En Villa de Alvarez el daño se concentró en tres manzanas
Luto y frustración, tras la tragedia
Para los pobladores la ayuda no llega; sólo ven a militares removiendo cascajo
VERONICA GONZALEZ Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y ENVIADO
Villa de Alvarez, Col., 23 de enero. El ensordecedor ruido de la maquinaria del Ejército, que ha llegado a recoger las toneladas de escombros que dejó el temblor, irrumpe en la solemnidad del velorio de Elvira Virgen. Apenas hace posible escuchar la súplica de su hermana, María del Socorro, a los militares para que le den unas horas más antes de terminar de derrumbar su vivienda, que peligrosamente amenaza el cruce de la calle Guillermo Prieto y Aldama.
Una día nada más para ver si puede rescatar por lo menos las escrituras que avalen que esas ruinas fueron de su hermana. Ocupada en elevar plegarias por el eterno descanso de Elvira, no ha podido darse un tiempo para desafiar la gravedad y el destino y poder ver si con su marido puede sacar algo de la vivienda de dos pisos que se vino abajo.
''Mire que a mi hermana todavía la tengo tendida...'', explica, y consigue la anuencia del capitán del 29 batallón de infantería de la 20 Zona Militar con el inapelable argumento de que a las tres de la tarde es el sepelio.
A pesar de que su casa sufrió el más espectacular derrumbe del barrio de San Isidro, es apenas una de las decenas de casas devastadas en apenas tres manzanas. El colapso de la casa de junto le costó la vida a su hermana, que alcanzó a salir de la vivienda, pero -''ya estaba de Dios''- aun en la calle la alcanzó la marquesina y la desnucó, según narra sin matices su pariente.
Con las huellas en la cara que le dejó el inútil intento por salvar a su padre, Daniel González, de 99 años, Tomás González, de 63, ya sólo contempla el agitado trajinar de la gente en un ir y venir por desenterrar lo que aún pueda servir para algo.
Recuerda que aún lo sacó vivo, ''pero pues la edad se lo llevó y ya no lo soportó; le cayó una viga y murió en el hospital'', relata.
Hay quienes de plano el temblor sólo les dejó la frustración de perderlo todo, otros sienten algo de consuelo, porque al menos les dejó muebles y aparatos electrodomésticos útiles, mismos que los aferran al barrio día y noche, a pesar del peligro de las réplicas. No quieren perder en un robo lo que les respetó el temblor.
Mientras, la televisión no deja de recordarles la desgracia en la que está Colima, y los voceadores les venden los periódicos en los que se refleja su desventura y la síntesis de sus males. La gente comienza a impacientarse. Sienten que la ayuda no llega como debiera, pues sólo se ven militares removiendo cascajo.
Entre los centenares de personas que deambulan por la calle acarreando escombros y pertenencias aún útiles, la gente del municipio y de Protección Civil ronda por la zona. Despachan cartelones de "clausurado" por doquier. Es la alerta para evitar que la gente reocupe las casas dañadas y el vaticinio de que serán demolidas.
La fuerza del temblor no despeja las interrogantes de por qué el daño se concentró en tres manzanas.
Postrada sobre la banqueta, Bertha Rodríguez no sale de su asombro por la devastación de una parte del barrio, pero también por el enorme agujero que le dejó en su vivienda y que le da la certidumbre de que no fue sólo el temblor lo que provocó el desastre.
Ahora, con la casa en ruinas, recuerda una vieja anécdota que le contó su hermano hace años, cuando llegaron al barrio. "Un día me dijo que se le había ido un puerco por un agujero y que por ir a buscarlo descubrió que en el subsuelo había cuevas. Entonces él me juró que cabía parado por los hoyos de allá abajo".
Junto con sus vecinas, que supieron entonces del suceso, tiene la certeza de que eso no fue un mito y que hoy es una de las razones por las que se acrecentaron los daños. Hace tres décadas, el suelo donde se asentó esta parte del barrio fue una mina de arena para construir ladrillos.
''ƑCómo iba a soportar, si abajo esta todo agujereado?'', tercia María Pamplona de González antes de que el llanto la desborde.
