El crecimiento de 1996 a 2000 fue insuficiente
para combatir la marginación, establece
México, penúltimo lugar en gasto social
entre los países de la OCDE
Destina a ese renglón sólo 8.2
por ciento del PIB; en el grupo de naciones el promedio es 20.8
Ocupa el último sitio en rendimiento educativo,
afirma la organización en un informe oficial
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El crecimiento de la economía en la segunda mitad
de la década pasada fue insuficiente para mejorar los indicadores
sociales de México, país que se ubica ahora en el penúltimo
lugar entre las naciones de la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto a gasto social por persona
y en el último sitio en rendimiento educativo.
En su más reciente reporte, concluido en enero
pasado y que será divulgado a finales de este mes, la OCDE establece
que México, la novena economía del mundo y la duodécima
nación con mayor volumen de exportaciones, se encuentra sin embargo
a la zaga del grupo de los 30 países más desarrollados en
cuanto a los beneficios sociales que recibe la población.
El informe Panorama social. Indicadores sociales de
la OCDE 2002 refleja el resultado de las políticas sociales
en las 30 naciones integrantes del organismo, en el que México fue
admitido a finales de 1993, poco antes de la entrada en vigor del Tratado
de Libre Comercio de América del Norte.
Indicador clave
Uno de los indicadores considerados clave por el organismo
para medir el grado de desarrollo de un país es el relacionado con
el gasto social, renglón donde México se colocó en
el penúltimo sitio del grupo, sólo arriba de Corea del Sur
y muy por debajo de la media para el conjunto de las naciones integrantes
de la OCDE.
Suecia otorga al gasto social 31 por ciento del producto
interno
El
reporte indicó que el gasto público para el ramo social en
México alcanza 8.2 por ciento del producto interno bruto (PIB),
porcentaje sólo superior al 5.9 por ciento destinado por Corea del
Sur, que ocupa el último sitio, e inferior al promedio para las
naciones de la OCDE, que es de 20.8 por ciento del PIB. En este apartado,
el primer lugar lo ocupa Suecia, con 31 por ciento.
La OCDE apunta que los apoyos públicos, representados
por el destino del gasto social a las familias con hijos, entre los países
integrantes del organismo representan un promedio de 2 por ciento del PIB.
Pero nuevamente, al analizar cada país en detalle,
las diferencias son significativas. A este rubro, en México se destina
apenas 0.4 por ciento del PIB, rango superior al de Corea del Sur, último
lugar de la lista, con 0.2 por ciento. El porcentaje es inferior al de
naciones con nivel de desarrollo similar, como Irlanda, que canaliza 1.9
por ciento del PIB, la República Checa, con 1.8 o Grecia, que destina
2 por ciento del producto interno bruto. El grupo lo encabeza Dinamarca,
con 4 por ciento del PIB.
El organismo advierte que en la década pasada ocurrió
una disminución en el porcentaje del PIB que los países dedicaron
al gasto social. En los años 90, el porcentaje disminuyó
a 2 por ciento del producto, en comparación con el 2.2 por ciento
reportado para los años 80.
La disminución ha sido más significativa
en países como México y Corea del Sur, en comparación
con las naciones nórdicas o con Francia y Alemania.
En México, los indicadores de gasto social no mejoraron
en la década pasada respecto de los registros observados en los
años 80. Esto, aun cuando la economía mexicana logró
entre 1996 y 2000 tasas de crecimiento de PIB de 6.5 por ciento en promedio
anual y a pesar de que actualmente la presión de la deuda pública
sobre las finanzas gubernamentales es menor que hace 20 años.
Otro indicador que resalta el reporte es el del aprovechamiento
de los estudiantes. En este caso, México se situó en el último
sitio entre las naciones integrantes de la organización en cuanto
a lectura, conocimientos de matemáticas y ciencias, con los primeros
lugares ocupados sucesivamente por Japón, Corea del Sur, Finlandia,
Canadá y Nueva Zelanda.
Resultados decepcionantes
"Los resultados de la evaluación fueron decepcionantes
para algunos países, pues mostraron que el aprovechamiento de sus
estudiantes es muy inferior al de sus contrapartes, algunas veces incluso
para los individuos con el mismo número de años cursados,
y en otras a pesar de altas inversiones en educación, tanto en términos
del gasto del gobierno como del tiempo que dedica el estudiante al aprendizaje.
"Los países del centro y sur de Europa, junto con
México, ocupan los lugares más bajos", añadió
el reporte.
Estados Unidos, primer lugar en educación adicional
Otro indicador detalla que en México sólo
0.7 de cada cien alumnos de primaria y secundaria reciben algún
tipo de educación adicional, cifras mayores a las reportadas para
Turquía (0.3 por cada cien) y Grecia (0.4 por ciento), pero inferiores
al promedio de la OCDE, que es de 2 por cada cien y lejano del primer sitio,
Estados Unidos, con 4.6 por cada cien.