GUERRA CONTRA IRAK
Se entrega el "siete de diamantes" Amer Hammoudi
al Saadi, asesor del presidente
Planea EU usar a militantes del partido de Saddam Hussein
para restablecer el orden
Piden angloestadunidenses a policías reintegrarse
a filas; ofensiva militar en el norte del país
REUTERS, AFP Y DPA
Bagdad, 12 de abril. El caos continuó reinando
hoy en Bagdad y otras ciudades de Irak, sin que las fuerzas angloestadunidenses
intervinieran, aunque pidieron a los policías que reanuden su trabajo
y estudian utilizar a mi-litantes del partido Baaz de Saddam Hussein para
restablecer el orden.
Mientras, los bombardeos y las balas de los invasores
han cobrado la vida de más de 2 mil civiles iraquíes y causado
heridas a otros 5 mil, señaló hoy CNN, y agregó que
desde el comienzo de la guerra han muerto 110 estadunidenses y 10 están
desaparecidos, en tanto que perecieron 31 británicos.
El objetivo de las tropas de ocupación seguía
siendo consolidar su control sobre el norte del país y proseguir
su ofensiva contra Tikrit, ciudad natal de Hussein, el único centro
urbano que no ha sido tomado.
El asesor científico del depuesto presidente iraquí
y principal interlocutor con la misión de inspectores de armas de
la Organización de Naciones Unidas (ONU), Amer Hammoudi al Saadi,
se convirtió en el primer colaborador cercano al rendirse hoy.
Un
día después de que Estados Unidos hiciera una lista de los
55 líderes iraquíes que quiere "vivos o muertos", y repartiera
a sus tropas naipes con fotos de los mismos, cayó el "siete de diamantes"
de esa baraja.
El funcionario, quien se entregó en Bagdad, dijo
a la televisión alemana que no tenía idea de dónde
se hallaba el presidente e insistió en que no había armas
químicas o biológicas, como la Casa Blanca insistió
para justificar la invasión.
Washington y Londres, pasando por alto a la ONU, enviaron
un equipo de inspectores de armas a realizar inspecciones en Irak en las
tres últimas para buscar el presunto arsenal, pero sin éxito,
informó hoy el diario británico The Guardian, que
cita a David Kay, el ex director de la misión de la ONU encargada
de las inspecciones en 1998.
En Qatar, el general Vincent Brooks, portavoz del comando
central estadunidense, informó que se han incautado 15 aviones de
combate iraquíes así como un misil prohibido Al Samud,
y se prevén recompensas por informaciones sobre armas de destrucción
masiva o "escondites de armas".
También dijo que habrá recompensas por cualquier
información que conduzca a la captura de los dirigentes del régimen
iraquí.
Sobre el estado de anarquía, Brooks se limitó
a decir que "creemos que en su debido momento la situación se calmará".
Las ciudades iraquíes están sometidas desde
hace días a saqueos y ajustes de cuentas. En Bagdad, el único
edificio público fuertemente vigilado por los estadunidenses sigue
siendo el Ministerio del Petróleo.
En el empobrecido suburbio Ciudad Saddam las fuerzas invasoras
dejaron que los residentes persiguieran a partidarios de Hussein, mientras
en el centro de Bagdad varios comercios están invadidos por ladrones.
Civiles patrullan la capital
En algunos vecindarios de Bagdad los residentes han formado
grupos de autodefensa, mientras tras un llamamiento de radios ex-tranjeras
en árabe cientos de iraquíes, entre ellos siete policías
comandados por un coronel, ofrecieron sus servicios a los estadunidenses
en el hotel Palestina de Bagdad, donde se alojan la prensa y los militares.
A última hora de la tarde, un coche de la policía
iraquí con tres funcionarios vestidos de civil a bordo empezó
a patrullar el centro de Bagdad por primera vez desde que los estadunidenses
ocuparon la capital.
El comando central estadunidense sólo informó
que un marine fue muerto cuando un hombre con papeles de identidad
sirios disparó contra un retén en la ciudad.
Sin embargo, las promesas estadunidenses de realizar patrullajes
e imponer un toque de queda nocturno en algunos vecindarios no tranquilizan
a los comerciantes, que mantienen cerrados sus locales.
Las fuerzas de ocupación podrían apoyarse
en militantes del Baaz para mantener el orden, dijo en Londres un portavoz
del primer ministro Tony Blair: "Podemos distinguir entre la elite y los
niveles superiores, y la gente que estaba abajo, muchos de los cuales temen
por su propia seguridad".
En Basora, segunda ciudad del país, las fuerzas
británicas planean patrullajes conjuntos con la policía local.
El general retirado estadunidense Jay Garner, designado
por Washington como el hombre que se hará cargo de la administración
interina en Irak, dijo que el ejército estadunidense se ocupará
de los saqueos una vez que los combates hayan terminado.
Los enfrentamientos continúan en el norte y esporádicamente
en Bagdad, donde hubo esta tarde un tiroteo cerca del hotel Palestina,
cuando al menos dos hombres atacaron a fuerzas estadunidenses, sin que
se precisara si hubo muertos, mientras que en la noche pudieron oirse fuertes
explosiones.
Al norte, Tikrit seguía resistiendo y recibiendo
bombardeos. Al sudeste de Bagdad, los marines tomaron Kut, abriendo
así un nuevo pasillo para el abastecimiento desde el sur a la capital,
dijo la BBC británica.
En el frente norte se percibía un principio de
normalización en Kirkuk, tras un día de caos generalizado.
El sábado se creó un comité civil que representa a
las principales comunidades de la ciudad, aunque residentes locales árabes
y turcomanos denunciaron abusos por parte de las milicias kurdas.
"Si los estadunidenses nos están liberando, que
sean ellos los que restauren el or-den, porque esto ha sido tan malo como
cualquier día bajo Saddam", dijo el turco Jassen Mohammed.
La situación era más confusa en Mosul, donde
los ajustes de cuentas entre árabes y kurdos dejaron entre 15 y
20 muertos y al menos 200 heridos desde el viernes y los estadunidenses
eran mal recibidos, según una periodista de Afp que llegó
a esa ciudad mayoritariamente árabe y leal a Hussein.
Soldados de avanzada de la cuarta división de infantería
de Estados Unidos, con 30 mil miembros, llegaron hoy a Irak procedente
de Kuwait, mientras las fuerzas terrestres se reubican para un asalto a
Tikrit.
En cambio, el portaviones Abraham Lincoln partió
del golfo Pérsico en el contexto de un retiro progresivo de los
buques estadunidenses, dijo el vicealmirante Tim Keating, quien explicó
que "los objetivos aé-reos están reducidos" y se concentran
en tareas de apoyo a las fuerzas especiales.
Cinco portaviones y sus buques de apoyo participaron en
el ataque a Irak, tres desde aguas del Pérsico y dos desde el Mediterráneo
oriental, que lanzaron más de 800 misiles crucero Tomahawks
y realizaron más de 7 mil salidas de aviones, precisó Keating.
Por último, marines estadunidenses en-contraron
en Bagdad 310 chalecos repletos de explosivos para ataques suicidas, en
tanto que un soldado invasor que custodiaba un hospital murió al
recibir disparos de un desconocido.