Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 6 de diciembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Mundo

Pide "paciencia" frente al trabajo de los inspectores

La buena fe de Irak no es ilimitada, advierte Hussein

Crece en el mundo el descontento con EU, indica encuesta

AFP Y DPA

Bagdad, 5 de diciembre. El presidente iraquí, Saddam Hussein, pidió hoy a sus compatriotas "paciencia" frente al trabajo de los expertos en desarme de la Organización de Naciones Unidas, que calificó de "oportunidad" para que Irak demuestre su buena fe, aunque advirtió que ésta no es ilimitada.

"Lo esencial es evitar el mal a nuestro pueblo en un clima internacional de persecusión", declaró Hussein en su primer discurso público desde la llegada a Bagdad de los inspectores de la ONU hace 15 días, tras haber salido del país a finales de 1998.

El mandatario iraquí agregó que "los inspectores me darán la razón".

En este contexto, un sondeo del instituto estadunidense Pew Reserch Center encontró que a pesar del apoyo inicial después de los atentados contra Nueva York y Washington el año pasado, el descontento hacia Estados Unidos se ha incrementado alrededor del mundo, incluso en naciones aliadas y desarrolladas, y en forma mucho más dramática en aquellas con población musulmana. La consulta reveló además que si el presidente George W. Bush declara la guerra a Irak se aislaría y proovería una ola internacional antiestadunidense.

Por su parte, el diario The Washington Times informó que Estados Unidos prevé declarar oficialmente que Irak ha violado la resolución 1441 de la ONU al informar sobre las armas en su poder, y poco después Ari Fleischer, vocero de la Casa Blanca, afirmó que Washington tenía "sólidos fundamentos" para decir que Bagdad tiene armas de destrucción masiva, pese a que lo niega.

El presidente estadunidense, George W. Bush, y altos responsables de su gobierno "no afirmarían simple y llanamente que Irak tiene armas de destrucción masiva si no fuera verdad", dijo.

Bush reiteró que el presidente iraquí debe desarmarse y que los inspectores de la ONU no están ahí "para jugar al escondite".

En este contexto, Bush visitó una mezquita en Washington en un intento por acercarse a la comunidad musulmana. "Millones de nuestros compatriotas practican la fe musulmana, viven honestamente, con justicia y compasión", afirmó el mandatario en el Centro Islámico de Washington.

Interrumpen labores

Los expertos de la ONU interrumpieron sus inspecciones durante el jueves y el viernes, en virtud de que los funcionarios iraquíes encargados de acompañarlos están concluyendo el mes del Ramadán y también a la espera de que Bagdad les entregue, este sábado, la lista de sus programas de armamento que exige Naciones Unidas.

El discurso de Hussein contrastó con las declaraciones del miércoles hechas por altos dignatarios de su régimen, que acusaron a los inspectores de espiar para Estados Unidos e Israel y consideraron que Washington seguía "preparándose para la guerra".

Aceptar las inspecciones de la ONU es una forma de "resistir con hechos concretos a las pretensiones estadunidenses" dando a esos expertos "la oportunidad" de comprobar por sí mismos la buena fe de Irak, explicó el jefe de Estado.

"Por esa razón, les daremos esa oportunidad, después de la cual, si los debiluchos siguen siendo débiles y los cobardes siguen siendo cobardes, tomaremos la posición que benefice a nuestro pueblo, nuestros principios y nuestra misión", dijo a dirigentes iraquíes durante un encuntro para felicitarlos por la festividad musulmana Eid al-Fitr (final del mes sagrado del Ramadán).

A su vez, el viceprimer ministro Tarek Aziz declaró a un canal de la televisión estadunidenses que las inspecciones eran una patraña. "Cuando descubran que no hay armas de exterminio masivo buscarán otro pretexto para atacar".

El discurso del líder iraquí tuvo lugar un día después de que la ONU prolongó seis meses, por unanimidad, el programa Petróleo por alimentos, en una resolución que Estados Unidos intentó bloquear, pues quería que se incluyeran 50 nuevos productos en la lista de artículos cuya importación se prohíbe en Irak.

