El alba en llamas
Destacan nueve jóvenes la vigencia de Efraín Huerta
FABIOLA PALAPA QUIJAS
Como una forma de homenaje a Efraín Huerta a veinte años de su muerte, Raquel Huerta Nava reunió la lectura que nueve jóvenes autores hacen de la obra del poeta de Silao, Guanajuato, en Efraín Huerta. El alba en llamas, editado por el Fondo Editorial Tierra Adentro y el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato.
En palabras de Raquel Huerta, quien estuvo a cargo de la presentación y selección del libro, ''Efraín Huerta perteneció a una generación nacida en la etapa más violenta de la Revolución Mexicana y su conciencia se forjó al calor de las balas y los cuerpos ensangrentados, que contemplaba junto a sus hermanos, desde su casa en Irapuato. Al igual que Juan Rulfo o Elena Garro, quienes también vivieron en carne propia la pesadilla de una guerra civil que parecía no tener fin, su alma quedó profundamente marcada y esta temprana conciencia del absurdo del mundo se reflejó más tarde en su literatura, en los campos semánticos que el odio dejó sembrados en su corazón".
En la Casa del Poeta, donde fue presentado el libro la noche del jueves, la hija del El Gran Cocodrilo señaló que el motivo del volumen fue dar a conocer a las nuevas generaciones la obra de uno de los poetas más importantes del siglo XX. Los ensayos de Raúl Bravo, Kenia Cano, Luis Vicente de Aguinaga, Eduardo Aguirre, Roxana Elvridge-Thomas, Carlos Oliva, Diana Espinoza, Heriberto Yépez y Norma Garza Saldivar hacen patente la vigencia de Efraín Huerta.
Guillermo Samperio indicó que El alba en llamas es un libro reflexivo de acercamientos, tanteos y tributos; una compilación de la lectura que jóvenes hicieron de la obra de Efraín Huerta, ''tan olvidado en los últimos años por el crimen de mirar hacia la izquierda". El escritor coincidió con Raquel Huerta en que El Cocodrilo consideraba a la poesía amorosa esencial, básica, fundamental, y como el motor más poderoso, del que deriva, incluso, la gran poesía social o de testimonio. Agregó que el volumen sirve como guía para tener una reinterpretación de la obra de Huerta.
Ricardo Venegas, escritor de Tierra Adentro, consideró que el libro es un merecido homenaje para el autor de Absoluto amor, ya que "la actualidad de su poesía radica no sólo en lo que dijo, sino en aquello que no escribió, y es que Huerta prefirió mirar el lado de la desesperanza para forjarse una".