Primera gran exposición internacional
en el Faro
Lesley Giovanelli destaca el sinsentido de las cosas
La artista australiana lleva la irracionalidad a su
proceso creativo, define Gritón respecto de la instalación
Un día
ARTURO JIMENEZ
En lo que será la primera gran exposición
internacional en la Fábrica de Artes y Oficios de Oriente (Faro),
en Iztapalapa, el jueves se inauguró a las 14:30 horas la instalación
conceptual y abstracta Un día, de la artista visual australiana
Lesley Giovanelli.
Se trata de un montaje con varias rampas de madera cubiertas
con telas de rayas multicolores, mosquiteros anaranjados y lana cruda,
rodeadas por decenas de plantitas de plástico y figuras hechas en
el piso con piedras de río, materiales conseguidos o comprados en
las cercanías por Giovanelli, maestra en artes visuales y profesora
de historia del arte en la Universidad de Sidney.
Con la colaboración del pintor Antonio Ortiz, Gritón,
y ocho alumnos de su taller del Faro, esta exposición es también
la primera de una serie en la que diversos artistas reconocidos trabajarán
en la alargada nave superior del recinto con la participación de
los aprendices, a la manera clásica.
''El espacio es muy interesante y prácticamente
está listo para un montaje'', dice en entrevista esta creadora,
quien durante enero pasado visitó por primera vez el Faro para intentar
imaginar su obra a partir de la arquitectura de este lugar y el color ''verde
militar" con el que está pintada.
Esta ''instalación espontánea'' es un proyecto
"algo simple", pues ha habido algunas limitaciones de dinero, tiempo y
comunicación, ya que no habla español, comenta Giovanelli,
originaria de Sidney y quien ha expuesto en esa ciudad, Melbourne y Banff,
Canadá.
Entre el orden y el desorden
Con
la colaboración de la responsable de la galería del Faro,
Nadia García, la artista visual confiesa que mantiene una relación
importante con los materiales con los que trabaja, sean manufacturados
u orgánicos.
Esa relación se vuelve algo racional y el material
puede ser -o no- metáfora de algo, explica. ''En mi caso prefiero
la abstracción y que los materiales que utilizo no sean una metáfora.
La exposición también es muy literal: lo que hay es lo que
vamos a ver. Será una experiencia visual, sensible".
La intención, continúa Giovanelli, es que
haya una conjunción entre ''lo bello y lo opuesto''' -no necesariamente
lo feo-, y que las pequeñas cosas que se muestran "no sean no entendibles".
Sin embargo, la instalación de Giovanelli ha generado
cierta polémica y confusión entre los alumnos del Faro ante
la falta de marcos de referencia convencionales y la aparente no concreción
de la obra en vísperas de la inauguración.
Pero la creadora no se muestra impaciente y, en relación
con los continuos reacomodos de las partes del montaje, explica que el
proyecto también consiste en que haya movimiento en todo el espacio.
''Se busca que haya movimiento entre el orden y el desorden,
entre la forma y lo informe, entre lo concreto y lo abstracto. Los materiales
también oscilan entre lo fabricado y lo órganico o natural.''
Habla sobre la experiencia que como artista visual le
ha dejado esta zona de la ciudad de México y comenta que los materiales
del entorno son muy particulares. Dice además:
''No termino de ver el fin, porque son muchos edificios
y casas muy pequeñas. Visualmente es muy interesante, pero a la
vez muy difícil para mí, porque hay demasiada basura. Pero
eso mismo también me interesa."
El sinsentido de las cosas
Antonio Ortiz, Gritón, quien conoció
a Lesley Giovanelli durante una residencia en Banff, Canadá, donde
incluso crearon una instalación conjunta, reconoce que es difícil
entender el proceso de una obra conceptual y abstracta. Pero esa es la
motivación para sus ocho alumnos, entre ellos Marco Vázquez,
Edgar Cruz y Miguel Angel Sánchez.
''Lo que Lesley busca es evidenciar la no existencia de
un sentido. Considera que no todo tiene que tener un sentido y que muchas
veces se da más bien el sinsentido de las cosas". Por ejemplo, agrega
Gritón, todo el suelo se sembrará de plantitas de
plástico, como si surgiera hierba del piso de cemento.
Las instalaciones abstractas de Giovanelli, explica, no
tienen significado alguno. "Sólo son formas y colores, no quiere
decir nada, es el sinsentido", dice, y cuenta que ella lleva una semana
moviendo las tarimas, pues la instalación se va generando sobre
el mismo proceso de creación.
"La irracionalidad es llevada al proceso creativo de ella.
De aquí viajará a un museo de Los Angeles, donde, como aquí,
hará una observación, acudirá a comprar materiales
y comenzará todo de nuevo."
En el caso de Un día, el Gritón
informa que estará montada hasta el 25 de abril, pero que será
repuesta otros 15 días después de una exposición que
el Museo de Historia Natural llevará al Faro, un barco o una isla
cultural indispensable en una zona marginada.