México, sin apoyar al "eje París-Berlín", se inclina por una respuesta "multilateral"

Francia y Alemania, firmes en el Consejo de Seguridad contra un ataque a Irak

Powell insiste: este fin de mes es la fecha límite; pide a la ONU "asumir responsabilidades"

DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES

Nueva York, 20 de enero. Francia y Alemania -el "eje París-Berlín"- se pronunció hoy firme y públicamente contra una intervención militar en Irak, rechazando así demandas de Estados Unidos para que el Consejo de Seguridad adopte los próximas pasos con la finalidad de iniciar una guerra contra ese país.

Luis Ernesto Derbez, en su presentación ante la comunidad internacional como nuevo canciller mexicano, decidió adoptar una posición más diplomática y cautelosa. En un aparente indicio de un cambio en la posición de México en este debate, Derbez se limitó a insistir en una respuesta "multilateral" y no ofreció apoyo a la postura franco-alemana, como México lo había hecho antes.

En una sesión ministerial del Consejo de Seguridad para debatir el papel de la ONU ante el terrorismo, el secretario de Estado, Colin Powell, reiteró la posición de Washington de que este organismo debe considerar que este fin de mes es la fecha límite para que Irak se desarme bajo la amenaza de una acción bélica para obligarlo a cumplir con esta demanda.

"No debemos encogernos de hombros ante nuestros deberes y responsabilidades cuando se nos presente el informe la semana entrante", dijo Powell. Una y otra vez el jefe de la diplomacia estadunidense insistió en que el Consejo de Seguridad debe asumir "su responsabilidad", y que la resolución del consejo es la "última oportunidad".

Los inspectores de armas de la ONU presentarán un informe "preliminar" el próximo día 27 ante el Consejo de Seguridad. El debate en el organismo se ha centrado en si esa fecha representa o no un límite para determinar si Irak ha cumplido con la resolución para deshacerse de sus presuntas armas de destrucción masiva.

Pero el ministro de relaciones exteriores francés, Dominique de Villepin, expresó que "una intervención militar es la peor solución" y que Francia mantendrá esta posición hasta "el final". Agregó que "en caso de una segunda resolución (ante el Consejo de Seguridad para responder a Irak) no nos asociaremos con una intervención militar que no sea apoyada por la comunidad internacional. Hoy creemos que nada justifica la consideración de una acción militar".

Alemania, que no es miembro permanente del Consejo, pero que ejerce influencia por ser un poderoso miembro de la comunidad europea, fue más tajante al rechazar una opción militar. Joschka Fischer, ministro de relaciones exteriores, afirmó: "estamos muy preocupados porque un ataque militar contra el régimen de Bagdad involucraría riesgos considerables e impronosticables para la lucha global contra el terrorismo... Estas son las razones fundamentales para nuestro rechazo de acción militar".

Fueron dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad con poder de veto, Francia y China, quienes manifestaron su oposición a los llamados estadunidenses para adoptar este fin de mes una decisión inmediata para obligar a Irak a desarmarse bajo amenaza del uso de fuerza. El canciller de China, Tang Jiaxuan, declaró a la prensa que el 27 de enero -fecha para la entrega del informe de los inspectores de armas- no marcaba "un punto final al trabajo de las inspecciones, más bien era un nuevo comienzo", y subrayó la posición china de brindar más tiempo a los inspectores para que puedan rendir sus conclusiones.

Pero la posición del "eje París-Berlín" representa el más fuerte desafío a la postura de Washington, por tratarse de dos de los países más poderosos de la comunidad europea. Esto, junto con el inesperado anuncio de que los jefes de inspección y el régimen de Saddam Hussein habían concluido un nuevo acuerdo de 10 puntos, con lo cual se ofrece la imagen de mayor cooperación iraquí, debilita el juego estadunidense para lograr un "consenso" y ofrecer una justificación creíble para su anunciada pretensión de lograr un cambio de régimen en Bagdad.

Todo esto transcurrió durante una sesión ministerial del Consejo de Seguridad dedicada oficialmente al combate del terrorismo, cuyo tema fue Irak. Los 15 miembros del Consejo de Seguridad, la mayoría de los cuales estuvieron representados por sus respectivos cancilleres, ofrecieron discursos reafirmando sus compromisos en la lucha contra el terrorismo, y adoptaron una nueva resolución concretando los logros desde el 11 de septiembre del 2002 hasta la fecha y prometiendo hacer más.

Fue en este foro donde Derbez tuvo su estreno ante la comunidad internacional como canciller, con un discurso en el que reiteró la posición de su gobierno de buscar una respuesta multilateral al nuevo enemigo mundial y reafirmar, como todos los demás, su "condena a todo acto o manifestación de terrorismo". Subrayó la posición de México en favor de la "prevención de los conflictos y la solución pacífica de las controversias" en la lucha antiterrorista.

En su discurso Derbez afirmó que la lucha antiterrorista tiene que respetar el derecho internacional, incluyendo la Carta de Naciones Unidas, y los derechos humanos. Sin embargo, en su presentación formal, Derbez no se refirió al caso de Irak en particular, y señaló después que el tema a consideración era el terrorismo en general.

En breve entrevista a las afueras del Consejo, Derbez repitió la misma respuesta sobre la postura de México ante el debate entre Estados Unidos y otros miembros del Consejo: "cualquier solución desde el punto de vista del ataque al terrorismo, México buscará que sea multilateral".

También señaló, en referencia a Irak, que "México acepta cualquier acción que sea prudente para evitar algún conflicto bélico". Sin embargo, no indicó si apoyaba o no la postura de Francia y Alemania, ni abundó más en el tema.

Ahora, esta sede de la ONU espera la presentación del informe de los inspectores el 27 de enero y una sesión más del Consejo de Seguridad citada para el próximo día 29, la que deberá considerar ese informe. De aquí a finales de mes, el gran debate sobre paz o guerra, intervención o más tiempo, continuará, con el "eje París-Berlín" marcando un polo y Washington el otro. México pronto tendrá que definir de qué lado está en este juego.