José Carlos Vargas, maestro de profesión, da testimonio, cuadras adelante, de lo profundo de las grietas que se han abierto en el suelo. "Viera que anoche había una fuga de agua y nada más se oía al fondo como se iba el agua". En segundos reporta cinco hoyos en media cuadra y advierte que si les van a ayudar, que mejor los reubiquen.
''O si de plano nos van a dejar aquí que le rellenen bien, que le hagan un buen estudio al suelo, porque si esta vez nos salvamos, otra vez no.''
El desafío de la tierra
Unas cuadras más allá, Adelfino Godínez Padilla asegura que el temblor le precipitó sus dolores físicos y le partió el corazón. Años de sacrificios para pagar el suelo. "Que si abonaba los 20 o los 30 pesos, lo que podía a costa de no comer para venir a terminar así".
Eso sí, no oculta que sabía bien dónde se vino a vivir. Puede jurar que le echó "45 camionadas de piedra para rellenarle bien", que le puso "unos castillos de tres metros, para apalancarla bien", que le había puesto varillas bien reforzadas y "gasté mucho material para que aguantara bien los dos pisos".
Treinta años después la tierra le cobró el desafío. Y aunque su casa "no se derrumbó, sí se ladeó mucho", para él es irrecuperable. "Mire usted -dice ya sin detenerse a las preguntas-, yo no sé leer, pero con ser ignorante no lo soy tanto. El ingeniero está pendejo, pues dice que con una reforzada la casa queda bien''.
Adela Arias, la panadera del barrio, le acongoja no sólo la pérdida de la vivienda -"que ya de por sí era la más grande de aquí y que ya no podemos habitarla"-, sino también el horno y su panadería que tenía en la planta baja.
-ƑUsted cree que me lo puedan reponer todo? -pregunta entre la angustia y la desesperanza.
Casi enfrente, Francisco Alvarez, "maestro de obra", es el único de la familia que se ha quedado a resguardar sus pertenencias en una vivienda que ya ha sido sentenciada por los peritos. La leyenda "clausurada" anticipa la inminente demolición.
Con la experiencia que le dan los años en la albañilería, dice que el perito tiene razón. No hay remedio para su vivienda, que construyó hace más de dos décadas. En él, más bien hay un dejo de resignación, pues ya de plano ha optado por no sacar nada, sólo vigilar que no entren y se lleven sus cosas.
No ha movido nada, ni siquiera el cuadro de la milagrosa Virgen de Talpa, que sólo pende de bruces aferrada a un clavo.
-ƑY sí es muy milagrosa?
-šPor lo menos, de esta sí nos salvó!
Moreno Peña asegura que habrá ayuda de los gobiernos federal, estatal y municipales
Impacienta a damnificados por el sismo la incertidumbre sobre apoyos
Mañana estará listo el padrón de afectados y el listado de viviendas dañadas en Colima
VERONICA GONZALEZ Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y ENVIADO
Villa de Alvarez, Col., 23 de enero. El gobernador Fernando Moreno Peña anunció que los damnificados del sismo de 7.6 grados Richter que sacudió esta entidad el pasado martes recibirán créditos y subsidios de los tres niveles de gobierno para reconstruir o reparar las más de 10 mil viviendas afectadas en los seis municipios que fueron declarados en estado de emergencia por el Sistema Nacional Prevención de Desastres.
En una reunión que sostuvo con ha-bitantes de Villa de Alvarez, el mandatario colimense informó que el próximo sábado estará concluido el padrón de damnificados y el listado completo de las viviendas dañadas en los municipios de Colima, Coquimatlán, Tecomán, Armería, Ixtlahuacán y Villa de Alvarez, y ese mismo día se entregarán a la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, quien vendrá acompañada del secretario de Educación, Reyes Tamez Guerra.
Moreno Peña interrumpió su discurso para responder una llamada que recibió por teléfono celular. Un par de minutos después, el gobernador expresó: "disculpen ustedes, pero un millón de pesos no se puede dejar ir. Era una llamada de Banorte, que acaba de donarnos un millón de pesos". El anuncio fue acogido por los asistentes con un aplauso.
