Reducción de 8% de su sueldo, una de las principales

Denuncian empleados de Santander Serfin liquidación de prestaciones

PATRICIA MUÑOZ

Instituciones de la banca extranjera que se asociaron con instituciones crediticias mexicanas han llevado a cabo liquidación de prestaciones a sus trabajadores, desconocimiento de sus sindicatos y reducción de su planta laboral, tanto de confianza como de sindicalizados. Es el caso de Santander-Serfin, que anunció ya de manera unilateral la disminución de sus beneficios laborales y que implica, entre otros, la reducción de 8 por ciento de su salario mensual y la renuncia al pago de tiempo extra, además ha hecho obligatoria la dimisión y nueva contratación con esta empresa.

Este banco anunció a los trabajadores -al igual que la mayor parte de instituciones extranjeras fusionadas- la modificación y liquidación de beneficios, como vales de comida, despensa y gasolina, además del pago único de aguinaldo. También desaparece la tasa de interés preferencial en los préstamos hipotecarios para la compra de automóvil y de bienes de consumo duradero que otorga a los empleados, a los cuales ahora les cobrará la tasa de interés interbancario de equilibrio (TIIE), es decir, a la libre fluctuación del mercado.

La empresa determinó homologar los contratos colectivos de trabajo a la baja y no a la alta, es decir, otorga a los trabajadores de los dos bancos la menor prestación que recibían. Aquellos que se niegan a aceptar esta reducción de sus beneficios se les amenaza con que serán despedidos.

Documentación presentada por los trabajadores de este banco -en la que inclusive se presenta el nuevo formato de recontratación que se está ofreciendo a los empleados, así como copia de los acuerdos tomados por los directivos revela que se pretende abaratar sus remuneraciones de manera considerable.

Por ejemplo, la liquidación de vales de despensa para estos trabajadores significa en realidad la desaparición del 8 por ciento de su salario mensual; la liquidación de vales de comida y gasolina reduce varios puntos el ingreso neto; y al quitarles la tasa de interés preferencial, se les da un trato de "clientes" y no de empleados.

Los trabajadores señalan que nunca se negoció con el sindicato o con alguna representación de trabajadores la renuncia a las prestaciones, por lo que de acuerdo con el artículo 33 de la Ley Federal del Trabajo es nula esta renuncia a sus salarios y prestaciones. Además está consagrado en la Constitución que el nuevo patrón debe asumir todas las obligaciones contraídas con los trabajadores, por lo que Santander, en su calidad de nuevo patrón, tendría que retomar los compromisos que se tenían con los trabajadores de Banca Serfin y que están establecidos en su contrato colectivo de trabajo.

Práctica desaparición del sindicato

De manera adicional prácticamente se ha desaparecido el sindicato de trabajadores de Serfin y se les está afiliando al de Santander, so pretexto de que quien no acepte no trabaja. También se ha manejado que se reconocerá la antigüedad a todos los empleados; sin embargo, esto no es un logro ni conquista sindical, mucho menos una dádiva, es simplemente una obligación patronal contraída al momento de comprar el banco.

El sindicato de Santander, por su parte, ha aceptado la liquidación de las prestaciones y hasta publicita que conjuntamente con este banco "se han logrado desarrollar grandes proyectos de beneficio colectivo". No obstante los trabajadores están laborando jornadas mayores a lo legalmente establecido, sin pago de tiempo extra y se les obliga a acudir a trabajar en días de descanso sin pago alguno.

También se reducen los beneficios respecto de los créditos; se establece un esquema de incentivos que sólo ha servido como argumento de presión para las categorías a las que se destina y disminuyen los apoyos por fallecimiento de un trabajador. Inclusive los ejecutivos salieron perjudicados porque les redujeron la entrega mensual de ayuda para gasolina, de 900 a 300 pesos.

También desaparece el 20 por ciento del salario mensual para quienes laboran jornada nocturna, junto con el pago de todo el tiempo extra (la mayoría de los departamentos operan jornadas de entre 10 y 12 horas, según la información de los trabajadores.