El Washington Times afirmó que se hará la acusación formal de que Irak ha violado la resolución 1441 si el próximo domingo ese país no entrega determinadas armas a los inspectores de la ONU. El diario señaló que el gobierno estadunidense "no tratará de declarar la guerra en ese momento, sino que es un medio para presionar a los inspectores para que aumenten sus esfuerzos", según declaraciones de una fuente oficial anónima.

Los inspectores no sufren sólo la presión de Washington, sino la acusación de funcionarios iraquíes de que estarían realizando labores de espionaje para Estados Unidos.

El diario The New York Times señaló que el Departamento de Defensa estadunidense quiere movilizar a 10 mil reservistas en los próximos días, que estarían destinados a misiones en el extranjero. Según el rotativo, en caso de que Bush decida lanzar un ataque contra Bagdad, se calcula que podrían incorporarse a la ofensiva un número semejante al que se movilizó en la "primera guerra del Golfo".

En Bruselas, el subsecretario estadunidense de Defensa, Paul Wolfowitz, expuso ayer ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cuatro grandes ámbitos en los que Washington quiere que la alianza coopere en caso de conflicto, señalaron hoy fuentes diplomáticas y responsables de la alianza.

Según esas fuentes, las áreas son: utilización de los medios colectivos de que dispone la OTAN, como los aviones de radar Awacs; una ayuda logística al país que decida, a título individual, enviar tropas; asistencia a Turquía en caso de agresión por parte de Irak; y un papel de ayuda humanitaria para después del conflicto.

Wolfowitz "no reclamó una ayuda militar inmediata", sino que "más bien sugirió las cuatro áreas en las que pensaba que la OTAN podía colaborar", declaró el secretario general de la alianza, George Robertson.

Por su parte, el secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, advirtió este jueves que la ONU no puede permtir que Irak ignore otra resolución si quiere seguir siendo una institución relevante.

Indicó las opciones a las que se enfrenta el presidente iraquí Saddam Hussein cuando se acerca la fecha límite del 8 de diciembre para que Bagdad haga una declaración completa de sus programas de armas de destrucción masiva. "Puede decidir que el juego terminó y abrir su país", para convertirlo en un "miembro responsable de la comunidad mundial", o bien "puede seguir mintiendo", indicó Rumsfeld.

Por su parte, el ministro británico del Exterior, Jack Straw consideró que "no será este fin de semana cuando podamos declarar que Irak se encuentra en clara violación o (por el contrario) conforme" (con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU), declaró el funcionario durante una conferencia de prensa.

"Declarará, sin duda, que no posee armas de destrucción masiva, o bien llenará su declaración con detalles insignificantes para que los inspectores sigan falsas pistas", estimó. Si eligiera una u otra alternativa cometería un grave error", dijo Straw.

Rechazo a la guerra

Una encuesta publicada hoy en París por el International Herald Tribune indicó que si Bush declara la guerra contra Irak, los aliados se alejarían y se promovería una ola de repudio internacional contra Estados Unidos.

Según el sondeo del instituto estadunidense Pew Research Center, aunque europeos y rusos ven a Hussein como amenaza, están mayoritariamente opuestos a emplear la fuerza militar contra él.

Así, 79 por ciento de los rusos, 71 por ciento de los alemanes y 64 por ciento de los franceses están contra un ataque. Incluso en Gran Bretaña, el principal aliado estadunidense, 47 por ciento de los encuestados dijeron estar contra una ofensiva militar, y otro 47 por ciento se declaró en favor.

Asimismo, un estudio de la agencia Harris reveló hoy que 81 por ciento de los estadunidenses cree que el presidente iraquí no cooperará con los inspectores de desarme de la ONU, y más de la mitad cree que la consecuencia será un ataque militar encabezado por Estados Unidos.

Si el líder iraquí dificulta la tarea de los inspectores de la ONU, 57 por ciento dijo estar en favor de un ataque militar encabezado por Estados Unidos contra Irak.

Harris entrevistó a 2 mil 200 adultos en Estados Unidos y la encuesta tiene un margen de error de más o menos 2 por ciento. Además, 97 por ciento de los encuestados dijo estar, ya sea "muy confiado" o "bastante confiado" en que Bush tomará la decisión adecuada respecto del uso de la fuerza militar en Irak.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año