El Ejecutivo estatal informó también que como resultado de la reunión que sostuvo la mañana de ayer con el presidente Vicente Fox en Los Pinos, Nacional Financiera ofrecerá un programa especial de créditos a largo plazo para la reparación de comercios y la adquisición de mercancías, en tanto que el Fovissste y el Infonavit ampliarán su oferta de créditos para la reparación, construcción y reconstrucción de viviendas dañadas por el sismo.
Moreno Peña pidió a los damnificados paciencia y los exhortó a que se organicen, se mantengan unidos y se ayuden unos a otros. "Ustedes solos no van a poder salir adelante, nosotros solos tampoco, necesitamos estar unidos y dejar a un lado los asuntos individuales, pues en estos momentos el verdadero problema, además de las 21 vidas que se perdieron, son las más de 10 mil viviendas afectadas, pues mil de éstas quedaron inservibles".
Por su parte, el director de Atención a Zonas de Emergencia de la Secretaría de Desarrollo Social, José Luis Escalera, dijo en entrevista que los apoyos para la reparación y reconstrucción de viviendas comenzarán a fluir una vez que se tenga listo el padrón de las casas dañadas. Paralelamente se elaborará un programa de reconstrucción y se realizarán estudios sísmicos para determinar la calidad del suelo.
De acuerdo con la información proporcionada por el presidente municipal, Felipe Cruz Calvario, en Villa de Alvarez hay al menos 2 mil viviendas dañadas por el sismo. Muchas serán demolidas en los próximos días por personal del Ejército, ante el peligro de que se derrumben con una nueva réplica. Otras han sido clausuradas por la autoridad municipal, y aunque sus moradores no están adentro, permanecen en calles y banquetas para cuidar sus pertenencias.
En la reunión que Moreno Peña sostuvo con mil habitantes de Villa de Alvarez, en el casino de Los Burócratas, los damnificados no ocultaron su impaciencia y le preguntaron cómo llegará la ayuda. "ƑSerá un apoyo o será un crédito para reconstruir las viviendas?, le planteó una mujer.
El gobernador respondió: "serán créditos y subsidios, dependiendo de la situación de cada familia, pero eso no lo podremos determinar hasta que tengamos listo el padrón; pero no se preocupen, los gobiernos federal, estatal y municipal los vamos a apoyar".
Un padre de familia que perdió su vivienda expresó su preocupación porque la próxima semana tiene que inscribir a sus hijos en la Universidad de Colima y no tiene dinero para pagar las cuotas. En respuesta, el mandatario anunció que el gobierno del estado pagará las cuotas de los estudiantes damnificados y ofrecerá becas a los niños que hayan perdido a alguno de sus padres.
"Nosotros vivimos en el fraccionamiento Villas Colimán, y aunque ya tenía cuarteaduras, éstas se acentuaron con el sismo. Tenemos créditos del Fovissste y queremos que nos apoye para que se haga válido el seguro", pidió una mujer.
Moreno Peña manifestó que por conducto de los gobiernos federal y estatal se está promoviendo que las aseguradoras respondan para que reparen las viviendas dañadas y pidió a los damnificados que no tengan dónde quedarse que recurran a los albergues, para que no duerman a la intemperie, y que reporten al ayuntamiento las fugas de agua y las carencias de energía eléctrica para que sean atendidos de inmediato.
Ayer por la tarde el servicio de energía eléctrica estaba regularizado en 95 por ciento y el suministro de agua en 90 por ciento. Con apoyo de camiones del ayuntamiento villalvarense la gente comenzaba a trasladar sus pertenencias a casas de amigos y familiares para evitar robos, delito sobre el que hasta el momento no se han registrado ninguna denuncia. Asimismo, Moreno Peña anunció que el próximo lunes se reanudará la actividad escolar en la mayor parte de los planteles, con excepción de aquellos donde los peritajes indiquen que existen riesgos.
