REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
Vamos Marta, la campaña mediática
El arte contra la guerra
Disminuye el rating de Fuerza Informativa Azteca
EL PRIMER PASO fue reforzar los lazos de negociación
con los grandes consorcios de televisión, radio y prensa desde su
cargo de vocera de la Presidencia de la República. Después
convirtió su relación privada con el primer mandatario en
un "símbolo del nuevo régimen": el 2 de julio de 2001, a
un año del triunfo electoral de Vicente Fox, Marta Sahagún
"cumplió su sueño". Por supuesto, antes de la luna de miel
se pensó en enviar un video exclusivo a Televisa y Tv Azteca con
las imágenes de la boda civil. Activa, la primera dama creó
el 24 de septiembre del mismo año su propia plataforma, Vamos México,
que, en rigor legal, es una asociación civil más, pero que
opera ya como una superestructura de gobierno que abarca cuantas áreas
públicas se le permiten (salud, educación, asistencia, desarrollo
social, protección civil, relaciones exteriores, relación
con medios, gobernabilidad, etc.) sin ningún contrapeso ni fiscalización.
VAMOS MEXICO SURGIO de la mano del rating
de la primera dama y ha crecido muy ligada a las redes de poder de los
Legionarios de Cristo. Marta Sahagún se atrajo al mundo del espectáculo
y de las finanzas, que la colocaron como "una estrella más" de la
pantalla y de la elite mexicana. Todo en nombre de los pobres. En octubre
de 2001, el alcázar del Castillo de Chapultepec fue el escenario
para un concierto de beneficencia con el pop star Elton John. La
recaudación fue de seis millones de dólares. Al mismo tiempo,
la fundación integró a la lista Forbes de mexicanos,
es decir, a los hombres más ricos de México: Carlos Slim,
Roberto Hernández, Alfredo Harp, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga,
Ricardo Salinas, Manuel Arango, Fernando Senderos y Roberto González.
UN AÑO DESPUES, en octubre de 2002, se rumora
que la Fundación Vamos México recibió un multimillonario
donativo de Fundación Televisa: 25 millones de dólares. Ese
mes, el gobierno federal cedió a las presiones de los dos grandes
concesionarios de medios electrónicos para cambiar, vía decreto
presidencial, el reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión
y desaparecer el impuesto de 12.5 por ciento. Los favores con donaciones
se pagan.
Y ASI COMO ha apadrinado el Teletón y se
ha hecho acompañar de estrellas de Televisa para ayudar a los damnificados
de Yucatán, Marta Sahagún ha participado en la campaña
"Vive sin drogas", de Fundación Azteca, y en la donación
de bicicletas en enero de este año, justo en el momento más
álgido del conflicto con Canal 40.
A ESTAS ALTURAS, el proyecto mediático de
Vamos México no es sólo la filantropía "totalmente
Palacio" sino la expresión de un programa paralelo de gobierno y
una plataforma de lanzamiento político para la figura con mayor
visibilidad en el foxismo: Marta Sahagún.
EN MENOS DE dos años, la fundación
ha desarrollado ingredientes claros que la convierten en un proyecto mediático
al servicio de una persona y una ideología:
1.-PERSONALIZACION
DEL CARISMA. Vamos México no promueve la caridad a secas sino
la caridad, la esperanza y la fe encarnadas por Marta Sahagún, más
cercana en esta estrategia a un programa televisivo de Silvia Pinal que
al activismo social de Eva Perón. Son las limosnas para el culto
a la personalidad. Su discurso se remite al guión de las virtudes
teologales católicas. El carismático personaje lo mismo lleva
computadoras donadas por Microsoft, que despensas de Sam's Club a damnificados,
que bicicletas de la Fundación Telmex, que guías financiadas
con recursos del SNTE, que asume el rol de gestora paralela del gobierno
en el Sanborn's de los azulejos o promotora de autosuperación personal
para las vendedoras de cosméticos.
SUS GESTOS TIENEN cálculo mediático.
Marta Sahagún besa a Vicente Fox y está más pendiente
de la cámara de televisión. Marta cumple su primer año
como primera dama y ofrece una entrevista exclusiva a Televisa. Marta va
a misa y promueve su fotografía en el momento de la comunión.
Marta acompaña a Fox a las giras internacionales y se le presenta
como la "señora presidenta". Marta es criticada y el primer mandatario
sale en su defensa en todos los medios. No se trata de una estrategia de
bajo perfil sino de una hábil mercadotecnia para "posicionar" a
una figura. El personaje se convierte en producto y sus palabras en homilía.
2.-EMOTIVIZACION DE LA POLITICA.
La sobrexposición de los sentimientos por encima de los hechos,
de la retórica de los "buenos deseos" en lugar de las razones, la
expropiación del ideario feminista para subordinarlo a un discurso
tradicionalista, la ausencia de problematización para evadir los
conflictos reales y, sobre todo, renombrar los programas sociales para
que, en vez de derechos se conviertan en dádivas constituye toda
una operación mercadológica.
SUS FRASES, de tan reiterativas, se vuelven slogans.
