La compañía Tamerantong se presentará en abril en San Cristóbal de las Casas
Zorro el Zapato visitará Chiapas
Niños de zonas pobres de París darán una serenata a Emiliano Zapata en Oventic
DE LA CORRESPONSALIA
Paris, 17 de diciembre. En marzo de 2001, hará pronto dos años, llegó a la ciudad de México la Marcha del Color de la Tierra, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; también, procedente de este lado del mar, arribó otra caravana, portadora de la tradición de los teatros y de los barrios populares de París: la compañía Tamerantong (en español: Tumadrenchanclas), invitada especialmente por el subcomandante Marcos.
Era un conjunto de niños del barrio de Belleville, de 6 a 12 años, que corrían la gran aventura de representar la fantasía teatral Zorro el Zapato ante los niños y los adultos de México. Fueron cuatro funciones inolvidables en el Teatro de la Juventud, ante más de 6 mil espectadores (muchos más no pudieron entrar), que aplaudieron de pie a los niños actores "de todos los colores", en su mayoría hijos de inmigrantes. En una función especial en la Escuela Nacional de Antropología e Historia repitieron escenas de la obra ante los y las comandantes zapatistas, que no pararon de reírse detrás de sus pasamontañas.
Pues bien, los Tamerantong (o sea, los Tumadrenchanclas) se preparan para volver a México, adonde llegarán en abril de 2003 para presentar cuatro funciones de Zorro el Zapato en el Teatro de la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas.
Como culminación de esta gira, el 10 de abril llevarán una serenata a Emiliano Zapata, representando Zorro el Zapato en Oventic, donde proyectan montar toda la adecuada escenografía. Con otra novedad: la compañía estará integrada en esta ocasión por niños de Mantes-la-Jolie, zona de los suburbios pobres de París.
Con el objetivo de reunir fondos para el viaje (pues no tienen apoyos oficiales ni dinero abundante), el domingo pasado, ya en temporada navideña y pleno invierno de París, organizaron una serenata a Zapata en el Café de la Danse, en un callejón del barrio de La Bastilla, lugar de reunión de artistas, músicos y gente de teatro.
La sala se llenó hasta los topes. Se sucedieron en la cálida escena -luz roja tamizada sobre fondo negro, colores de los zapatistas y de las rebeliones parisinas- músicos como Sergent García y su grupo, la cantante Sanseverino con sus canciones iconoclastas, otros como la Grande Sophie, La Capitana, Balbino, la cuentista Myriam Pellicane, mientras el público entraba y salía, coreaba las canciones y bailaba, comía y discutía. También hablaron al público de la resistencia indígena en Chiapas el sociólogo Yvon Le Bot y la cineasta Carmen Castillo.
Desde las 3 de la tarde hasta las 10 de la noche pasadas, el viejo Café de la Danse en La Bastilla se pobló de familias marginadas, jóvenes rockeros, artistas, gente del barrio y niños alborotados. En uno de esos momentos, en una subasta apasionada, los asistentes se arrebataron máscaras y disfraces de anteriores espectáculos o dibujos de moneros amigos, cuyos precios oscilaron desde dos euros hasta uno imbatible de 250.
ƑQué se propone ahora esta compañía popular de actores niños? La directora de la compañía, con una gran sonrisa dice: "El proyecto Zorro el Zapato en Chiapas significa dar alas a los niños de la compañía, a sus familias, a sus cuates, a su barrio... Implica también abrir Mantes-la-Jolie hacia otro horizonte. Este espectáculo es la prueba, por los mismos niños, de que su ciudad no es sólo violencia, desamparo y futuro cerrado, como tantas veces se la define.
"Tamerantong quiere presentar esta obra en las montañas, para la gente de maíz. Porque la chispa zapatista es la que, en cada función, prende el fuego de Zorro el Zapato en el escenario público de París desde 1999. Los niños lo entienden y su esperanza de ir a actuar a Chiapas es inmensa."