La máxima casa de estudios recibirá recursos por 13 mil 929 millones de pesos en 2003
Menos de 5 por ciento, el aumento real a presupuesto de Poli y UNAM
El IPN, entre las instituciones más afectadas, ya que sólo le aprobaron $300 millones más
Además deberá regresar los fondos autogenerados por su vinculación con áreas productivas
KARINA AVILES Y JOSE GALAN
Con la asignación de recursos aprobada por la Cámara de Diputados, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) logró un aumento presupuestal en términos nominales de 7.6 por ciento con respecto al año anterior, al pasar de 12 mil 937 millones a 13 mil 929 millones de pesos para el ejercicio 2003.
En términos reales, el incremento en el subsidio para la UNAM sería de 4.6 por ciento, si se toma en cuenta una inflación de 3 por ciento para el año que está por comenzar.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN), por su parte, recibirá un incremento nominal de 5.3 por ciento a su presupuesto, que al descontar la inflación programada de 3 por ciento para el año entrante quedará en un aumento real de sólo 2.3 por ciento, además de que deberá pagar en "impuestos sustitutos" 200 millones de pesos, al igual que en este año, y "devolver" a la Tesorería de la Federación otros 200 millones en recursos autogenerados.
De acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2003, la UNAM recibirá recursos por 13 mil 929 millones de pesos, el Instituto Politécnico Nacional 5 mil 928 millones, la Universidad Autónoma Metropolitana 2 mil 678 millones y los centros de investigación mil 252 millones.
Recursos extras
En 2002 el subsidio federal otorgado a la UNAM ascendió a 12 mil 937 millones de pesos, además que la universidad generó recursos propios por mil 169 millones, lo que representó un total de 14 mil 106 millones.
Por funciones, el presupuesto universitario se distribuyó de la siguiente manera durante el año que finaliza: a la docencia se destinaron 8 mil 468 millones, equivalentes a 60 por ciento de los recursos totales; al nivel superior, que incluye los programas de licenciatura y posgrado, se destinó 45. 9 por ciento, en tanto que al bachillerato y al nivel técnico se le asignó 14.1 por ciento, repartición aprobada por el Consejo Universitario en marzo pasado.
Los recursos dedicados a la investigación para este año representaron 3 mil 604 millones de pesos, equivalentes a 25.6 por ciento del presupuesto total. Para la difusión cultural y la extensión universitaria se destinaron mil 73 millones, que significan 7.6 por ciento del total.
Para la gestión institucional se programaron 960 millones de pesos, correspondientes a 6.81 por ciento del presupuesto total.
Los egresos de la UNAM se distribuyeron de la siguiente forma: al pago de remuneraciones del personal académico y administrativo se destinaron 6 mil 589 millones de pesos, 46.7 por ciento del presupuesto total; al pago de prestaciones personales, programas de estímulos y programas de becas se asignaron 4 mil 760 millones, 33.8 por ciento del total; para el gasto de los diversos servicios de operación se programaron 904 millones (6.4 por ciento); a la compra de artículos y materiales de consumo correspondieron 356 millones (2.5 por ciento); a la adquisición de mobiliario y libros y revistas técnicas y científicas, 291 millones (2 por ciento), y a la conclusión de obras de infraestructura se canalizaron 124 millones (0.9 por ciento) del presupuesto total.
Las erogaciones condicionadas al ingreso, como son los ingresos extraordinarios que generan las dependencias universitarias y los programas de colaboración académica, se estimaron en mil 80 millones, correspondientes a 7.7 por ciento del total.
Nulo avance
En el caso del IPN, que cuenta con 174 mil alumnos y casi 30 mil trabajadores, los avances en el presupuesto fueron casi "invisibles". El Ejecutivo federal envió una propuesta de presupuesto para el año fiscal 2003 de 5 mil 628.5 millones de pesos -prácticamente los mismos recursos que en 2002-, pero la Cámara de Diputados le destinó 300 millones de pesos más, con lo que la cifra se colocó en 5 mil 928.5 millones de pesos, es decir, 5.3 por ciento más que en el periodo anterior en términos nominales.
Sin embargo, al descontar la inflación y sin que se dé a conocer aún el monto de aumentos salariales para el próximo año, el IPN tendrá un incremento real de 2.3 por ciento para hacer frente tan sólo al gasto corriente y al fortalecimiento de sus actividades sustantivas, pero prácticamente no tendrá nada para inversión, como en este año.
Cabe recordar que la Escuela Superior de Ciencias Biológicas se encuentra en paro técnico, precisamente por no contar con la materia prima necesaria para desarrollar sus actividades.
Además, por su personalidad jurídica, el IPN debe "regresar" cada año a la Tesorería de la Federación los recursos autogenerados por su vinculación con diversas áreas productivas o dependencias oficiales, como es el caso de la tinta indeleble utilizada por el Instituto Federal Electoral en las elecciones federales en todo el país, lo que ha desalentado la búsqueda de fuentes de ingresos entre los investigadores y académicos.
Además, desde el año pasado la Secretaría de Hacienda le impuso "impuestos sustitutos" por 200 millones de pesos, que también deberá pagar en el ejercicio fiscal 2003, además del recorte presupuestal que por mil millones de pesos enfrentó en 2002.