Rinden homenaje al cronista de la ciudad de
La Habana
Cuba cumple su compromiso de abrirse al mundo: Eusebio
Leal
Una sola plegaria es más importante para nosotros
que cien palabras, dijo al cardenal
Juan Sandoval Iñiguez Ofreció una conferencia
sobre la Iglesia latinoamericana
BLANCHE PETRICH ENVIADA
Guadalajara, Jal., 4 de diciembre. Cuando el papa
Juan Pablo II viajó a Cuba en enero de l998, pidió al presidente
Fidel Castro: ''Que Cuba se abra al mundo". Hoy, aseguró Eusebio
Leal, cronista de la ciudad de La Habana y miembro del Comité Central
del Partido Comunista Cubano (PCC), se ha cumplido ese compromiso. ''Aquí
estamos, nos hemos abierto al mundo".
La delegación cubana en pleno fue agasajada con
un banquete por el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quien elevó
una plegaria ''al padre Dios, porque se estrechen los lazos entre los dos
pueblos".
Minutos
antes, el rector de la Universidad Valle de Atemajac (Univa), Sergio Méndez
Bravo, había nombrado a Leal profesor egregio de la cátedra
José Garibli Rivera de esta casa de estudios superiores fundada
por la arquidiócesis de la capital de Jalisco.
Sandoval Iñiguez estimó que el homenaje
a Eusebio Leal, que también es miembro de la Asamblea Nacional y
uno de los pocos católicos practicantes en la dirigencia del PCC,
fue un acto de justicia. Agregó que con este gesto ''la Iglesia
que aquí está trata de acompañar las mejores causas
en el corazón de los tapatíos".
La Univa, institución confesional
El gobernador Francisco Ramírez Acuña y
el director de la Feria Internacional del Libro (FIL), Raúl Padilla,
figuraban en la lista de invitados especiales, pero no asistieron. Sí
acudieron, sin embargo, los diputados Gustavo Carvajal, del Partido Revolucionario
Institucional, y Javier Corral, del Partido Acción Nacional.
La Univa, una universidad confesional y elitista, se vistió
de manteles largos para dar la bienvenida a una numerosa delegación
de la intelectualidad cubana, más de un centenar de escritores y
otras docenas de creadores e intelectuales, además de los dirigentes
que encabezan la representación cubana en el encuentro editorial,
el presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, y el ministro
de Cultura, Abel Prieto.
El primero recordó que el cardenal de Guadalajara
''siempre ha sido un animador de las buenas relaciones bilaterales".
A los postres, Eusebio Leal tomó la palabra y transmitió
un mensaje personal del presidente Fidel Castro, para agradecer la deferencia
de esa universidad y el prelado.
''Sabemos -reconoció el intelectual cubano- de
su amistad con Cuba. Una sola plegaria suya es más importante para
nosotros que 100 palabras."
Recordó que a instancias de Juan Sandoval Iñiguez
y otros prelados, la Conferencia Episcopal Mexicana ha hecho pronunciamientos
de condena al bloqueo económico estadunidense en contra de la isla.
Teología de la confrontación
El cardenal, a su vez, bendijo los alimentos del banquete
y pronunció un padrenuestro. Entre los cubanos pocos se sumaron
a la oración, aunque todos escucharon con respeto.
El poeta Cintio Vitier, premio Juan Rulfo de la FIL 2002,
se aproximó al prelado para obsequiarle libros con su obra y -él
también católico practicante- le pidió la bendición.
Antes, en sesión solemne, Eusebio Leal ofreció
una conferencia magistral sobre el papel de la Iglesia latinoamericana
a lo largo de los siglos, desde las primeras misiones que llegaron con
los conquistadores españoles.
En el auditorio central, el historiador delineó
la ruta de la ''teología de la confrontación" que se desarrolló
al calor del choque de culturas que se produjo en las Américas en
los siglos XV y XVI, y de la transformación de los propios predicadores
de la fe al integrarse al sentir religioso de los pueblos originarios.
Habló asimismo de Tata Vasco y su primera
utopía, del culto mariano que tomó rostro indio en la virgen
de Guadalupe y del fruto que aquella fe nueva permitió a los hombres
de iglesia acompañar a los pueblos en su proceso de emancipación.
Así mencionó tanto al cura Miguel Hidalgo como a Félix
Varela, ''que defendieron el derecho de la América irredenta, el
derecho a la rebeldía para sacudir el yugo opresor".