Antes, el gobierno debe asignarle recursos: Martín Rábago
Critican prelados pretensión de que la Iglesia católica pague impuestos
MARTIN DIEGO Y JAVIER VALADEZ CORRESPONSALES
El gobierno federal no debe gravar limosnas ni el cobro por servicios religiosos que ofrece la Iglesia católica, como propuso el Partido de la Revolución Democrática; más bien debe asignar una partida especial para las causas sociales que atiende, sostuvo el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y obispo de la diócesis de León, Guanajuato, José Guadalupe Martín Rábago.
Tras oficiar una misa, el prelado dijo que las limosnas son "donativos de feligreses con la intención precisa de ayudar al culto, ayudar al mantenimiento de los ministros".
Sobre los cobros que hacen los religiosos por los servicios de culto, dice, "tienen una cuota determinada y se hacen voluntariamente, y pienso que si se toma en cuenta el servicio social de las iglesias en favor de la sociedad, deberían ser, mas bien, ayudadas por el gobierno".
Martín Rábago enumeró las instituciones que según él son sostenidas por las ayudas de la Iglesia católica "y que están al servicio de la sociedad: escuelas, dispensarios médicos, orfanatorios, asilos, comunidades muy pobres y toda esa carga social la lleva la iglesia y la feligresía contribuye en beneficio de los más necesitados".
Por otra parte, en Sinaloa, el cardenal Juan Sandoval Iñiguez hizo un llamado a los políticos mexicanos para que se pongan a trabajar y dejen de vivir del presupuesto, al referirse a la propuesta de que la Iglesia pague impuestos. "Es una tontería, pues es una institución no lucrativa al igual que la Cruz Roja y otras que son consideradas exentas de impuestos", señaló.