Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 6 de febrero de 2003
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

Kingpin

González Calderoni y sus acusaciones contra Carlos y Raúl Salinas
ƑQuién es el personaje clave de estas historias de narcotráfico?

GUILLERMO GONZALEZ CALDERONI ya no podrá insistir en su versión de que Carlos Salinas de Gortari habría ordenado el asesinato de Francisco Xavier Ovando y Román Gil, los activistas del Frente Democrático Nacional que murieron en vísperas de las elecciones de 1988 en que Cuauhtémoc Cárdenas pareció haber sido despojado de la Presidencia de la República. El ex policía ultimado ayer en Mc Allen, Texas, tampoco sostendrá más que el salinismo fue protector y socio de Juan García Abrego y su cártel del Golfo. Ni seguirá asustando a personajes varios con su amenaza abierta de regresar a México para soltar verdades que estremecerían a un sistema político que sigue teniendo como heridas abiertas los asesinatos de José Francisco Ruiz Massieu y de Luis Donaldo Colosio y el presunto suicidio de Mario Ruiz Massieu.

ACALLADA SU VOZ, que en varias entrevistas se había mostrado intencionalmente retadora, el captor de Miguel Angel Félix Gallardo ya no podrá dar testimonio de la forma como el narcotráfico y la política entretejieron sus intereses durante el salinismo, en que fue policía federal a veces calificado de "modelo", aunque finalmente fue echado de filas por Jorge Carpizo. Muerto el ex comandante incómodo no acaba la rabia, aunque sí quedan sin materia inmediata de presión y chantaje quienes desde el poder sopesaban el impacto de dar continuidad procesal a las acusaciones hechas por González Calderoni a finales del gobierno de Ernesto Zedillo, y que más de uno de los genios del foxismo se preguntaba si no servirían para frenar el preocupante activismo de Carlos Salinas de Gortari, decidido como está el ex presidente a reinstalarse política y físicamente en México, moviendo sus hilos empresariales y mediáticos, convocando a los fieles que le quedan, pretendiendo pescar algo en el río revuelto del desorden con botas. González Calderoni llamado a declarar a México habría puesto nerviosos a muchos: al ex presidente Salinas, desde luego; a su hermano Raúl, con nuevos datos relacionados con el narcotráfico y el lavado de dinero; y a Roberto Madrazo y al financiero del grupo, Carlos Cabal Peniche, cuyo súbito éxito bancario y empresarial también podría estar relacionado con el expediente de Juan García Abrego.

MUERTE POR ENCARGO, ejecución clarísima pero, Ƒsimple venganza cumplida a cualquier hora por agravios acumulados, desligado el momento de cualquier implicación política? ƑOportuno mensaje de parte de la banda familiar bajo amenaza para demostrar que está dispuesta a la guerra? ƑManiobra tenebrosa de los interesados en echar los reflectores encima de los pelones, que así resultan sospechosos en primera y evidente lectura? Por lo pronto, vuelven a la memoria los momentos de la máxima crisis del sistema político priísta, cuando los desacuerdos internos fueron temporalmente resueltos a base de crímenes selectivos. Lo bueno es que en estos momentos no hay desajustes ni problemas, según la visión del Presidente sin kryzys, aunque algunos malévolos de pensamiento astillado crean que el poder político federal está hoy siendo copado de diversas formas, una de ellas mediante dinero sucio que ha encontrado la vía de acercarse a Los Pinos a través de donaciones a la fundación conyugal (nada es gratis en la vida, y menos en la política; todo hace y significa compromisos que, incumplidos o maltratados luego por arranques de honestidad extemporánea, suelen ser castigados severa y ejemplarmente por quienes se llegan a sentir traicionados o mal correspondidos).

EL ASESINATO DE un policía metido hasta el cuello en las aguas del narcotráfico no debería mover a preocupación especial si no fuera porque su ejemplo muestra que la lucha oficial contra las drogas suele convertirse en mero espectáculo mediático de presuntas cifras récord de decomisos y de detenciones pero que, en realidad, constituye el disfraz de la pervertida acción de un Estado que sexenalmente pone el aparato policiaco y militar al servicio del cártel de su preferencia, para que pueda funcionar sin problema y con grandes facilidades, mientras los bandos no oficiales son perseguidos con ánimo de exterminio. ƑEste, el sexenio del cambio, de verdad está combatiendo al parejo a todos los grupos comercializadores de drogas, o también hay un cártel favorito o, entre el desorden absoluto en que vive el gabinete federal, puede haber dos o tres bandos vestidos con camiseta oficial, protegidos por diferentes funcionarios, lo que explicaría las guerras internas, los enfrentamientos burocráticos, la aparición de militares donde debía haber policías, o de policías de una franja donde debería haber de otra?

GONZALEZ CALDERONI, ciertamente, no es la piedra angular del entramado. En Estados Unidos -como lo informó ayer Astillero en su sección de chismes del espectáculo- se está transmitiendo en NBC, en horario estelar, una miniserie de seis episodios, con duración de una hora cada uno, que pasarán los domingos y los martes de esta primera quincena de febrero. La producción se llama Kingpin, y narra la historia de una familia mexicana que está al frente de una poderosa red de distribución de droga en el vecino país. "Kingpin" quiere decir, en inglés, en sentido figurado, persona clave, alma de un equipo. ƑQuién será Kingpin en la historia de la vida real que ayer cobró la vida de González Calderoni en Texas: un joven educado en una universidad estadunidense que con su familia quiso manejar el gran negocio de la droga llevada de México a Estados Unidos, como en la serie de NBC que de su éxito en estas tres semanas definirá si sigue en pantalla, o algún personaje hasta ahora no entendido como tal que está llevando la guerra mexicana del narcotráfico a extremos de parcialidad peligrosa que podrían desembocar en ajustes políticos de cuentas?

(Y, ANTES DE QUE algunos lectores acuciosos ilustren a este tecleador, apúntese aquí que Kingpin también es el nombre de un videojuego, en el que la estrella es Wilson Fisk, alias El Lavacerebros o Harold Howard, que según la ficha técnica es un "organizador criminal, presidente y propietario de negocios legales".)

KINGPIN, UNA HISTORIA que continuará, aunque ya no sea en NBC.

Fax: 5605-2099 [email protected]

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