REPORTAJE /ESTRATEGIA ELECTORAL PRIISTA EN EL EDOMEX
El PRI acude a ex panistas, al PVEM y hasta a "jurar por Dios"
Al estilo Big Brother, designó candidatos de acuerdo con la intención del voto
Los sufragios no se ganan por situaciones corporativas; si alguien no está conforme y busca la candidatura de otro partido, las puertas están abiertas, dijo Pastor Medrano a priístas
ISRAEL DAVILA, SILVIA CHAVEZ RENE RAMON Y JAVIER SALINAS CORRESPONSALES
Por primera vez en su historia, el PRI mexiquense se declaró incapaz de recuperar por si sólo los espacios perdidos en 2000 frente al PAN, que, ayudado con el efecto Fox, logró colocarse como la segunda fuerza de la entidad y gobernar varios de sus municipios más importantes. Ante esta circunstancia, el dirigente estatal del tricolor, Isidro Pastor Medrano, se dio a la tarea de convencer a los priístas de aceptar candidaturas externas para edil y competir en las elecciones del 9 de marzo aliados a otra fuerza política.
La estrategia aplicada por Medrano estaba diseñada desde antes de que asumiera el líderazgo en el tricolor, ya que en su corta estancia como diputado local logró fracturar al blanquiazul para, a la postre, utilizar a sus desertores como abanderados priístas a las alcaldías más importantes en disputa. Así, el PRI ha postulado a cinco diputados ex panistas para los comicios que renovarán los 124 ayuntamientos y las 45 diputaciones locales.
Pastor Medrano diseñó un inédito proceso de selección de candidatos al estilo Big Brother para que los abanderados priístas a alcaldes fueran los mejor posicionados entre el electorado de cada municipio.
En abril, 11 meses antes de los comicios, el PRI arrancó su maquinaria electoral con una impresionante campaña de publicidad sobre su proceso de selección. A la convocatoria se inscribieron más de 2 mil personas, entre militantes y miembros de la sociedad civil, quienes, aprovechando la apertura del tricolor, vieron su oportunidad para alcanzar alguna alcaldía o diputación.
Tras el primer filtro realizado por la comisión para el desarrollo del proceso interno, mil 125 se quedaron, quienes por más de cuatro meses fueron capacitados en diversas materias como mercadotecnia, manejo de medios, administración municipal y conocimientos básicos del partido.
Periódicamente, los aspirantes fueron sometidos a diversas evaluaciones y a encuestas para saber quiénes tenían la mejor intención del voto para así depurar la lista de precandidatos. Incluso les fueron practicados exámenes antidoping.
Los externos
En septiembre, la comisión para el desarrollo del proceso interno determinó que de los mil 125 precandidatos fueran seleccionados 375, de los cuales saldrían los abanderados a 115 presidencias municipales de las 124 en disputa. Las ocho restantes serían para candidatos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), con el que firmaron un convenio de coalición.
En el caso de Atenco, el PRI determinó no postular candidato hasta el momento, por la situación que prevalece en el municipio.
A partir de esta decisión vinieron las complicaciones, ya que en estos ocho municipios: Atizapán de Zaragoza, Zinacantepec, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, Coyotepec, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla y Tecámac, surgieron protestas de militantes priístas que no querían aceptar a los externos.
Pastor Medrano les dio de plazo todo septiembre para revertir la tendencia del
voto, ya que los aspirantes priístas a dichos ayuntamientos no garantizaban el triunfo del partido. Los resultados fueron los mismos, por lo que determinó que sus candidatos fueran externos y formalizó con el Verde Ecologista la posibilidad de postular sus abanderados en alianza.
Fue así como cinco diputados independientes lograron la postulación por la alianza PRI-PVEM. De ellos, Leonardo Bravo, quien buscará la presidencia de Zinacantepec; Domingo de Guzmán, la de Nicolás Romero; Juan Abad, por Coyotepec; Aarón Urbina, por Tecámac, son ex panistas, y el ex perredista Antonio Cabello abanderará al PRI-PVEM en Nezahualcóyotl.
En Tlalnepantla, la alianza postuló a Abel Lucero, ex panista que fue relegado por el presidente municipal Rubén Mendoza, y en Cuautitlán Izcalli se designó a Héctor Pablo Morales, a quien el alcalde Fernando Covarrubias, del PAN, le cerró la puerta para la candidatura por ese partido, a pesar de que se desempeñaba como secretario del ayuntamiento. En Atizapán de Zaragoza se nombró a Eduardo Mendoza Ayala, hermano del actual edil panista de Tlalnepantla.
Premios de consolación
Para evitar inconformidades, en octubre el dirigente del tricolor estatal convocó a los 375 precandidatos que sobrevivían al proceso interno, de los cuales saldrían 115 más.
