Comunicadores se solidarizan con colega despedido
Señora directora: Los que suscribimos, corresponsales,
reporteros, camarógrafos y fotógrafos de diversos medios
de comunicación nacionales y locales del estado de México,
denunciamos el agravio del que fue objeto nuestro compañero reportero
Emilio Fernández, por parte de directivos del Sistema de Radio y
Televisión Mexiquense, perteneciente al gobierno del estado de México.
Emilio Fernández, quien se desempeñaba como
jefe de información de la zona oriente del valle de México,
fue despedido, como represión por la información que envió
a su medio de comunicación, respecto de que dirigentes del PRD y
candidatos del sol azteca señalaban al secretario de asuntos metropolitanos
del gobierno mexiquense, Pablo Bedolla López, de realizar proselitismo
en favor de los candidatos del PRI.
Bedolla López fue acusado de utilizar también
instalaciones del ISEMyM en Ecatepec para sus reuniones partidistas. Emilio
Fernández, con el profesionalismo y la rectitud que lo caracterizan,
buscó al funcionario, pero no obtuvo respuesta. La información
fue difundida por la televisora.
El pasado primero de febrero, después de una junta
de trabajo, directivos del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense
despidieron al reportero, como represalia por dicha información.
También cesaron a su compañero, el reportero Gabriel Salazar,
pero a éste se le argumentó un recorte de personal.
Juan Carlos Alba Dosal, director de administración
y finanzas de la televisora, le informó a Emilio que su despido
era "por una nota que has manejado y la petición viene desde arriba,
no es cuestión del director general".
Es claro que Emilio Fernández fue despedido por
cuestiones políticas, por lo que los que suscribimos condenamos
tal situación.
Para mayor información, comunicarse a los teléfonos:
(044-55) 3051-5160, con Javier Salinas; (044-55) 8593-8890, con René
Ramón; (044-55) 5966-9765 con Atlante Muñoz; (044-55) 9143-1742,
con Angeles Velasco; (044-55) 8546-1168, con Emilio Fernández.
Atentamente
Javier Salinas Cesáreo, corresponsal, La
Jornada; René Ramón Alvarado, corresponsal, La Jornada;
Silvia Chávez González, corresponsal, La Jornada;
Fernando Arturo Martínez, Ovaciones; Almendra Vázquez
Bravo, corresponsal, El Universal; Jaime Vázquez, Televisa;
Virginia de los Santos, Radio Red; David Esquivel, El Valle; Luis
García Soto, fotógrafo, El Universal; Antonio Hernández,
Excélsior; Heriberto Santos, Milenio; Arturo Tlatelpa;
Atlante Muñoz, MVS; María de los Angeles Velasco, El Universal
Gráfico; Luis Alberto Rico, camarógrafo, Televisa; Félix
Hernández, Formato 21; Mario Antonio Núñez López,
unomásuno; Mario Flores Gutiérrez, Acontecer; Roberto
Acevedo, Acontecer; Adán Atayde, Acontecer; José
Calderón, Alarma; Luciano Tapia, El Sol de Toluca; Ricardo
Herrera, Radio Chapultepec
Carta de Greenpeace al embajador Adolfo Aguilar Zinser
Señora directora: Por ser de interés
general, le solicito publicar en El Correo Ilustrado la siguiente carta,
que ha sido editada de la versión original.
Adolfo Aguilar Zinser, representante permanente de México
en el Consejo de Seguridad de la ONU. Presente.
Señor embajador:
Es prioritario que México, miembro temporal del
Consejo de Seguridad de la ONU, tome distancia clara y responsable, como
Alemania y Francia, de la pretensión estadunidense de atacar a Irak.
Como representante de nuestro país ante el Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas nos dirigimos a usted para pedirle que se pronuncie
tomando en cuenta la tradición antibelicista que durante décadas
ha caracterizado a México. Dicha tradición se refleja en
el artículo 89 de nuestra Constitución, que nos insta a "luchar
por la paz y la seguridad internacionales".
Como sabe, toda guerra trae consigo devastadoras consecuencias
para los seres humanos y el ambiente. Greenpeace se opone a cualquier intervención
bélica, trabaja por la eliminación de las armas de destrucción
masiva y busca soluciones no violentas para diferentes tipos de conflictos.
