Octavio Rodríguez Araujo
Guía de padres
Se ha dicho que la actual esposa del Presidente fue tesorera de los Legionarios de Cristo y fundadora del Regnum Christi, en Celaya, movimiento creado por el sacerdote Marcial Maciel Degollado en 1949, tres años después de que fundó la orden religiosa.
El cura Maciel ha sido acusado de abuso sexual contra menores de edad, además de haber sido franquista y sobrino de un general cristero. Se dice también que, gracias a su cercanía con Wojtyla, gestó que la esposa del Presidente de México pudiera tener una entrevista privada con el Papa en octubre de 2001. La señora Marta Sahagún no ha desmentido su militancia en los Legionarios de Cristo según Julio Hernández López (La Jornada, 14/11/00). Debemos congratularnos, entonces, de que la Fundación Vamos México, que ella encabeza, no se haya asociado con los Legionarios para elaborar, editar y repartir la Guía de padres de la que se hablado mucho en estos días.
Pero no se crea que porque participa el Sindicato Nacional de Trabajadores de Educación (SNTE) en esta Guía... las cosas son mejores. Por comparación con los Legionarios de Cristo ese sindicato sería de izquierda, pero su historia (salvo en breves periodos) y el liderazgo "moral" de la señora Gordillo llevan a pensar que el conservadurismo clerical, ahora sí, se ha apoderado de la educación básica del país.
Antes de fundarse el SNTE existían varios sindicatos. Uno de ellos, el Nacional Autónomo de Trabajadores de la Educación (SNATE), apoyó al anticomunista secretario de Educación (12/09/41-20/12/43), Octavio Véjar Vázquez, también apoyado por la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y la Liga Nacional de Defensa de la Libertad. El SNATE fue parte del nuevo SNTE fundado 10 días después de la sustitución de Véjar Vázquez. Con Torres Bodet, su sucesor, y con Chávez Orozco en la secretaría general del nuevo sindicato, las cosas marcharon bien. Pero en 1945 Chávez renunció y a partir de él, con el lombardista Gaudencio Peraza al frente, el SNTE fue sumado a las filas del PRI y vivió en contubernio con las autoridades gubernamentales, no sin disidencias serias durante 1956-1960 y, sobre todo, a partir de 1979 con el surgimiento de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), que la señora Gordillo, a raíz de la caída de Jonguitud (1989) se encargó de cooptar y de reprimir, según las circunstancias.
El problema ahora es otro. Es la complicidad que establece el sindicato magisterial con dos asociaciones de clara filiación derechista y confesional. Una de estas dos es la UNPF, que fundara Manuel de la Peza el 27 de abril de 1917. La otra es Vamos México.
La UNPF surgió por reacción contraria a la entonces nueva Constitución Política del país, particularmente en contra de los artículos 3Ŷ, 4Ŷ, 24 y 130. La oposición de la UNPF al artículo 3Ŷ era porque éste decía que la enseñanza sería libre, pero laica, tanto en los establecimientos públicos como privados, además de señalar que ninguna corporación religiosa ni ministro de cualquier culto podrían establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria. Su oposición al 4Ŷ constitucional era no sólo porque se establecía que nadie podía ser privado del producto de su trabajo, sino porque la ley reglamentaria diría qué profesiones requerían título para su ejercicio y qué autoridad debía expedirlo. Más adelante, con las reformas que sufrió este artículo, la UNPF se ha opuesto a la libertad de las personas para tener o no tener hijos (control de la natalidad objetado de siempre por la Iglesia católica). En relación con el artículo 24 su oposición era, obviamente, porque el ordenamiento legal decía que todo hombre era libre para profesar la creencia religiosa que más le agradara, y además señalaba que todo acto religioso de culto público debería celebrarse dentro de los templos, siempre vigilados por la autoridad. Finalmente, se oponía al artículo 130 porque decía que el matrimonio era un contrato civil y porque la ley no reconocía personalidad alguna a las agrupaciones religiosas denominadas iglesias. Este artículo señalaba también que para ejercer el ministerio de cualquier culto había que ser mexicano por nacimiento y que dichos ministros (o sus publicaciones) no podían criticar las leyes fundamentales ni al gobierno ni votar ni ser votados.
Este sello original de la UNPF no ha cambiado en lo fundamental con el tiempo, aunque ahora presume que las reformas de Salinas a los artículos que antes cuestionaba, se deben a ella. Además de que una de sus publicaciones se llama Cumbre (nombre similar al de los institutos Cumbres de los Legionarios de Cristo), la UNPF formó recientemente la Escuela de Padres, que aun semánticamente tiene enorme parecido con la Guía de Padres que ahora promueven Marta Sahagún, la UNPF y el SNTE.
La ultraderecha en México va en ascenso y el SNTE le está engordando el caldo.