Fracaso económico, no artístico,
expresa la actriz
Cerró Reyes Spíndola el Foro Stanistablas;
"era un gigoló"
ARTURO CRUZ BARCENAS
Los dramas del teatro. Tras cinco años de persistencia,
de tratar de mantener vivo un proyecto, a pesar de las pérdidas
económicas, por querer presentar obras teatrales alternativas, propositivas,
con actores que aunque aún desconocidos ven en el arte algo más
que el éxito de taquilla, el Foro Stanistablas cerró sus
puertas, por decisión de la productora, directora y actriz Patricia
Reyes Spíndola.
En
entrevista previa a la función de gala por las cien representaciones
de La casa de Bernarda Alba, en el teatro Independencia, el pasado
sábado, Reyes Spíndola habló firme, sin nostalgia.
"Tras cinco años llega un momento en que dices: ¡ya, ya! ¿no?
No lo digo como si hubiera sido un fracaso, porque éste sería
si yo cumpliera 70 años y me dijera que siempre quise tener un teatro
y nunca lo pude tener. Aquí se trata de que voy a tener 70 años
y voy a decir que tuve un teatro y qué mal negocio es. Bueno, la
vida me dio la oportunidad de tener un teatro.
"Si antes la función de los productores de teatro
me parecía importantísima en estos medios, ahora me parece
más, sobre todo por lo que implica en términos de impuestos,
de pagos por esto y aquello. Todo pareciera que quieren que no existan
espacios como el de nosotros, pequeños, alternativos. No nos dan
la más mínima posibilidad de seguir trabajando."
Habrá una fiesta
El Foro Stanistablas se inauguró el 21 de julio
de 1995. "Ya está cerrado y yo voy a hacer una fiesta a final de
mes para tomarnos una copa de champaña en el espacio y cerrar un
ciclo bonito de experiencia. Hay tristeza como artista, pero como persona
no. No se puede sostener un espacio de teatro alternativo en esta ciudad.
No hay cabida. Nos cobran los mismos impuestos, aunque nosotros cobremos
sólo 50 pesos, porque trabajábamos para estudiantes.
"Me duele que se pierda el espacio común, donde
yo pensé que podía trabajar cosas especiales. No sólo
pensé en los demás; también fui egoísta y que
podía, yo, hacer cosas exquisitas de teatro. Ahora sé que
si quiero hacerlas debo juntar mi dinero para rentar un teatro. Pero ya
no tendré la presión de que mes con mes tengo que pagar el
teléfono, la renta, la luz y todo eso."
-¿El cierre del Stanistablas refleja la crisis
del teatro en México?
-¡Claro que sí! Los teatros pequeños
no sobrevivimos. Hay obras que tienen cinco años en cartelera. Tal
vez no tuve la cabeza del productor de encontrar qué llevar (y que
permaneciera). Llevé (al Stanistablas) lo que llevé. Tampoco
voy a pensar de otra manera. Si el sueño artístico no se
realiza el sueño económico se vuelve una pesadilla.
Reyes Spíndola lleva un año dándole
el adiós al Stanistablas. El dolor se ha diluido con el paso del
tiempo. "También no lo quise cerrar antes de acabar de pagarle a
Televisa, que me había prestado el dinero. El balance económico
es negativo; artísticamente, positivo. Espero que haya otras personas
que sigan con este tipo de proyectos, pero yo ya no. En mi escuela hice
un teatrito muy pequeño que se llama Pita Amor, con 40 butacas."
Le es difícil decir cuántas obras se presentaron
en el Stanistablas en cinco años de historia, pues algunas duraron
una semana, un mes. Ella produjo tres: Las criadas, de Jean Genet;
Dos gardenias, de Fernanda Villeli, y Forever, de Rafael
Buñuel, con las direcciones de Adriana Roel, la propia Patricia
y Arturo Ripstein. "Todas bien puestas, bien de todo. ¡Y en todas
perdí (dinero)!"
"Ese teatro era un gigoló. Ya no quise tener,
mantener, a ese gigoló", finalizó la actriz.