Creada para combatir la educación laica
Desde su creación, el 27 de abril de 1917, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) tuvo como objetivo expreso combatir el mandato constitucional de la educación laica, colocar a los padres de familia como el "tercer sector" en la instrucción pública y, más recientemente, emprender una férrea oposición a la educación sexual basada en la promoción de la anticoncepción y el sexo seguro. Incluso, en diciembre de 1989, la UNPF organizó una manifestación en contra de las campañas públicas del condón portando carteles con la pregunta: "ƑDónde estarías si tu padre hubiese usado condón?" (La Jornada, 10 diciembre 1989.)
Entre los primeros fundadores de la UNPF hubo un núcleo selecto de personas destacadas del sinarquismo y de la derecha católica, como Manuel de la Peza, Rafael de la Mora, Francisco G. Arce, Eduardo Limón Seguí y Jorge Villela. En 1926 el Secretariado Social Mexicano "confiaba en los Caballeros de Colón la promoción de la UNPF para combatir el artículo tercero constitucional".
Desde la irrupción del neopanismo, la UNPF pasó del activismo social a los puestos públicos. Entre sus recientes presidentes se encuentran personajes que han fungido como funcionarios de gobiernos estatales panistas o diputados federales. Tales son los casos de Guillermo Bustamante Manilla (1986-1992), quien actualmente ha vuelto a dirigir la UPNF; Francisco González Garza (1992-1997), que fungió como secretario general adjunto del CEN del PAN y diputado federal por este partido, y Ricardo Ayala López, vicepresidente de la unión entre 1986 y 1988 y ex secretario de Educación y Bienestar Social en el gobierno de Ernesto Ruffo Appel en Baja California.
El presidente anterior de la UNPF, Ricardo Emilio Esponda Gaxiola (1997-2001), subrayó durante su toma de posesión, el 14 de junio de 1997, que las líneas generales de acción de este grupo serían: "ser reconocidos plenamente como el tercer sector de la educación". Este mismo personaje, Ricardo Esponda, salió en defensa del secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, durante el escándalo detonado por la profesora Georgina Rábago, quien recomendó la lectura de novelas como Aura. Esponda declaró que el novelista Carlos Fuentes "es uno de los autores que la mercadotecnia ha encumbrado", y defendió el derecho de Abascal, como padre de familia, de intervenir en la educación de sus hijos (La Jornada, 20 de abril de 2001, p. 8).
Personaje peculiar de la UNPF ha sido Rafael Ayala López, ex secretario de Educación y Bienestar Social en el gobierno de Rufo Appel. Fue gerente de educación en la Coparmex y asesor jurídico de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares en el Distrito Federal. Se declaró expresamente en contra del artículo tercero constitucional en sus dos vertientes: por su carácter laico y gratuito. Según el registro de Jesús Víctor Ferrer Covarrubias, en el folleto de la Asociación de Intelectuales Rumbo XXI, Ayala López declaró que estaba en contra de la gratuidad porque "es muy oneroso para el Estado", y pugnó por el aumento de las cuotas de las escuelas, pues, dijo, ello solucionaría "la deserción escolar en todos los niveles de educación".
Otro caso en que mostró un activismo peculiar fue a raíz del caso de la joven bajacaliforniana Paulina. Ayala López se manifestó en favor de los funcionarios que impidieron que la muchacha abortara. Según él, se le debe enseñar a los niños que las "facultades sexuales (...) están hechas para la procreación, no para el placer" (Siete Días, 13 mayo 2000, p.9).
La UNPF edita la revista Cumbre, de editorial Forja, apoyada publicitariamente por empresas como Cerillera La Central, Seguros Tepeyac, Afianzadora Insurgentes, Alfombras Luxor y Mohawk y Colchones Simmons.
Por sus posiciones clericales y antilaicas, mantuvo una disputa histórica con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Ahora, bajo el auspicio de la fundación Vamos México, el SNTE y la UNPF unen esfuerzos para promover "una educación con valores".
JENARO VILLAMIL