Pastor Medrano los hizo jurar "por Dios, por la patria y por sus hijos" que respetarían los resultados que diera a conocer la comisión para el proceso interno el domingo 20 de ese mes. Asimismo se comprometió con los que no fueran electos a abrirles espacios en las administraciones municipales y hasta en el gobierno del estado, o bien los invitó a registrarse como aspirantes a las diputaciones y regidurías.
El 20 de octubre Luis Felipe Puente, presidente de la comisión, dio a conocer los nombres de quienes representarían a la alianza PRI-PVEM en los comicios locales, y recalcó que la designación se dio con base en los resultados de las encuestas que realizó Consulta Mitovski en cada municipio para conocer la intención del voto para cada aspirante.
Asimismo se valoraron los resultados de las evaluaciones que practicó el ICADEP sobre conocimientos del partido y los exámenes sicométrico y sicológico que realizó la empresa GL Consultores, así como el de manejo de medios, a cargo de Ulises Beltrán, ex asesor salinista.
Entre los abanderados a presidentes municipales dados a conocer ese domingo prevalecieron ex funcionarios de las administraciones municipales priístas, profesores agremiados al Sindicato de Maestros al Servicio del Estado, diputados locales y federales e incluso, personajes que ya ocuparon alcaldías, como los casos de Tonatico, donde se postuló a Laurencio Salvador Cruz Vázquez, quien en dos ocasiones ha gobernado esa demarcación, y Polotitlán, donde Oscar Garfias Lara ya ocupó el cargo.
En Chimalhuacán, el candidato del PRI será Miguel Angel Casique Pérez, identificado con el grupo Antorcha Campesina, del cual proviene el actual alcalde, Jesús Tolentino Román Bojórquez. Sin embargo, los antorchistas no pudieron extender su feudo, ya que Maricela Serrano, esposa de este último, no fue electa en Ixtapaluca.
En Tlatlaya, el cacique Felipe Beltrán sufrió un revés, ya que en su lugar fue designado candidato Víctor Manuel Rojas, mientras que en Tejupilco, a pesar de la rabieta y las movilizaciones que organizó el diputado local Leobardo Varela, el PRI designó a Isael Villa Villa, ex dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina.
No obstante, existen casos donde los caciques impusieron su ley, como en Joquicingo, donde fue designado Teódulo Zetina Segura, quien es sobrino del actual alcalde. El peso político de algunas personalidades hizo al comité directivo inclinarse por algunos candidatos, como en Toluca, donde se postuló a Ernesto Monroy, a quien se vincula con el ex gobernador Emilio Chuayfett; en Ecatepec, Eruviel Avila consiguió la candidatura con el apoyo del obispo Onésimo Cepeda; en Huixquilican, David Korenfield será el abanderado gracias al respaldo del grupo Los golden boys, y en Jocotitlán se postuló a María del Carmen Peralta Quintero, hermana de Carlos Peralta, dueño del consorcio IUSA.
Una sorpresa fue la designación de Octavio Rangel Carmona por Mexicaltzingo, quien hace unos meses abandonó la cárcel, donde estuvo acusado de ocupación de bienes destinados al servicio público, luego de mantener tomado el edificio del ayuntamiento por más de seis meses.
A pesar de estas designaciones no se dio una inconformidad importante, salvo los casos de Chalco y Naucalpan, por las postulaciones de Salvador Castañeda y César Nomar Gómez Monge, un joven de 19 años, estudiante del ITAM, quien apenas hace unos meses se afilió al PRI.
En Chalco, la disputa personal entre el edil Luis Enrique Martínez Ventura, quien impulsaba a Miguel Angel Luna, y Salvador Castañeda llevó al PRI a la escisión. Primero los inconformes presionaron al partido cerrando la carretera México-Puebla. No obstante, ante la amenaza de denunciarlos ante las autoridades, llamaron a consejo municipal para desconocer al candidato. El presidente de la comisión para el proceso comentó que, por estatutos, este consejo político no tendría validez, por lo que llamó a los inconformes a sumarse al abanderado.
En Naucalpan, el líder de los burócratas mexiquenses, David Parra, quien también anhelaba ser postulado, movilizó a sus seguidores y tomó el comité municipal. Sin embargo, Pastor Medrano advirtió: "no vamos a ceder a chantajes ni a presiones de ningún tipo, y señaló que las inconformidades han sido personales, no de grupo. Deben entender que el enemigo no está dentro del partido, sino afuera. "Los votos no se ganan por situaciones corporativas; si existe alguien que no esté conforme y que esté buscando la candidatura por otro partido, las puertas están abiertas, pero desertar no les garantiza que van a ganar", apuntó.
-ƑNo le preocupan las fracturas?