Instrucciones presidenciales
Horas antes de salir de gira a Europa, el presidente Vicente Fox sostuvo una reunión con parte de su gabinete para acordar el inicio de las tareas gubernamentales en la reconstrucción en Colima, estado que resultó afectado por el sismo del martes. En la reunión se definieron, asimismo, las acciones de apoyo en alimentos y recursos para los 30 mil damnificados en esa entidad.
En un comunicado, la Presidencia informó que el mandatario instruyó a los secretarios de Gobernación, Santiago Creel Miranda, y de la Defensa Nacional, general Ricardo Clemente Vega García, a coordinarse para el arranque de un programa de reconstrucción.
La oficina de comunicación social de Los Pinos precisó que será Creel "el responsable de vigilar el cabal cumplimiento" de dar atención a las "demandas apremiantes" de vivienda, abastecimiento de agua y energía eléctrica, así como de apoyo a los comercios dañados.
Señaló que, en tanto, la Secretaría de Desarrollo Social iniciará también la reconstrucción de casas habitación en tres modalidades, de acuerdo con los daños: reparar, reconstruir de manera parcial o, de ser necesario, optar por una vivienda nueva.
Respecto a las peticiones de los campesinos que cultivan limón, Fox ofreció que el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, viajará a Colima para "evaluar y resolver con rapidez los posibles daños ocasionados por el sismo".
En el caso de los comercios dañados, el Presidente instruyó al director de Nacional Financiera, Mario Laborín, para que ponga a disposición de los comerciantes un sistema inmediato de crédito y financiamiento.
El ánimo del gobierno federal, expuso la Presidencia, es "que los colimenses, así como las poblaciones afectadas en otros estados, salgan adelante lo más pronto posible".
Daños "mínimos" en la infraestructura de comunicaciones, afirma la dependencia
Hay "normalidad" en el sistema de carreteras: SCT
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que los servicios del sector a su cargo en los estados de Colima, Jalisco, Nayarit, Guerrero y Michoacánoperan "con toda normalidad", tras el sismo del pasado martes.
Aunque la dependencia consideró como mínimos los daños causados a la infraestructura carretera, portuaria, de ferrocarriles y aeropuertos en las entidades, el reporte se generó 36 horas después de haberse registrado el fenómeno.
"En los estados de Nayarit, Michoacán y Guerrero no se reportan daños en el sector, a excepción de interrupciones momentáneas de energía eléctrica y de telefonía, mismas que fueron restablecidas. En todos los estados mencionados la SCT aplica un operativo urgente de revisión de toda la red carretera y ferroviaria, así como de las condiciones estructurales en puentes, aeropuertos y puertos", se manifestó en un comunicado oficial.
Según la SCT, el mayor daño en las carreteras de Colima se registró en el tramo Colima-Tecomán, donde los derrumbes se ubican entre los kilómetros 17 al 26. El carril con sentido a Tecomán fue cerrado al tránsito vehicular.
También se registraron "pequeños agrietamientos" en nueve puentes, "daños menores" en cuatro y "leves" asentamientos en otros cinco. Destacan el puente superior del ferrocarril de la vía Irapuato-Manzanillo, así como el paso vehicular del entronque Jiquilpan, del libramiento de la capital estatal, el cual se encuentra cerrado al tránsito.
"Los daños observados en dichas infraestructuras no representan peligro alguno para los usuarios y sólo requieren de trabajos menores. El puente Coahuayana, ubicado en el kilómetro 239 de la carretera Playa Azul-Manzanillón registró daños en sus topes antisísmicos; se iniciaron los trabajos de reconstrucción y se estima abrirlo a la circulación el próximo lunes", se informó.
Zapotitlán, el municipio más afectado de la entidad
Dañó el temblor mil 82 casas en Jalisco; 85 más, destruidas
Prefiere el gobierno estatal "esperar unos días" para hacer una reconstrucción ordenada en zonas castigadas
CAYETANO FRIAS, ERNESTO MARTINEZ Y CARLOS CAMACHO CORRESPONSALES
El gobierno de Jalisco informó que el sismo que se originó la noche del martes frente a las costas de Colima dejó al menos mil 82 viviendas dañadas y 85 totalmente destruidas en 24 municipios. En tanto, las autoridades michoacanas reportaron que sólo 35 casas se derrumbaron y 100 tuvieron afectaciones menores.
