Se solidariza con Letras Libres
Señora directora: Cuando, al finalizar en
la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara mi plática
en homenaje a mi querido Juan José Arreola, hice las declaraciones
sobre Cuba, que tan gentilmente destacó La Jornada, no tenía
conocimiento de lo sucedido en la misma FIL durante la presentación
de la revista Letras Libres.
Después de leer la protesta al respecto que publicó
Letras Libres -apoyada por varias personas a quienes respeto y admiro,
entre ellas Enrique Krauze y algunos de sus colaboradores-, tengo algo
que decir:
Confirmo ciento por ciento todas mis declaraciones, y
lamento profundamente el incidente. Está muy bien que la FIL sea
un foro para la libre expresión, y no tengo ninguna base para dudar
de los hechos denunciados por Letras Libres. No me constan, pero
los creo posibles: si algo escasea en este mundo es la moderación;
si algo abunda es la agresividad.
Sin embargo, me parece una falta de cortesía -y
un hecho políticamente incorrecto, para usar una expresión
de moda- aprovechar un foro de esta naturaleza para atacar, con razón
o sin ella, al gobierno de un país que es el invitado de honor del
nuestro, de México. Cuba fue invitada por una universidad pública,
la segunda del país: la nuestra, la mía, la de Guadalajara.
Siempre es posible celebrar un foro simultáneo
en la misma sede, es decir, en la misma ciudad, para desahogar con entera
libertad cualquier crítica.
Se trata de una cuestión elemental de cortesía,
de buen gusto, de elegancia. Por supuesto, es mejor libertad sin elegancia
que elegancia sin libertad. Pero no están reñidas, pueden
coexistir.
La diplomacia en nuestras relaciones con los nacionales
de otros países no sólo debe ejercerla el gobierno: es tarea
de todos a quienes nos incumba el prestigio de la hospitalidad mexicana.
El ejemplo ya lo dio el cardenal Juan Sandoval Iñiguez.
Atentamente.
Fernando del Paso
Propone homenaje a Chávez Morado
Señora directora: Quisiera aprovechar la
cobertura tan amplia que La Jornada concede al aspecto cultural
para hacer algunas reflexiones sobre el reciente fallecimiento del pintor
José Chávez Morado. El maestro tenía algunos años
casi inmovilizado, no obstante, seguía pintando.
Indudablemente, su muerte significa una gran pérdida
no sólo para Guanajuato, sino para México, pues personas
tan entregadas a crear espacios culturales no nacen todos los días.
Enumerar todos los centros que le debe su estado natal, es decir, los más
importantes, y en Silao fundó el único museo frente a decenas
de cantinas con que cuenta la ciudad.
Con la muerte del maestro Chávez Morado están
desapareciendo hombres y mujeres que aunque no participaron directamente
en la lucha armada de 1910, sí absorbieron lo más positivo
de esa etapa de México, como son sus actuaciones en las misiones
culturales y como maestro de muchas generaciones de pintores grabadores
y escultores.
El valor de su obra plástica se encuentra presente
en muchos edificios públicos e instituciones particulares de México
y del extranjero, como Bulgaria.
En el arte y la cultura no debe haber valladares ideológicos
para reconocer valores; el maestro José Chávez Morado merece
un gran homenaje nacional.
Adolfo Mexiac Calderón
Precisiones de Székely a nota sobre medio ambiente
Señora directora: Desearía hacer
algunas puntualizaciones en relación con la nota escrita por el
reportero Enrique Méndez y publicada en la página 49 de su
prestigiado diario el 5 de diciembre.
En primer lugar, me gustaría precisar que yo participé
como invitado a un acto académico que es parte del programa de estudios
avanzados en desarrollo sustentable y medio ambiente de El Colegio de México.
Por ello, esta carta tiene como propósito manifestarle mi desaliento
porque los comentarios que hice ante los participantes del citado programa
hayan sido usados fuera de contexto, articulando un discurso diferente
al que presenté en ese foro académico.
Ciertamente, la línea de mi participación
fue muy crítica, tanto del contexto histórico en el que se
ha dado la gestión ambiental, como de los retos que como sociedad
y gobierno tenemos que asumir en la materia.
Para mí, ser parte del equipo del presidente Fox,
y en particular de la Semarnat, representa una oportunidad para contribuir
a la superación de los desafíos ambientales de nuestro país.
Por lo tanto, asumo plenamente la propuesta ambiental de este gobierno,
a cuya construcción he contribuido y en la que creo, por lo que
no puedo aceptar que se me atribuyan consideraciones que me ubican como
opositor a una política en cuya ejecución cumplo un papel
activo y comprometido.
