El ciclo se presentará del 17 al 20 y
el 26 y 27 de abril; organiza la Cineteca Nacional
Rendirán homenaje a Pedro Infante con muestra
de cine en el Auditorio
Proyectarán Nosotros los pobres, Ustedes los
ricos, Pepe El toro, Los tres huastecos, Dos tipos de cuidado
y Cuando lloran los valientes Las seis cintas fueron dirigidas
por Ismael Rodríguez
DE LA REDACCION
Icono de la cultura popular en nuestro país y en
otras naciones hispanoamericanas, Pedro Infante es una leyenda que sigue
con vida. Por tal motivo, el Auditorio Nacional, en coordinación
con la Cineteca Nacional, proyectará en pantalla gigante seis de
las películas más célebres del ídolo de Guamúchil,
dirigidas por Ismael Rodríguez.
Con
la muestra Viva el Cine Mexicano, que dedica este ciclo inaugural a Infante,
se rinde homenaje al legendario cantante y actor a 46 años de su
fallecimiento, pero también busca revivir el espíritu colectivo
que se estremeció en los cines de barrio con la saga de Pepe
El toro, así como con otros filmes de la dupla Pedro Infante-Ismael
Rodríguez.
El ciclo Pedro Infante iniciará el jueves 17 de
abril, a las 17 horas, con Nosotros los pobres; el viernes 18, 17
horas, Ustedes los ricos; sábado 19 de abril, 12 horas, Pepe
El toro; domingo 20, 12 horas, Los tres huastecos; sábado
26, a las 12 horas, Dos tipos de cuidado; domingo 27 de abril, 12
horas, Cuando lloran los valientes. La entrada a todas las funciones
será de 20 pesos por persona.
El hombre mexicano ideal
El trágico deceso de Pedro Infante, ocurrido cuando
apenas tenía 40 años de edad, permitió que la opinión
pública fundiera en un crisol a los personajes que interpretó
en más de 50 filmes. Hoy, Pedro Infante tiene algo de Tizoc, Pepe
El Toro, José Alberto Medina (de Escuela de vagabundos),
Pedro Chávez Pérez (A toda máquina), Pedro
González (Un rincón cerca del cielo), Cutberto Gaudázar
(El inocente) y Luis Antonio García (Los tres García),
por sólo mencionar algunas de sus personalidades más apreciadas.
Cuando
se dice que Pedro Infante no ha muerto, que vive en los corazones, hay
mucho de verdad. Durante más de medio siglo y en amplios sectores
de la población, fue el modelo ideal de lo que los hombres mexicanos
debían ser: hijo considerado, amigo leal, romántico con las
mujeres, hombre de palabra ante el compromiso, pero con una dosis de picardía
que le permitía lo mismo salir de un apuro con una gracia impar
(mejor un sinvergüenza que un golpeador), que conquistar a la mujer
más bella y más renuente.
Su biografía parece un guión cinematográfico
por la cantidad de felices accidentes que lo llevaron a convertirse en
una leyenda.
Pedro Infante nació en Los Mochis, Sinaloa, el
18 de noviembre de 1907. Segundo de nueve hijos en una familia muy humilde,
se desempeñó como carpintero y peluquero. Por influencia
familiar, formó algunos grupos musicales donde fungió como
cantante, pianista y guitarrista. En 1939 se trasladó a la ciudad
de México y obtuvo un contrato en la radiodifusora XEW.
Su carrera cinematográfica comenzó como
actor secundario en los cortometrajes Puedes irte de mí, En un
burro tres baturros y El organillero. En 1944, con el filme
Arriba las mujeres, inició una fructífera relación
con el director Ismael Rodríguez. Con su guía, Infante estelarizó
varias películas que en poco más de 90 minutos condensaban,
cada una, todos los géneros cinematográficos posibles: comedia,
drama y musical.
Carismático, dueño de una voz que se adaptó
a diversos estilos y creó temas clásicos (Amorcito corazón,
Cien años, Un mundo raro y Qué te ha dado esa mujer,
entre otros), Infante obtuvo en 1956 el Ariel al mejor actor por su intervención
en la película La vida no vale nada.
El 15 de abril de 1957, en un accidente de aviación
ocurrido durante un viaje de Mérida, Yucatán, a la ciudad
de México, Infante falleció y como eco de los amplios sectores
de la población que acudieron al sepelio, su imagen y su voz se
han agigantado con el peso del tiempo.
Radiografía de un director
Nacido
el 19 de octubre de 1917 en la ciudad de México, Ismael Rodríguez
dejó el país con su familia para radicar en Estados Unidos,
donde realizó estudios de sonido y proyección. En 1947, con
un reparto encabezado por Blanca Estela Pavón, Pedro Infante y Evita
Muñoz Chachita, realizó Nosotros los pobres,
filme que lo consagró tempranamente y que convirtió en ídolos
a sus protagonistas. Con Infante realizó más de 12 filmes
y ambos conformaron uno de los binomios director-actor más prestigiados
de la llamada Epoca de Oro del Cine Nacional.
Si bien su filmografía, cercana a las 70 películas,
comprende diversos géneros y temas, fue en la comedia y en el melodrama
de finales de los años 40 y principios de la siguiente década,
donde cosechó sus mayores éxitos.