En sus palabras claves no existe el término "justicia". Todo es
"jalemos", "vamos", "oportunidades", "arranque parejo", "adopte". También
hay espectáculo del desplante: "porque cuando una mujer se sabe
empoderada, y somos seres humanos empoderados, entonces nadie
nos para", afirmó en el Foro Internacional de Mujeres. "No permitan
que sus conciencias se conviertan en un lavadero", dijo en la instalación
del programa Arranque parejo en la vida. Y frente a las críticas
por su alianza con Elba Es-ther Gordillo, Marta se defiende: "es posible
que se sumen los diversos porque son complementarios" (La Jornada,
7 de febrero de 2003, p. 3). Su argumento preferido ante las críticas
es acusar de "misoginia" y "discriminación" a sus detractores. Sin
embargo, la única mujer que luce en el gobierno es ella.
3.-INDUCIR Y VISIBILIZAR LA INFLUENCIA. Desde su
época de vocera, Marta solicitaba a reporteros que le preguntaran
"¿y cuándo es la boda?" Logrado el objetivo, los rumores
sobre su capacidad de influir y decidir en el gobierno de Vicente Fox no
le incomodan. Por el contrario, los alienta, se exhiben. Es una imagen
siempre en compañía del primer mandatario, no un poder "en
la sombra". Es una precandidatura informal que no niega su ambición,
pero tampoco la somete a escrutinio real, mucho menos a la transparencia
de las finanzas.
COMO EN TODA operación mediática,
la saturación genera efectos boomerang. Y en política,
la unión de Marta Sahagún y Elba Esther Gordillo no habla
de un "símbolo del cambio" sino de impunidad compartida. Son poderes
de facto que cimbran los poderes republicanos y a la opinión
pública.
Tv Azteca, credibilidad y rating a la baja
AUGUSTO MONTERROSO HUBIERA escrito "y cuando dejaron
el Chiquihuite el rating se les había ido". Un reporte reciente
de IBOPE (30/enero/03) documenta que Fuerza Informativa Azteca está
en sus niveles de audiencia más bajos: Hechos, con Javier
Alatorre, no rebasa los 6.5 puntos, mientras que El Noticiero con
Joaquín López Dóriga está entre 16 y 17 puntos.
Hechos del Siete, que llegó a tener más de 13 puntos,
ahora está en 9. Lo que salva a la programación de los canales
de Ricardo Salinas Pliego sigue siendo Ventaneando (13.5 a 14 puntos),
menor incluso que El Chavo del Ocho de Canal 5 (17 puntos) y La
Academia, que llegó a su tope de más de 30 puntos antes
del asalto al Canal 40 y ahora está casi a la par de la telenovela
de Televisa Clase 406 (entre 21 y 25 puntos).
A DIFERENCIA DEL crimen de Francisco Stanley, en
junio de 1999, cuya transmisión ininterrumpida le permitió
a Tv Azteca subir de su rating normal de 8 hasta los 26 puntos (ese
día, Hechos del Canal 13 rompió su récord con
38.8 puntos y 44 puntos de share), el ataque al Chiquihuite y su
secuela han colocado a la segunda cadena televisiva privada en niveles
mínimos de audiencia que, según especialistas, van a la par
con su caída de credibilidad.
MALA NOTICIA AHORA que la empresa restructura su
deuda de 647 millones de dólares y que sus abundantes litigios se
tradujeron en disminución del valor de sus acciones.
El arte contra la guerra
COMO EN La rosa púrpura del Cairo,
los actores alteraron el guión, se salieron de la pantalla, mostraron
que no son sólo espectáculo sino ciudadanos con capacidad
de influir y de protestar. Al gobierno de José María Aznar
-digno personaje de alguna fábula de Woody Allen- esto le pareció
terrible. El intento de cobrarle la factura a Marisa Paredes, la presidenta
de la Academia de Artes Cinematográficas de España, sólo
avivó el escándalo y visibilizó lo que una encuesta
de El País demostró: más de 80 por ciento de
los españoles está contra la guerra en Irak y contra el papel
servil de su presidente ante Washington. Lo sucedido en la gala de los
premios Goya se enlaza con el desafío planteado por buena parte
del star system de Hollywood a su primer mandatario, que juega a
emular a El gran dictador de Chaplin.
LA EFERVESCENCIA ANTIBELICA no ha ruborizado al
gobierno de George W. Bush para aplicar durante esta semana un espectáculo
televisivo de inducción del miedo, digno del peor reality show.
Patético el papel de Colin Powell especulando sobre un posible ataque
de ántrax (cuando todo demostró que se trató de un
descuido interno). Bush emuló a Hugo Chávez y enlazó
su imagen y su palabra en la televisión comercial estadunidense
en una producción que bien puede titularse Aló, la guerra.
NO TODA LA televisión occidental ha seguido
los pasos del dúo Bush-Blair. El viernes pasado, el Canal 4 de Gran
Bretaña exhibió que las "pruebas" sobre las armas de destrucción
masiva de Irak fueron plagios de tres artículos escolares, uno de
ellos escrito por Ibrahim al Marashi, de 29 años, elaborado en los
años noventa.