Reacción a las críticas al gobierno por el caso del Prestige
Diputados del PP abandonan en bloque sesión del Congreso español
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 18 de diciembre. El gobernante Partido Popular (PP) decidió ausentarse en el Congreso español de la sesión de control sobre la crisis ecológica y socioeconómica que afecta a Galicia desde hace un mes, luego de que se hundió el buque petrolero Prestige con 77 mil toneladas de petróleo, al tiempo que la Costa da Morte amaneció de nuevo teñida de negro y con olor a combustible en al menos cinco de sus playas.
La bancada de diputados del PP, tras pedir al vocero de la oposición su dimisión por criticar la gestión del gobierno ante la crisis, se ausentó de la Cámara al tomar la palabra el opositor socialista Jesús Caldera, a quien acusó de manipular la información pública que señala al gobierno como responsable de ordenar alejar de la costa gallega el buque que a la postre desató la catástrofe en Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco.
El diputado socialista Alvaro Cuesta advirtió a Mariano Rajoy, vicepresidente primero del gobierno y responsable de coordinar la respuesta a la crisis, que "como demócrata y luchador antifranquista lo que ha sucedido en el Congreso es lo más grave desde el 23-F", en alusión al 23 de febrero de 1983, cuando ocurrió un intento de golpe militar en el Congreso por parte de las fuerzas militares nostálgicas del franquismo.
El gobierno español anunció un gasto presupuestario por 230 millones de euros destinado a paliar los daños provocados por la catástrofe del buque petrolero. En una comparecencia ante una comisión del Congreso el ministro de Economía, Rodrigo Royo, advirtió que esa cifra puede cambiar "sustancialmente al alza" en las próximas semanas, ya que hay recursos suficientes para enfrentar esta crisis.
A su vez, el presidente del gobierno, José María Aznar, pidió a sus ministros que se abstengan de irse de vacaciones durante las fiestas navideñas, al pedirles que permanezcan "muy atentos" al desarrollo del peor desastre ecológico en los últimos años ante las costas españolas.
En Washington, reportaron medios locales, durante un encuentro entre Aznar y el presidente estadunidense George W. Bush, éste expresó "su más sentido pésame" al pueblo de Galicia, la zona más dañada por el naufragio, y dijo que Estados Unidos entendía las "preocupaciones sobre los efectos del derrame de petróleo".
Aznar agradeció a su anfitrión por el "ímpetu personal" que impuso a la ayuda estadunidense a España, en medio de esa crisis ambiental, y agregó que en las reuniones con los principales asesores de Bush, Madrid recibió "ofertas de apoyo incondicional para lidiar con el desastre".
Las autoridades españolas designaron al Instituto Francia de Investigación para la Explotación del Mar, propietario del batiscafo Nautile, que inspeccionó el precio del Prestige, a fin de que se encargue de tapar las grietas del petrolero de las que sigue escapando fuel-oil. Por esta misión el instituto recibirá una cifra de 1.2 millones de euros.
Este día la Costa de la Muerte, en el extremo noroeste de Galicia, amaneció de nuevo teñida de negro, por tercera vez en un mes. Los esfuerzos de los voluntarios y de los militares en la zona de la catástrofe han sido insuficientes en las labores de limpieza, pues faltan medios, voluntarios y tecnología adecuada.