Sin embargo, el alcalde de Zapotitlán de Vadillo, Jalisco, Rogelio Alvarez González, señaló que conforme visitan las comunidades han encontrado una afectación "incalculable", porque ese municipio fue el más castigado de la entidad.
Explicó que el número de damnificados crece conforme valoran los daños, pero la ayuda no fluye con rapidez, lo que perjudica a los habitantes.
"La verdad los daños son incalculables, ayer lo constatamos, son muchísimas casas destruidas en la cabecera municipal, delegaciones y agencias municipales. La cifra de 150 viviendas desplomadas anunciada en un principio fue superada con amplitud", precisó. Alvarez González dijo que el miércoles por la tarde se instaló un albergue en su municipio, en el cual durmieron más de 300 personas.
Por su parte, el director de Protección Civil de Autlán, Ignacio Arroyo Verástegui, confirmó que sólo en ese municipio son más de 280 las viviendas dañadas y no han recibido ningún apoyo económico de los gobiernos federal y estatal.
Ambos hicieron un llamado a las autoridades y a la sociedad porque necesitan con urgencia alimentos no perecederos, medicamentos, cobijas, catres y todo tipo de material para construcción.
Por su parte, Héctor Pérez Plazola, secretario general de Gobierno de Jalisco, dijo que en esos 24 municipios son mil 82 viviendas las afectadas, y 85 están totalmente destruidas.
Rechazó que haya lentitud en el flujo de información, argumentando que "no es fácil recorrer 124 municipios" y respecto a que los apoyos no se canalizan con rapidez, explicó que "es mejor esperar dos o tres días para iniciar la reconstrucción de manera ordenada".
Reconoció que hay tres municipios con problemas de suministro del servicio de energía eléctrica: Zapotitlán de Vadillo, Tolimán y Cuautitlán, este último afectado sobre todo en las comunidades nahuas de la sierra de Manantlán. Aseguró que la cifra de damnificados no supera las 750 personas en todo el estado.
Sin embargo, un dato que contradice al secretario general es que éste reporta sólo 17 edificios escolares afectados en todo Jalisco, cuando Protección Civil informó el miércoles que habían contabilizado daños en 80 planteles.
Recorre Cárdenas Batel zona afectada
El gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, recorrió las zonas afectadas. En la comunidad Palos Marías se le informó que 35 casas resultaron destruidas, y en la población de El Ranchito cinco viviendas quedaron inhabilitadas.
En El Ticuiz, Boca de Apiza, San Vicente, Camalote, San Miguel del Río y La Esperanza, municipio de Coahuayana, ubicado en los límites con Colima, las autoridades municipales reportaron que hay más de 100 viviendas con daños parciales.
El director de Protección Civil estatal, Carlos Mandujano, indicó que el temblor dejó como resultado cuatro personas lesionadas, dos de ellas con fracturas en las piernas.
Comentó que en Palos Marías la escuela primaria Vasco de Quiroga fue habilitada como albergue para resguardar a 37 hombres, 72 mujeres y 72 niños. Destacó que distribuyeron 200 colchonetas y 200 cobertores, además de brindar primeros auxilios médicos.
El gobernador dio instrucciones para que de inmediato se inicien los trabajos de reconstrucción de viviendas, e informó que solicitará apoyo a la Secretaría de Gobernación para que Coahuayana reciba apoyos previstos para las áreas dañadas por el movimiento tectónico. En Palos Marías la mayoría de las 30 casas habitación que tuvieron daños totales eran de tabique, algunas con techo de concreto y otras de lámina de asbesto.
Por otro lado, en Hidalgo, la Comisión de Agua, Alcantarillado y Servicios Intermunicipales reportó que se rompió un tramo del viejo acueducto Téllez-La Paz, que dejó sin servicio a unos 50 mil usuarios de la capital del estado y 11 municipios.
