Margo Glantz
La crisis de la educación
Algunas de las nuevas formas de subjetividad moderna han sido analizadas por Hannah Arendt en el ensayo La crisis de la educación, en el que señala cómo, ya desde el ámbito de la educación elemental, empiezan a esbozarse en la sociedad estadunidense los signos de una terrible fractura, a partir del momento en que aparecen en el sistema educativo, se produce una escisión definitiva entre el mundo de los niños y el de los adultos, situación artificial que altera las relaciones normales que la sociedad había establecido tradicionalmente, el mundo constituido por personas de todas las edades que conviven al unísono y no dentro de grupos separados, donde es la edad la que determina el comportamiento.
En efecto, quizá no haya sociedad en el mundo actual en la que la edad determine de manera tan fundamental las relaciones humanas, al grado de que los miembros de una generación alternan apenas con los miembros de las otras, como si se tratase de clases sociales estrictamente separadas entre sí, Ƒexageraría diciendo que a la manera de las castas en la India? ''La esencia de esta primera idea de base -sintetiza Arendt- es la de tomar en consideración más al grupo y no al niño en tanto que individuo".
La escisión antes mencionada coloca al niño en una situación muy precaria, puesto que no puede actuar como individuo, obviamente porque se define fundamentalmente como parte de un grupo, y ''la autoridad que un grupo ejerce, aunque sea la de un grupo de niños -concluye la filósofa alemana- es mucho más fuerte y más tiránica que la de un individuo, por más severo que éste sea. Si uno se coloca desde el punto de vista del niño tomado como individuo -agrega- advertimos que prácticamente no tiene ninguna oportunidad de rebelarse o de emprender algo por su propia iniciativa".
Ejemplos muy diversos de la historia contemporánea lo verifican, el resultado de esta política ejercida sobre los niños se ha visto muy claramente en los estados totalitarios durante regímenes como el nazismo o el estalinismo. Actualmente, podría explicar quizá, además de la venta indiscriminada de armas en Estados Unidos, las reiteradas ocasiones en que jóvenes adolescentes, y aun niños pequeños, asesinan a sus compañeros y a sus maestros.
Un ejemplo aterrador de esta disyuntiva sería la que ejemplifica el reciente documental estadunidense, filmado por Michael Moore, intitulado Bowling for Columbine, en el que se reseña la desesperada reacción de dos estudiantes marginados de su grupo que en la escuela secundaria llamada Columbine mataron con armas muy sofisticadas a varios de sus compañeros y a uno de sus maestros. La película pasa revista a otros casos de violencia en el territorio de Estados Unidos y entrevista a varios jóvenes marginados que intentaron ser distintos a los miembros de su grupo, aunque tuvieran que participar en situaciones límite, como por ejemplo la del ataque terrorista que Timothy Veigh cometió en Oklahoma, conectado indirectamente con sus experiencias en la escuela secundaria, donde, muy probablemente, como reitera Arendt con su clarividencia habitual, ''liberado de la autoridad de los adultos, el niño no lo ha sido en realidad, sino que se ha visto sometido a una autoridad aún más aterradora y verdaderamente tiránica: la tiranía de la mayoría... Los niños tienen tendencia a reaccionar contra este imperativo autoritario cayendo en el conformismo o en la delincuencia, o ambas cosas a la vez".
Creo que este análisis del origen de la delincuencia juvenil es fundamental, sobre todo ahora que en todas las naciones hay campañas y programas políticos para controlar la delincuencia. Obviamente, en nuestros países las causas son diferentes pero puede tomarse lo dicho por Hannah Arendt como punto de referencia.