El documento emitido por México hace a un lado las leyes estadunidenses, argumentan
Grupos conservadores de EU inician campaña contra matrículas consulares
La reforma migratoria se mantiene congelada en la agenda de congresistas
JIM CASON Y DAVID BROOKS/ I CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 23 de enero. Legisladores conservadores opuestos a cualquier cambio en las leyes migratorias iniciaron una campaña contra la matrícula consular -el documento de identificación emitido por los consulados mexicanos-, como un primer paso en su esfuerzo para hacer descarrilar todo intento de reformar las leyes migratorias en el Congreso de Estados Unidos este año.
El nuevo ataque a las matrículas, aceptadas hasta ahora como identificación legítima por un creciente grupo de gobiernos municipales, instituciones financieras y departamentos de policía, es lanzado en momentos en que los promotores de la reforma migratoria preparan nuevas iniciativas que incluyen la expansión del programa de trabajadores huésped y un plan para otorgar la legalización de algunos inmigrantes indocumentados en este país.
El presidente George W. Bush ha dicho que es benéfico para Estados Unidos una reforma de las leyes migratorias, sin ofrecer detalles, mientras que los demócratas en el Congreso están formulando propuestas para una reforma.
Estos políticos entienden que el tema migratorio, y particularmente el de inmigrantes mexicanos, tendrá una tremenda importancia política durante este periodo que culminará en las elecciones presidenciales de 2004. "Esto está vinculado con una agenda política grande que se llama voto hispano en 2004", dijo a este diario un asesor legislativo que trabaja en asuntos migratorios.
Pero las iniciativas de reforma que se elaboran preocupan a los opositores, pues temen que impulsen la migración ilegal a Estados Unidos.
Los grupos conservadores, que sostienen que los programas de legalización sólo alientan el ingreso de más "ilegales" y que ampliar la migración podría representar una amenaza a la seguridad de Estados Unidos, han decidido que su primer paso este año es generar una controversia sobre la matrícula consular.
Los consulados mexicanos en este país ya han emitido cientos de miles de estas matrículas -señalando esta iniciativa como uno de los mayores avances de la política exterior mexicana-, y han logrado que cientos de gobiernos municipales y estatales, bancos y otras instituciones financieras y departamentos de policía las acepten como una forma alternativa de documentación oficial. A los indocumentados, estas matrículas les han servido para abrir cuentas bancarias, establecer identificación con la policía local y obtener algunos servicios públicos.
Pero esta matrícula, sostuvo el legislador federal Tom Tancredo y 11 de sus colegas en una carta enviada al secretario de Estado, Colin Powell, este mes, principalmente son emitidas a indocumentados que están en el país "ilegalmente". El gobierno mexicano, sostuvo Tancredo, está utilizando la matrícula para "socavar" las leyes migratorias estadunidenses.
Tancredo afirmó que el papel del gobierno mexicano al promover la aceptación de estas matrículas es algo particularmente alarmante. "Es muy desconcertante ver a agentes de un país extranjero cabildeando activamente a funcionarios electos estadunidenses para asistir a quienes violan la ley", declaró.
Aunque Tancredo sólo ha logrado, hasta ahora, el apoyo de 12 de los 435 representantes federales, goza de una base electoral poderosa entre los republicanos conservadores y el año pasado el temor a sus ataques fue un factor en la renuencia de la Casa Blanca a avanzar en las negociaciones con México sobre migración.
Tancredo ya ha logrado que el gobierno federal cancele un programa piloto por el cual algunas instalaciones gubernamentales aceptaban la matrícula consular como identificación válida. Ahora ha instado a Powell a que demande que México suspenda la distribución de las matrículas en Estados Unidos.
Estos ataques contra la matrícula se fortalecerán la próxima semana, cuando se difunda un nuevo informe del Centro por la Reforma de la Inmigración (Center for Immigration Reform), una institución de investigación crítica de propuestas para ampliar la migración en este país.
La Federación por la Reforma de la Inmigración Americana (Federación for American Immigration Reform, o FAIR), otro grupo que promueve la restricción migratoria, iniciará en breve una campaña centrada en lo que el grupo caracteriza como una licencia para violar la ley.
"La matrícula es la nariz del camello debajo de la carpa", afirmó Dave Ray, vocero de FAIR en entrevista con La Jornada. "Están utilizando esto como una manera efectiva de obviar la legislación migratoria de Estados Unidos". Insistió en que su grupo no se opone en sí a la matrícula, pero desea insistir en que sólo sea aceptada como identificación válida si está acompañada de otro documento comprobando que quien la porta está en Estados Unidos legalmente.