Agradeceré a usted, por la importancia que para
mí tiene el diario a su cargo, publique estas putualizaciones.
Atentamente,
Doctor Francisco Székely, subsecretario de Planeación
y Política Ambiental de la Semarnat
Respuesta del reportero
Señora directora: El miércoles acudí
a El Colegio de México a cubrir la reunión del doctor Francisco
Székely con investigadores del programa LEAD. He leído con
atención las quejas del funcionario de la Secretaría del
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Alega falta de profesionalismo, pero podemos confrontar
los dichos del funcionario público con la grabación que tanto
él como yo tenemos del discurso y de las dos rondas de preguntas
y respuestas.
Lamento el lenguaje que utiliza, porque no corresponde
al que esperaríamos de un profesional.
Entre quienes me acusan de haber tergiversado las declaraciones
de Székely está el maestro Gustavo Carvajal Isunza, quien
hizo expresa referencia al recorte de casi 500 millones de pesos que sufre
el presupuesto de la dependencia para 2003, en la propuesta de la Secretaría
de Hacienda. Y enseguida preguntó: "¿Cómo creer que
hay un compromiso del gobierno con el medio ambiente?"
Esa pregunta dio pie a la respuesta de Székely,
reproducida en este periódico el día de ayer. ¿De
quién es entonces la mala fe y la mala voluntad?
Más aún, el profesor Boris Graizbord pretendió
dar línea a sus compañeros al inicio de la sesión,
cuando les pidió no hablar de política. Sin embargo, fue
el propio Székely quien más tarde afirmó que el presidente
Vicente Fox le dio a la Semarnat "un poder político que no tenía,
porque nada se aprueba si no pasa" el visto bueno de la dependencia.
Insisto: tienen en su poder la grabación del intercambio.
Ojalá pudieran escucharla nuevamente, con la atención y el
cuidado que el caso amerita.
Enrique Méndez
Reconoce enseñanzas del
doctor Leonel Fierro del Río
Señora directora: Hace 10 años falleció
el doctor Leonel Fierro del Río, alumno extraordinario y después
maestro emérito de la Escuela Médico Militar. Impartió
la cátedra de las enfermedades de las glándulas de la secreción
interna (endocrinología), y con sus amplios conocimientos y sus
trabajos experimentales despertó interés permanente en el
conocimiento y divulgación de una enfermedad hasta entonces poco
atendida: la diabetes mellitus. En su clases invariablemente insistió
en su importancia como problema de salud, haciendo énfasis en sus
complicaciones, que finalmente eran la principal causa de muerte en quienes
la padecían. Nunca se fatigó por aconsejar sobre la importancia
de instruir, educar e informar a los enfermos y a protegerlos de los charlatanes,
que todavía pululan por doquier. Durante su carrera profesional
y premédica acaparó "monótonamente" siempre el 10
en sus calificaciones, y entre sus compañeros era señalado
como "el matemático de la medicina". Por haber obtenido siempre
10 de calificación en sus estudios, el presidente Díaz Ordaz
le entregó una medalla de oro.
Yo tuve el privilegio de ser su alumno, y en los años
subsiguientes recibí el premio de su amistad, de sus consejos y
el ejemplo de su comportamiento ético insuperable. Entre los recuerdos
y las deudas inolvidables que de él tengo, me gustaría compartir
con mis colegas médicos, en particular con los jóvenes, una
enseñanza invaluable.
Cuando en cierta ocasión lo felicité por
la precisión de su diagnóstico y el excelente resultado terapéutico
obtenido, me dijo: Raúl, no me felicites. Los médicos progresamos
equivocándonos cada vez menos y no acumulando éxitos terapéuticos,
porque éstos son minoría. Te aconsejo que anualmente hagas
una encuesta de tus errores y equivocaciones, si al compararlos con tu
ejercicio en años anteriores aprecias que se reducen, e inclusive
que algunos desaparecen, esto indica que estás progresando. Acepta
siempre tus errores y busca el mecanismo que intervino en su origen, a
fin de que lo corrijas con oportunidad e impidas su repetición,
si es posible. Pues bien, señora directora, aplicando su consejo
disminuyeron mis errores, y pienso que mejoró la calidad de la atención
médica impartida, deseando que fuera óptima, aun cuando esto
no pude lograrlo, dado lo complejo de la ciencia médica y mis muchas
limitaciones y deficiencias.
Fierro del Río fue "un fuera de serie", y es de
los profesores que ya fallecidos continúan enseñando. Sus
amigos, discípulos y pacientes nunca lo olvidaremos.
Dr. Raúl Fernández Doblado. Profesor
emérito de la Escuela Médico Militar