Y ya que estamos en manecillas, si ves a Manuel Vázquez
Montalbán dale un apretón de manos de parte nuestra.
Dile que ya me enteré de que el Fox le preguntó
si no sabía por qué estaban en silencio Marcos y los
zapatistas, y que él le contestó: "no están en silencio,
lo que pasa es que usted no oye".
De paso, le dices que las butifarras no son como los diamantes,
o sea, que no son eternas, y que las que mandó, hace tiempo que
se acabaron, y que si no se pone guapo, digamos con unos 5 kilos, entonces
a él y a Pepe Carvalho los vamos a tomar como rehenes.
No, mejor no. Porque no nos vayan a tomar por terroristas
y el Bush, de la mano de la ONU, nos aviente otra guerra "humanitaria".
Mejor que mande butifarras, yo a cambio le mando la receta del Marco's
Special que, no es por nada, el chef de su majestad (¡já!)
me ha pedido con insistencia inútil.
Bueno, ya me despido. No dejes de avisarme en cuál
cárcel los meten. Digo, para cuando pasemos por ahí.
No, no creas que será para liberarlos, sino para
asegurarnos que estén bien encerrados, porque todos ustedes están
bien locos. Mira que inaugurar un Aguascalientes en Madrid... Nomás
falta que se les ocurra hacer un municipio autónomo en la cárcel.
Por cierto, cigarros no les podremos mandar. Pero sí
tostadas y pozol, eso sí, tan dignos como ustedes.
Vale. Salud, si se trata de reinar, que reine la rebeldía.Desde
las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, octubre del 2002.
P.D. Que dice la Eva que si en el Estado Español
(así dijo, me cae) tienen videocaseteras porque quiere llevar su
colección de películas de Pedro Infante. Le dije que allá
tienen otro sistema. Ella me preguntó: "¿A poco allá
no tienen un gobierno neoliberal?" Yo no le respondí, pero ya le
digo "Comandanta Eva: ¿Qué otra cosa podía hacer?"
Otra P.D.
-No creas que no sé que también irán
al Aguascalientes rebeldes de Italia, Francia, Grecia, Suiza, Alemania,
Dinamarca, Suecia, Inglaterra, Irlanda, Portugal, Bélgica, Holanda
y etcétera. Salúdalos a todos y diles que, si se portan mal,
también los...vamos a invadir. Vamos a globalizar la tostada hongueada
y el pozol rancio. Vamos a ver cómo crece geométricamente
el número de globalifóbicos.
Vale de nuevo.
El Sup entrenándose para la travesía,
o sea, "gomitando" los chocolates con nuez hongueados que El Olivio dejó
tirados