Con respecto al inminente ataque a Irak por parte de Estados
Unidos e Inglaterra, le informamos que Greenpeace está haciendo
todo lo posible para que no se produzca. Si el motivo principal para ésta
es la posesión de armas de destrucción masiva por parte de
Irak, un ataque de Estados Unidos (principal productor y distribuidor de
las mismas) no lo solucionará; por el contrario, existen muchas
razones para pensar que puede generar una nueva escalada armamentista.
Greenpeace considera que todas las armas de destrucción masiva deben
desaparecer, y esto incluye el desarme de Irak, Estados Unidos y el resto
de la comunidad internacional.
Una de las razones por las que el gobierno de George W.
Bush pretende realizar una intervención armada en Irak es poner
las reservas de crudo de ese país (las segundas más grandes
después de las de Arabia Saudita) a disposición de los intereses
de las compañías petroleras estadunidenses. La industria
bélica, que ha acelerado la carrera armamentista en el mundo, también
será claramente favorecida por esta guerra. Desde que Bush tomó
el poder se han desarrollado nuevos dispositivos nucleares para ser utilizados
en conflictos convencionales.
En este momento, Estados Unidos y sus aliados exigen al
Consejo de Seguridad que "cumpla con su responsabilidad", eufemismo con
el que lo presionan para que apoye incondicionalmente la guerra o asuma
el riesgo de no hacerlo (represalias comerciales, relegamiento diplomático,
bloqueo económico).
Hasta ahora México no se ha manifestado específicamente
en contra del ataque. Le pedimos hacerlo con claridad y a la brevedad posible.
Como sabe, los principios y la Carta de las Naciones Unidas no tienen por
función legitimar o avalar conflictos sino hallar soluciones diplomáticas
en bien de la humanidad. Tenemos la confianza de que compartirá
nuestra postura, por lo que le solicitamos hacerla pública cuanto
antes.
Sinceramente.
Raúl Benet Keil, director ejecutivo, Greenpeace
México
Sobre la protesta en el Angel de la Independencia
Señora directora: Este 5 de febrero, el
Comité Mexicano de la Consulta Continental contra el Area de Libre
Comercio de las Américas realizó un acto de protesta consistente
en colgar una manta sobre el Angel de la Independencia en la ciudad de
México. Se entiende que el objetivo central de dicha protesta era
manifestarse no sólo en contra este acuerdo comercial que pretende
imponérsele a las naciones latinoamericanas, sino también
hacer un acto llamativo. Se entiende que una protesta contra las decisiones
gubernamentales no debe, por obligación, ser una protesta que agrade
al gobierno. Sin embargo, el gobierno ante todo debe ser tolerante a las
protestas.
Quienes realizaron la protesta fueron aprehendidos por
las fuerzas policiacas del DF, con el argumento de que no tolerarán
que se "atente" contra monumentos públicos. Con el mucho respeto
que me merece el gobierno de Andrés Manuel López Obrador,
ante todo un gobierno responsable, lo que hicieron ayer desentona con su
política de respaldo y apoyo a la gente. En la ciudad de México
se concentran los poderes de la Unión, por ello las protestas se
hacen aquí. El Angel de la Independencia es un monumento público,
y al tener este carácter nos hace a todos partícipes de su
cuidado, pero también de su destino.
Lamento más que hasta hoy ningún comando
policial armado de sus bestiales escudos, con los que se protegen de los
gritos, haya realizado una movilización para golpear y detener a
quienes con sus acciones se han encargado de "atentar" contra la Independencia
de México y no sólo como lo hizo el Comité contra
el ALCA, contra un símbolo que representa, quizá, la soberanía
del uso de la fuerza.
Vale la pena entonces reclamar porque el ALCA, el Plan
Puebla-Panamá, el TLCAN, están provocando la crisis total
en el campo, la militarización de las fronteras, el empobrecimiento,
y hoy más que nunca, la represión a quienes nos oponemos
a esos instrumentos.
"Con el TLC, el ALCA y la OMC la Independencia perdió
su brillo", esto decía la manta, y sólo eso, realmente, molestó
al poder. No la toma del Angel, no la toma de la Cámara
de Diputados, no la movilización de campesinos.
Muchísimas gracias.
Ferrer Galván-Acosta. Colectivo al Arte Libre