Anunció que la suspensión del suministro durará por lo menos dos días, en tanto se realizan trabajos de reparación a la red, que surte 250 litros por segundo.
En Coquimatlán, el sismo perjudicó más a los pobres
Así como se ve, vamos a tener que arreglárnosla solos, dicen en Colima
VERONICA GONZALEZ Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y ENVIADO
Coquimatlan, Col., 23 de enero. Esa noche, Juan Calvario García asistió la misa de las 7, la última en sus 40 años de sacristán de la parroquia de San Pedro. Se despidió del cura e inusualmente llegó más temprano a su casa, lo suficiente para que el temblor lo sorprendiera adentro y lo sepultara entre las ruinas de la vivienda.
El pesar del sacerdote Paolino Beltrán no sólo es por la muerte de Calvario, sino por el futuro incierto de la parroquia, al borde del colapso. El sismo derrumbó una de las dos torres del templo; destruyó dos de las tres bóvedas catalanas; resquebrajó la cúpula; cuarteó las columnas; dañó el Cristo de madera, al que le arrancó un brazo y dos piernas; rompió el cuadro del Sagrado Corazón de Jesús y convirtió el altar en depósito de cascajo.
Con todo, niega que su demolición sea inevitable, y con la osadía que da la fe, el prelado, de casi 70 años, responde: "todo en la vida se puede reparar".
Cuentan que esta iglesia, construida hace más de 100 años, comenzaba a ser restaurada con financiamiento de la Secretaría de Desarrollo Social. Estaban reforzando la torre derecha, la misma que fue a dar al patio de la presidencia municipal.
A las puertas del curato aún permanecía ayer el ataúd de Calvario, pues dieron tiempo para la llegada de su "hija de crianza", Elena Olivares, y su nieta, provenientes de Estados Unidos, antes de sepultarlo por la tarde.
No sólo la parroquia del pueblo resultó dañada, decenas de casas de adobe se vinieron abajo. Y es que el efecto selectivo que tuvo el sismo en Coquimatlán volvió a ensañarse con los más pobres.
Prácticamente las 250 viviendas que dice la presidencia municipal que se derrumbaron fueron construidas con adobe, al igual que las 750 que se dañaron seriamente. Ninguna que haya sido edificada de concreto sufrió efectos por el sismo.
El edificio de la presidencia municipal también sufrió daños, y ayer el personal despachaba afuera del inmueble, en espera de que algún perito dijera con seguridad si se puede trabajar adentro o no.
Entre la gente afectada la resignación no ha llegado.
-ƑUsted vive aquí?
-Vivía -corrige con resignación Antonio Flores Tagle, quien sale de entre el montón de escombros, donde escudriña si aún hay algo que sirva.
Casi 30 años de rentar la casa de adobe para que el dueño sólo se presentara a decirle "lo siento", le recuerdan que "ya no hay humanidad" y que la ayuda nada más no llega; que ni siquiera el presidente Vicente Fox los tomó en cuenta y que, así como se ve, se las va a tener que arreglar solo.
Algunas manzanas adelante, Juan Salcedo, reparador de electrodomésticos, narra que a él y su familia la desgracia del derrumbe de su vivienda no llegó sola. Agradece que el temblor le haya permitido salvar a su tía Tomasa, quien a sus 89 años quedó atrapada por un caballete, hasta que pudo sacarla de las ruinas.
Al mediodía de ayer estaba a la espera de las noticias de quien dice no sólo es su tía, sino "mi madre de crianza", pues la edad ya no permite a ésta tener la paciencia de quedarse en el hospital y les ha exigido que la regresen a su casa.
Pero de la casa no quedan más que escombros. El problema no termina ahí: "se me quedaron como siete televisores y 15 licuadoras allá adentro, y ahora estoy viendo si las voy a tener que pagar. Ya fui a ver a la gente, me dijeron que ahorita iban a esperar que pasara esto, pero que tenía que pagarles. šImagínese cuánta deuda! ƑEl gobierno me va a ayudar?".