José Antonio Rojas Nieto
Las campanas de Bagdad
"ƑNo te gustaría ser campanero de Roma o de Sevilla? -le preguntó una vez María a Gabriel, el campanero del pueblo que dibuja Agustín Yáñez en Al filo del agua. šPara qué! No es lo mismo. No podría. Quiso decir: yo soy ajeno a esos pueblos y no podría hacer hablar sus campanas". No sólo será muy difícil que hablen las campanas de Bagdad bajo el control británico-estadunidense. Será imposible. Ni siquiera -de verdad que no- lo lograrán los planes elaborados por los famosos miembros del influyente American Enterprise Institute (AEI), quienes aseguran que ya vienen los tiempos de la reconstrucción. "La victoria está asegurada en Bagdad, aunque figuras clave del régimen baazista, incluyendo a Saddam y sus hijos, permanecen y seguirán teniendo influencia durante un buen tiempo. Estarán en Tikrit o en Siria, y desde ahí tratarán de frenar las ambiciones políticas británico-estadunidenses de cambiar Medio Oriente".
Y para discutir esto invitan a tomar un café este martes por la mañana, en su Centro de Conferencias Wohlstetter, de Washington DC. Se trata de reflexionar sobre el largo trecho de esfuerzos que aún queda para cambiar el régimen; trecho que podría ser menos duro si las "fuerzas de la coalición" logran crear un ambiente de seguridad y restablecer un clima de respeto a los derechos humanos, afirman. ƑQué vendrá luego de la invasión? ƑQué eventos nos esperan? ƑQué sorpresas llegarán en el nuevo ambiente de la posguerra?, se preguntan los miembros del nido académico de los halcones estadunidenses. Para ello -aseguran- será necesario entender los escenarios alternativos para el futuro próximo y evaluar las características de sus diversas variantes.
ƑGusta usted acompañar la reflexión del "think thank" más influyente en el gobierno estadunidense de hoy? Ahí estarán -se indica en la convocatoria- Janet Daley (Daily Telegraph, de Londres), Joshua Muravchik y Daniela Pletka, del AEI, y las figuras especiales de ese instituto: Thomas Donnely y Richard Perle. Se trata de los especialistas en asuntos de inteligencia, defensa y seguridad nacional que nutren ya no sólo los discursos del actual gobierno, sino la visión estratégica de los halcones que lo controlan. The American Enterprise Institute for Public Policy Research está dedicado "a preservar y fortalecer los fundamentos de la libertad: gobierno acotado, empresas privadas, instituciones culturales y políticas, y sólida política exterior y defensa nacional". Fundado en 1943, se ostenta como instituto independiente, organización no lucrativa, sostenida primariamente por donaciones y contribuciones de fundaciones, corporaciones e individuos. Y se proclama estrictamente apartidista, sin toma de posición institucional en asuntos políticos.
Si usted puede estar este martes en el auditorio del piso 12 del edificio del número 1150 de la calle 17 en el corazón de Washington, escuchará a dos de los más notables especialistas "imparciales" y de mayor influencia en la estrategia militar de Estados Unidos. A Thomas Donnely, quien ha sido director de Comunicación Estratégica e Iniciativas de Lockheed Martin Corporation, compañía número uno en manufactura de aviones, submarinos, misiles, transportes y material de guerra. Y también -vaya suerte- a Richard Perle, quien fuera alto ejecutivo de la compañía Hollinger Digital Inc, director del controvertido Jerusalem Post, y hasta hace pocos días coordinador (sin retribución, gustan subrayar, aunque con acceso a información clasificada, asegura The New York Times), del grupo consultivo de asesores del Pentágono.
El pasado 27 de marzo, Perle entregó su renuncia a la presidencia del comité -no al comité mismo- a Donald Rumsfeld, luego del escándalo provocado por lo que The New York Times calificó de oscura asesoría en dos negocios: uno de armas con saudíes y otro de obtención de un permiso del Departamento de Defensa para que la compañía de comunicaciones (Global Crossing, según Perle, en bancarrota legal) fuera vendida a inversionistas chinos. Estos personajes ya profundizan la estrategia de reconstrucción de Bagdad y de Irak.
Aunque en realidad trabajan en la reconstrucción de la hegemonía estadunidense en el mundo, una reconstrucción que se sustentará -como nunca antes- en el control ya no sólo de los 112 mil millones de barriles de reservas probadas de petróleo de Irak, sino de la zona que posee las dos terceras partes de crudo del mundo. Eso se piensa en el American Enterprise Institute. Eso piensan sus patronos y benefactores. Todos ellos ajenos, profundamente ajenos, al hermoso pueblo del Tigris y el Eufrates. No podemos sino lamentar con profunda indignación que pasarán muchos años antes de que, una vez más, el tañido de las campanas de Irak emita sonidos familiares. Muchos. šQué profunda pena! šY qué campanas nuevas buscarán estos halcones!
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