-Nos interesa mantener la unidad, pero que no sea de pantalla. La unidad es sacrificio, y hay grupos que vociferan unidad y en los hechos hacen lo contrario. Si hubo algún daño por el proceso de selección lo conoceremos en los comicios, pero después de 2000, Ƒqué más podemos perder? No quiero decir que no nos interesen, pero a todos les hemos dado alternativas para que busquen las regidurías, las diputaciones, e incluso les hemos ofrecido espacio en las administraciones municipales, y hasta en el gobierno del estado, porque reconocemos que son gente valiosa.
Así, el priísmo mexiquense intentará recuperar los espacios perdidos en 2000. Las encuestas realizadas por el partido lo ubican con 35 por ciento de la intención del voto, porcentaje similar al del PAN, pero confían en que el 6 por ciento de los sufragios que les dará la alianza con el PVEM será suficiente para obtener la mayoría de los municipios.
Actualmente el PRI gobierna 72 ayuntamientos, y el objetivo, a decir de Pastor Medrano, es conservar los que tiene y recuperar al menos 20 en manos de la oposición.
"Mi meta es recuperar la votación histórica que consiguió el PRI en 1994, con un millón 800 mil votos, pero sobre todo, convencer a la sociedad de que en el partido las cosas no son iguales."
El corredor azul
En la zona conurbada al poniente del Distrito Federal, donde se ubican 10 municipios gobernados por el PAN, la dirigencia estatal del tricolor determinó aplicar una nueva fórmula en la designación de sus candidatos, haciendo coalición con el PVEM, al que concedió la designación de aspirantes, desplazando a grupos priístas tradicionales y viejos cacicazgos políticos.
Con el Verde Ecologista el PRI pactó una alianza en el corredor azul para nombrar abanderados en Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Nicolás Romero. En tanto que en Naucalpan, Huixquilucan, Cuautitlán, Melchor Ocampo y Tultepec designó a militantes priístas. Estos últimos municipios son importantes por su número de electores y actividad económica, y en ellos el PAN restó espacios políticos a los priístas desde 1993.
En Tultitlán, el Revolucionario Institucional eligió al panadero José de Jesús Montes Gómez, incipiente líder de colonos, quien desde 2002 encabezó movimientos vecinales contra el alcalde-actor, José Antonio Ríos Granados.
En Atizapán de Zaragoza, donde el PVEM también designará candidato común con el PRI, trascendió que el abanderado sería el empresario Manuel Adonai Vargas o Mireille Roccati, ex presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Importante el PVEM en el corredor azul
María Cristina Moctezuma Lule, diputada federal y dirigente del PVEM en la entidad, consideró que su partido es visto con agrado en municipios conurbados al Distrito Federal y que, de acuerdo con las encuestas, se conoció que en esta región el verde obtendría 6.5 por ciento de los sufragios, "votos que podrían hacer la diferencia y dar el triunfo al PRI en esta región", dijo.
La cara contraria
La desbandada masiva de militantes del PRI, inconformes con su dirigencia por la designación de candidatos, abrió una oportunidad única al PRD para romper el abanico tricolor, que antes de su proceso interno parecía consolidado en la zona oriente mexiquense, al gobernar históricamente municipios como Chalco, Chimalhuacán y Chalco.
En este escenario, nada fácil, la designación del abanderado en Chalco parece ser la mejor decisión que en la región tomó la cúpula del PRI. Como candidato, el empresario Francisco Osorno Soberón, cuya corta experiencia dentro de las filas del tricolor le ha valido mantener un historial limpio, no es bien visto entre las distintas corrientes que operan en ese lugar.
En Chimalhuacán, Antorcha Campesina resultó beneficiada con la elección de Miguel Angel Cacique Pérez, actual secretario del ayuntamiento y ex síndico de la localidad. Según militantes del PRI, el abanderado tiene mejor capacidad para operar políticamente, a diferencia del alcalde Jesús Tolentino Román Bojórquez, a quien se considera mejor negociador. Además, aunque Guadalupe Buendía Torres, La Loba, enfrenta una sentencia por los hechos de violencia pos electoral en esa localidad, aún hay varios de sus simpatizantes que buscan despojar del poder a los antorchistas.
Candidato del obispo
Según los inconformes con la designación de Eruviel Avila Villegas en Ecatepec, éste pertenece al grupo denominado Río de Luz, que encabeza el ex alcalde Alfredo Torres Martínez, cuya organización tiene estrechos vínculos con el ex gobernador mexiquense César Camacho Quiroz y una relación estrecha de amistad con el obispo Onésimo Cepeda Silva.
Aarón Urbina Bedolla aspira a ser alcalde de Tecámac por segunda ocasión, ahora como abanderado del la alianza PRI-PVEM. Es considerado uno de los políticos de mayor influencia en el municipio. Como comerciante mueblero comenzó su carrera política en el PRI, partido al que renunció para lograr ser alcalde de Tecámac por el PAN en el trienio 1997-2000.
