MEXICO-CUBA
La posición es congruente y se inscribe en
una política de respeto a los derechos humanos, explica
El voto contra Cuba no es una condena a la isla, dice
el gobierno
Apoya la resolución que insta a Fidel Castro
a recibir un representante de la ONU que evalúe la situación
GEORGINA SALDIERNA
El gobierno de México votó ayer en contra
de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU),
al sumarse a la resolución que insta a la administración
de Fidel Castro a recibir un representante del organismo internacional
para que evalúe la situación de los derechos humanos en la
isla.
Como parte de las razones que lo llevaron a votar de esta
manera, México dijo que esa posición es congruente con sus
principios y no es condenatoria ni crítica contra Cuba. Eso sí,
constituye un llamado a aplicar la resolución aprobada el año
pasado en la que se pide a La Habana hacer un esfuerzo para avanzar en
el campo de los derechos humanos, civiles y políticos, y permitir
la entrada de un relator especial.
Indebida politización del tema
Agregó
el gobierno foxista que, con este voto, reitera su compromiso para promover
un tratamiento equilibrado, al margen de la indebida politización
de los foros y sobre bases objetivas, no selectivas, de los derechos humanos
en América Latina, el Caribe y el resto del mundo.
En este mismo tenor, la política exterior de la
presente administración no omite escuchar las expresiones de grupos
que promueven los derechos humanos y la democracia en naciones donde su
observancia es precaria, destacó la representación mexicana
en la comisión de la Organización de Naciones Unidas, cuyo
discurso fue difundido por la Secretaría de Relaciones Exteriores
(SRE).
Rechazo a enmiendas
A lo largo de su argumentación recordó que
desde 1992 México se ha pronunciado invariablemente y de manera
inequívoca en la Asamblea General de Naciones Unidas en favor del
levantamiento del embargo contra Cuba. ''Sobre esto no puede haber duda'',
puntualizó.
El sufragio de México a favor de la resolución
promovida por Nicaragua, Uruguay, Costa Rica y Perú se registró
luego de votar en contra de las propuestas de enmienda presentadas el pasado
miércoles por La Habana y San José. La iniciativa de los
costarricenses pretendía endurecer el dictamen original, al pedir
la liberación de periodistas e intelectuales recientemente condenados
a prisión en la isla, mientras que la cubana exigía el cese
inmediato del bloqueo económico y la investigación de actos
terroristas cometidos en su contra desde Estados Unidos.
El gobierno mexicano explicó que su voto en contra
de estas enmiendas obedeció a que contenían elementos que
desvirtuaban la naturaleza y el propósito de la resolución
original, que insta a la administración de Fidel Castro a recibir
a un relator, y que finalmente se aprobó por 24 votos a favor, 20
en contra y 9 abstenciones.
Al razonar su sufragio, México explicó que
tal documento preserva un carácter estrictamente procesal, derivado
de la resolución aprobada en 2002, y se inscribe en una política
de respeto a los derechos humanos, de cooperación regional y no
de confrontación.
''Honda preocupación'' de la representación
mexicana
Previamente, la representación mexicana manifestó
su ''honda preocupación'' por la situación de los derechos
humanos en Cuba, lo que emana en parte del hecho de que la oficina del
Alto Comisionado de Naciones Unidas en la materia ''no ha contado con la
abierta cooperación del gobierno cubano para producir una evaluación
sobre la situación que impera'' en ese país.
Añadió que su voto a favor del dictamen
se sustenta en el reconocimiento de que la protección de los derechos
humanos es prioridad y preocupación central del gobierno mexicano,
y que es obligación de los estados, tanto individual como colectivamente,
velar por su respeto en su carácter universal, indivisible e interdependiente.
Por último, refirió que su posición
es reflejo fiel de la nueva visión de México en esta materia,
y del firme compromiso del presidente Fox con la defensa de los derechos
humanos.