EL ECO Y LA SOMBRA
Ricardo Yáñez
Latidos
EL LENGUAJE NO nace en lo que decimos, sino en
lo que hacemos, pero lo que hacemos nace en lo que decimos.
EL LENGUAJE NO nace en lo que decimos, sino en
lo que hacemos, pero el lenguaje no es lo que hacemos, sino lo que somos.
LO QUE HACEMOS nos hace, pero si bien lo hacemos
nos hace hacernos ser.
HABLE TU SER, no lo que eres.
VIVIA SIN SABER que vivir es saber, pero sabía
vivir.
LA LLAMA DE la ausencia de lo que vemos.
CREO EN CREER en una imagen única que todo
lo concentra y lo dispersa.
QUE LA FORMA te guíe, esa es la forma.
SE OIA OIRSE cantar, y no cantaba, oía.
TODO ERA OIR en esa voz la voz que oía.
ALGO MUERE EN la vida que se vive, algo se sacrifica
siempre para que lo que vive viva. De allí debiera provenir un respeto
sagrado por lo que oscura o luminosa o nada más grismente nos ocurre,
vivimos.
HE VIVIDO LA dicha, la exultación, el júbilo,
incluso el éxtasis, y no me he acordado entonces de los que mueren.
Y cuando muero, cómo me acuerdo, en ocasiones rencorosamente, de
los que son felices.
TODA VELA PRENDIDA ora por una estrella.
ATENCION ES BELLEZA, y belleza, pensamiento fluyendo.
SI VACIAS TU vacío verás que no hay
vacío, o que sólo hay vacío.
VACIA TU VOZ de ti y será oída.
SEA MODO, NO manera, lo que llamas estilo.
LA ACCION DE la revelación, que puede ser
instantánea, suele ser perdurable.
CUANTOS CIELOS posibles, en el olvido de uno mismo.
TRASLUZ DE PERFECCION, no perfección, la
mejor obra humana. Obre pues el que obra en la conciencia de que no es
la procura de la perfección, sino de su trasluz, lo que guiarlo
debe.
EL QUE SE escandaliza se aparta de lo real.
ASUME Y DESCIFRA la esencia positiva de sus imperfecciones
quien desea ser feliz.
DADOR DE ESPIRITU, sus afanes aspiran a la disolución
en el espíritu.